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1. Pelosi cambia el statu quo del Estrecho de Taiwán con una visita provocativa y expone el error de cálculo a largo plazo de EE. UU.
Por
chen qing qing, Xu Yelu y Bai Yunyi
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Foto: AFP
Cuando la presidenta de la Cámara de Representantes de los EE. UU., Nancy Pelosi, aterrizó en la isla de Taiwán y promocionó el llamado compromiso de los EE. UU. con la isla, su movimiento extremadamente imprudente y peligroso provocó de inmediato una serie de contramedidas de China, que van desde el ejército hasta la diplomacia y las sanciones económicas. La reacción de China a esta grave intrusión en la soberanía del país se considera ampliamente racional y razonable, lo que subraya su firme determinación estratégica y suficiente paciencia para cumplir con su propio calendario para resolver la cuestión de Taiwán. Y ese avance constante de su propia agenda le da a Beijing una ventaja en comparación con el miope Washington que perderá más puntos en el combate de lucha geopolítica a largo plazo.
En menos de 10 horas después de que cinco autoridades chinasincluido el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, la Oficina de Asuntos de Taiwán del Comité Central del Partido Comunista de China, el Comité de Asuntos Exteriores del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y el Ministerio de Defensa Nacional, utilizaron un lenguaje fuerte y contundente para condenar la visita de Pelosi, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China convocó al embajador de EE. UU. en China, Nicholas Burns, para protestar contra la visita de Pelosi y el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, emitió una segunda declaración enérgica condenando la intrusión de EE. UU. en la soberanía de China.
Las embajadas chinas en países como el Reino Unido, Japón e India publicaron mensajes igualmente severos, y Qin Gang, enviado chino a los EE. UU., presentó representaciones solemnes y fuertes protestas en primer lugar ante el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca de EE. UU. y el Departamento de Estado. .
Además de advertencias diplomáticas sin precedentes, los ejercicios militares conjuntos alrededor de la isla por parte del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) continuaron el miércoles con bloqueos conjuntos, ataques marítimos, ataques terrestres y entrenamientos de combate aéreo con la participación de armas avanzadas, incluidos aviones de combate furtivos J-20 y DF. -17 misiles hipersónicos después de que comenzaran los ejercicios el martes por la noche.
Los ejercicios no tienen precedentes en el sentido de que se espera que los misiles convencionales vuelen sobre la isla de Taiwán por primera vez, las fuerzas del EPL ingresen al área del mar dentro de las 12 millas náuticas de la isla y la llamada línea mediana ya no existirá. , dijeron los expertos.
Además, la aduana continental anunció en la mañana de este miércoles la suspensión de las importaciones de cítricos y algunas importaciones de pescado congelado desde la isla. También suspendió las exportaciones de arena natural, de la cual, según se informa, Taiwán obtiene más del 90 por ciento del continente.
Durante una conferencia de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de China el miércoles, muchos reporteros estaban preocupados por las contramedidas que implementaría el gobierno chino y si Beijing sancionará a la isla o a Pelosi, y algunos siguieron con preguntas como cómo China castigará a quienes ofendieron. el país.
"A partir de esas preguntas, creo que todos consideramos que la medida de Pelosi es extremadamente incorrecta, por lo que debe ser castigada", dijo Hua Chunying, portavoz del ministerio, en la sesión informativa.
"Cosecharán lo que sembraron. Las contramedidas pertinentes serán contundentes y efectivas, Estados Unidos y los secesionistas en Taiwán sentirán el impacto", dijo.
Un soldado de operaciones especiales asignado al Comando "Trueno" de las tropas aerotransportadas de la Fuerza Aérea del EPL salta de la aeronave durante un ejercicio de entrenamiento de paracaidismo a mediados del verano de 2022. El ejercicio, que dura varios días, tiene como objetivo perfeccionar el combate de las tropas. capacidades en paracaidismo, penetración de largo alcance y operaciones de ataque de precisión en el entorno complejo. (eng.chinamil.com.cn/Foto de Gu Xixi, Xu Jiawang y Guo Shuai)Elección estratégica racional
Hasta que Pelosi llegó al aeropuerto Songshan de Taipei el martes por la noche, la parte china no había adoptado una de las posibles formas especuladas por la opinión pública en respuesta a la provocación: el EPL podría enviar aviones y buques de guerra para escoltar su avión. Sin embargo, algunos expertos dijeron que cuando se trata de contramedidas militares, un factor a considerar es evitar conflictos militares o disparos al adoptar la contramedida.
