Entre los planes de Washington está el de instalar una base militar en la Triple Frontera.
Estados Unidos, como se sabe, opera desde hace varios años la base militar mariscal Estigarribia, localizada en la frontera con Bolivia
Tropas estadounidenses en Paraguay, país enclave estratégico en Suramérica al servicio de los intereses de Washington.
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Tropas estadounidenses desembarcan en el tramo paraguayo de la hidrovía Paraguay-Paraná.
El proyecto del gobierno de Paraguay presidido por el ultraconservador y neoliberal mandatario Mario Abdo Benítez Perrier, en consonancia con Estados Unidos, para realizar obras de navegabilidad en el río incluye la incorporación de miembros del Ejército norteamericano. Esta situación ha generado preocupación en amplios sectores de Argentina por el control del curso de agua por el que salen el 70% de las exportaciones de la nación gaucha.
En efecto, el río Paraná, llamado por el mundo agroexportador “hidrovía Paraguay-Paraná”, funciona como vía de salida para más del 70% de las exportaciones argentinas, conformadas mayormente por granos y minería. Un tramo de ese río está en territorio paraguayo y, sobre él, avanza una inversión que encendió las alertas en sectores políticos de Buenos Aires y de las provincias de Chaco y Santa Fe.
El Plan Maestro para la Navegabilidad del río Paraguay es una iniciativa del gobierno neoliberal paraguayo para maximizar la utilización de esa vía navegable. La obra está siendo apoyada por capitales de Estados Unidos y será llevada adelante gracias a los servicios del Cuerpo de Ingenieros del Ejército norteamericano.
El presidente de EE.UU., Joe Biden junto al mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez acompañados de Silvana López Moreira (Primera Dama de Paraguay), y Jill Biden (Primera Dama de Estados Unidos), el 22 de septiembre de 2022 durante su encuentro en Nueva York para la cumbre de Naciones Unidas.
Notificada de esta situación, la Cámara de Diputados de la Provincia argentina de Chaco aprobó por unanimidad una declaración en la que expresa preocupación por lo que considera una “introducción de inversión financiera de Estados Unidos en la Hidrovía Paraná-Paraguay y presencia militar norteamericana en el tramo paraguayo”.
Para la legislatura de dicha provincia argentina es motivo de alerta el “control del territorio y de los capitales que la elaboración de un plan maestro para la navegabilidad del río Paraguay pueda significar para la región”, que reviste una importancia estratégica en el plano geopolítico.
La declaración de los legisladores se da luego de una reunión que aconteció a comienzos de septiembre. Se trata de un evento realizado por la Cámara de Comercio Paraguayo-Americana —del que participaron el embajador de Estados Unidos en ese país, Marc Ostfield, y el ministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Julio César Arriola— con el fin de alentar las inversiones de Estados Unidos en Paraguay. Allí, al parecer, se confirmó que empresarios de ambos países invertirán en la obra del tramo paraguayo de la hidrovía.
Un problema geopolítico
La iniciativa remite a otra, impulsada en 2016 con el gobierno paraguayo de ese entonces a cargo del también ultraconservador Horacio Cartes, para que un cuerpo de ingenieros estadounidenses realizase un estudio de las obras que Paraguay pretendía llevar adelante en el curso de agua. Luego se supo que los ingenieros eran militares y que el estudio incluía adentrarse en territorio argentino a la altura de la fronteriza provincia de Formosa.
Sin autorización para el ingreso de tropas extranjeras, cuando la embajada argentina en Paraguay y luego la Cancillería tomaron conocimiento de la idea, lograron que se abortara el proyecto.
La situación, esta vez, se da en un marco internacional particular. La guerra en Ucrania puso de manifiesto un mundo que tiende nuevamente a la bipolaridad, con los ejes Estados Unidos y China disputando su hegemonía también en estas orillas.
La importancia de la zona es crucial. Los ríos Paraguay y Paraná son parte de la Cuenca del Plata, la quinta cuenca de agua dulce más importante del mundo en extensión. Desde el año pasado, el dragado del río Paraná, su principal afluente, es administrado por el Estado argentino, luego de que venciera la concesión del consorcio privado Hidrovía S.A. que estaba a cargo del trabajo desde 1995. Pero todo hace suponer que el Estado argentino avanzará con una nueva licitación, y algunas de las empresas que intentarán ganarla son de origen chino.
Terminales portuarias de carga de granos en la hidrovía Paraguay-Paraná.
Por su parte, entre los planes de Washington está el de instalar una base militar en la Triple Frontera.
Estados Unidos, como se sabe, opera desde hace varios años la base militar mariscal Estigarribia, localizada en la frontera con Bolivia, en la que funciona un aeropuerto construido por el Comando Sur en el que pueden aterrizar aviones B-52 y Galaxy, preparados para transportar grandes cantidades de tropas y armamentos.
El diputado provincial del Chaco, Hugo Sager, impulsor del proyecto de declaración, aseguró que “la hidrovía Paraná-Paraguay y la Triple Frontera tienen una importancia estratégica para la región”. Recordó que el Plan Argentina Productiva 2030 “aspira a duplicar las exportaciones, desde las actuales 87.000 millones a 174.000 millones de toneladas”. Y evaluó: “No podemos ser indiferentes ante la posible militarización y los cambios en las reglas de juego por parte de Paraguay, uno de los socios de la hidrovía. Estamos invitando a una superpotencia a establecer enclaves militares permanentes en la región, y ya hemos visto que la disputa de Estados Unidos con China no sólo impacta en el precio de las commodities y la energía o en el suministro de semiconductores, sino que desencadena invasiones y guerras”.
Por su parte, el diputado provincial de Santa Fe, Carlos Del Frade presentó un proyecto de Declaración de preocupación “por la presencia de intereses económicos y fuerzas militares de Estados Unidos en la vía troncal de los ríos Paraguay–Paraná”, tal como ya la dispuso la Cámara de Diputados del Chaco.
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