Cuando se trata de enviar aviones de combate para interceptar el avión de Pelosi, tales contramedidas de corto alcance pueden conducir fácilmente a un incidente de disparos.
"No hay necesidad de lanzar una guerra con Estados Unidos ahora, ya que no está en línea con nuestra estrategia nacional", dijo Jin Canrong, decano asociado de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Renmin de China, al Global Times el miércoles.
Jin cree que frente a la visita de Pelosi, la sociedad china mostró una opinión pública consistente sin precedentes de "salvaguardar la reunificación nacional" y "oponerse a la provocación de EE. La pregunta será solo cuestión de tiempo en los próximos años.
En respuesta a la decepción reportada del público chino por no detener la visita de Pelosi solicitada por Reuters, Hua del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que se cree que los chinos son patriotas de manera racional. “Tenemos la plena confianza de salvaguardar con firmeza la soberanía y la integridad territorial del país”, dijo.
Si bien algunos observadores extranjeros también cuestionaron si la visita de Pelosi cruzó la línea roja de China, los expertos chinos afirmaron que la línea roja de China no es si Pelosi visitó la isla o no, sino el principio de una sola China.
“Aunque la visita de Pelosi a la isla en sí misma es una provocación al principio, China ahora está tomando contramedidas posteriores para reforzarlo y defenderlo con el fin de dejar más clara esta línea roja para los EE. UU. y los políticos estadounidenses. Como resultado, sufrirán las graves consecuencias. y otros no se atreverán a desafiarlo de manera similar", dijo el miércoles al Global Times Xin Qiang, subdirector del Centro de Estudios Estadounidenses de la Universidad de Fudan.
A los ojos de los expertos chinos, la visita indica un mayor declive en la ya débil confianza política entre China y EE. UU., que también cambió el llamado statu quo de Washington sobre el Estrecho de Taiwán.
"De hecho, la situación a través del Estrecho está entrando en una nueva fase ahora. Estados Unidos dio un paso adelante extremadamente peligroso, lo que significa que China dará dos pasos adelante", dijo Lü Xiang, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales. el Global Times el miércoles.
Los ejercicios militares en curso alrededor de la isla son un "ensayo para resolver la cuestión de Taiwán por la fuerza", dijo, y señaló que a partir de ahora, el EPL tomará un control más estricto sobre el espacio aéreo y las áreas marítimas circundantes de Taiwán para elevar la seguridad de China. línea, dijo Lü.
La visita de Pelosi a Taiwán está abriendo una salva en una guerra con China que Estados Unidos perderá, dijo Franz Gayl , un oficial de infantería retirado del Cuerpo de Marines y ex empleado del Pentágono, al Global Times.
"¿Entienden los miembros del público estadounidense los horrores que su gobierno está a punto de infligir a sus hijos e hijas cuando sean enviados a luchar contra una intervención totalmente inapropiada que perderá Estados Unidos?". preguntó Gayl.
El statu quo finalmente ha cambiado. Cualquier ilusión de que Estados Unidos esté o alguna vez haya estado comprometido con la política de una sola China se ha evaporado, dijo.
"La llegada del presidente de la Cámara de Representantes y segundo en la línea para servir como Jefe del Ejecutivo en ausencia del presidente en funciones ha puesto fin a décadas de esfuerzos de reunificación. Desde la perspectiva de la República Popular China, los Tres Comunicados que establecieron las condiciones Estados Unidos considera que las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la República Popular China son papeles sin valor", dijo Galy.
Un avión de combate J-11 despega de un aeródromo no revelado el 3 de agosto de 2022. El Comando de Teatro del Este del Ejército Popular de Liberación de China realizó ejercicios conjuntos realistas orientados al combate en el espacio marítimo y aéreo alrededor de la isla de Taiwán ese día. Foto: VCGPaciencia a largo plazo versus intereses miopes
Los funcionarios estadounidenses dijeron que Biden nunca le dijo a Pelosi que no fuera, informó The New York Times, pero contradice el hecho de que Biden creía que los oficiales militares estadounidenses sentían que "no era una buena idea". Cuando Pelosi llegó a Taiwán, algunos medios de comunicación occidentales liderados por Estados Unidos lo consideraron una "victoria".
Sin embargo, en contraste con la paciencia y la determinación estratégica a largo plazo de China, el mayor error de cálculo de EE. UU. es socavar las relaciones generales entre China y EE. UU. por los intereses egoístas de ciertos políticos, y cuando EE. UU. juega la carta de Taiwán para crear escenarios de crisis en del Estrecho, China está convirtiendo constantemente esos escenarios en oportunidades para lograr su objetivo de reunificación. Esta consideración estratégica racional a largo plazo también lo ayudó a abordar crisis anteriores, como las disputas sobre las Islas Diaoyu, el Mar de China Meridional y los disturbios en Hong Kong en 2019.
"Cada vez que Estados Unidos provoca a China, el resultado ha sido una vergüenza para ellos mismos", dijo Hua durante la rueda de prensa. El último ejemplo fue Pelosi instigando los disturbios vestidos de negro en Hong Kong y promocionando la llamada "hermosa vista", que simplemente aceleró la transición posterior de la ciudad del caos a la estabilidad, señaló.
Cuando comenzó la guerra comercial entre China y EE. UU. en 2018, muchas personas vieron que EE. UU. había tomado la iniciativa de atacarnos y que todavía había una brecha entre China y EE. UU. en términos de fuerza, dijo Xin, y señaló que esas personas pensó que China no tenía suficientes contramedidas y, por lo tanto, "Estados Unidos seguramente ganaría".
"Sin embargo, después de un tiempo, la gente se dio cuenta de que no era así. Los propios Estados Unidos llegaron a la conclusión de que más del 90 por ciento del costo de la guerra comercial lo asumen las clases medias estadounidenses", dijo.
La visita de Pelosi se produjo en medio de un intenso escrutinio mediático mundial. La mujer de 82 años está luchando duro para obtener más apoyo a medida que se avecinan las elecciones intermedias y, aparentemente, EE. UU. anotó el primer golpe en medio de la lucha actual con China al desafiar la advertencia de Beijing y hacer que su visita se llevara a cabo. Sin embargo, en una perspectiva a largo plazo, EE. UU. está poniendo en riesgo su relación exterior más importante, debilitando aún más su credibilidad política pero acelerando la reunificación de China, dijeron los expertos.
"Después de esta visita, las relaciones entre China y Estados Unidos seguramente retrocederán y las relaciones a través del Estrecho empeorarán. No importa si se trata de asuntos internos o de asuntos exteriores, Estados Unidos necesita la ayuda de China en temas como el cambio climático, el problema nuclear de Corea del Norte, la crisis de Ucrania y su propia inflación, pero ¿cuánto apoyo puede obtener el gobierno de EE. UU. de China después de esto?". dijo Xin.
La reunificación se considera un paso final para lograr el rejuvenecimiento de China, y el gobierno chino tiene su propio ritmo para resolver la cuestión de Taiwán, dijeron los expertos. Pero el movimiento imprudente de Pelosi ayudó en gran medida a este proceso, haciendo que todo el mundo observara de cerca la irrefutable soberanía de China sobre Taiwán y cómo EE. UU. constantemente perdía puntos en su moral e imagen internacionales al dañar las relaciones entre China y EE. UU.
Parece que la visita ayudó a los EE. UU. a "obtener una victoria", solo por ahora, pero a la larga, perderá más ventajas, especialmente cuando China complete su rejuvenecimiento, será un combate de lucha a gran escala entre China y los Estados Unidos. EE.UU. y este último verán disminuida su posición hegemónica en el mundo, pronosticaron expertos.
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2. EEUU desafía a China con Nancy Pelosi y abre una crisis de consecuencias imprevisibles
La visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, aviva el fuego entre ambas potencias mundiales. Una jornada de altas tensiones que ha supuesto traspasar "la línea roja" de Pekín.
La presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi (izq.), y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen (dcha.), a 3 de agosto de 2022, en Taiwán. — Taiwan Presidential Palace / dpa / EUROPA PRESS
JUAN ANTONIO SANZ
El desafío lanzado por Estados Unidos a China, con la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de ese país, Nancy Pelosi, ha prendido fuego al polvorín geopolítico de Extremo Oriente. Sin embargo, no hay que perder de vista que se trata de un paso más, y anunciado, en la estrategia de hegemonía global de Washington, bien definida en la reciente cumbre de la OTAN en Madrid. Esa prevalencia mundial de Estados Unidos, tal y como se indicó en el nuevo concepto estratégico de la OTAN al servicio de los intereses de Washington, pasa por el acorralamiento de Rusia en Europa y el acoso a China como su único gran rival político y económico.
El error en la estrategia diplomática de Estados Unidos está en la equiparación de sus dos rivales, el europeo y el asiático. Mientras que en el caso de Rusia, el planteamiento liderado por Washington le ha reportado pingües beneficios de la guerra, para su industria armamentística, sus ventas de gas licuado a Europa y de cara al renacimiento de la OTAN como bloque militar, este enfrentamiento con China augura una respuesta más peligrosa por parte de Pekín y no necesariamente armada. Respuesta que tendrá en el ámbito económico un fuerte impacto en los aliados estadounidenses en el Pacífico —Japón, Corea del Sur y Australia— y en la propia economía de Estados Unidos, pese a quien pese muy ligada a la china.
Un paso "extremadamente peligroso"
El Gobierno chino ya ha indicado que la visita de Pelosi a Taipéi es un paso "extremadamente peligroso" y una amenaza a la estabilidad de la región. Pelosi es la funcionaria estadounidense de más alto rango que ha enviado Washington a Taiwán en el último cuarto de siglo. Estados Unidos no reconoce a la isla como un estado independiente, pero no ha dudado en armarla hasta los dientes, como parte de su estrategia para afianzar un "cordón" de seguridad entre China y la cuenca del Pacífico, que incluye a Corea del Sur, Japón y Australia.
En octubre de 1949, la isla de Taiwán se convirtió en el bastión de los nacionalistas chinos del Kuomingtan, derrotados en el continente por los comunistas, en la guerra civil china. Desde entonces, Pekín reclama la reintegración de la isla como parte de su territorio indivisible y considera una ofensa todo acercamiento militar, diplomático o económico a la antaño Formosa por parte de cualquier país del mundo. Se trata de la llamada política de "una sola China".Pelosi, en su despedida, ha dejado claro que "no abandonará Taiwán"
Pelosi, que llegó a Taiwán como etapa final de una gira asiática, explicó las razones de su visita en un editorial publicado en el Washington Post poco antes de su llegada a la isla. "No podemos quedarnos impasibles mientras el PCC (el Partido Comunista Chino) procede a amenazar a Taiwán y a la democracia misma", explicó Pelosi. Estados Unidos, dijo al concluir su visita, "no abandonará a Taiwán".
Washington no mantiene relaciones oficiales con Taipéi, lo que no es óbice para que Estados Unidos sea el mayor suministrador de armas del Ejército taiwanés y que el propio presidente estadounidense, Joe Biden, haya indicado en varias ocasiones, quizá en un ejemplo más de incontinencia verbal, que ayudará militarmente a Taiwán si China trata de invadir la isla rebelde.
La respuesta, por ahora diplomática, de China a la visita de Pelosi a Taipéi no se ha hecho esperar. Su Ministerio de Asuntos Exteriores ha afirmado que este paso rompe de nuevo la adhesión de Estados Unidos al principio de "una sola China", tiene "un grave impacto en los fundamentos políticos de las relaciones entre Estados Unidos y China", e "infringe gravemente la soberanía y la integridad territorial de China".
La estrategia asiática de EEUU definida ya en Madrid
La visita a Taiwán de la demócrata Pelosi tiene mucho que ver con las elecciones legislativas de medio mandato que se celebrarán en noviembre en Estados Unidos. Pelosi ocupa la tercera posición en el mando de la Administración Biden, tras el propio presidente y la vicepresidenta, Kamala Harris. Su belicosidad dialéctica y sus muchos años de críticas a la dictadura china se convierten en unos arietes muy bienvenidos para la propaganda de Biden. Una estrategia que está basada en la definición de claros enemigos exteriores para unir al país en unos momentos de grave crisis económica mundial y cuando la hegemonía estadounidense en el exterior es muy cuestionada por su inconsistencia.Rusia es el enemigo oficial, pero el contrincante real es China
Hace un año se produjo la apresurada salida estadounidense de Afganistán y el retorno del régimen talibán a Kabul. Por mucho que esta retirada estuviera pactada, la reaparición de los islamistas radicales en las calles de esa capital, el inmediato retroceso en los derechos civiles, los sangrientos ajustes de cuentas y el retorno al "juego afgano" de viejos conocidos en la región, como China y Rusia, fueron considerados en Asia como una deshonrosa derrota de Estados Unidos. Una derrota que demostraba que la aparente victoria de 2001 sobre los talibán había sido solo parcial.
También manifestaba esa retirada de Kabul que la política internacional estadounidense siempre fue muy voluble y dispuesta a pasar de un escenario a otro con una facilidad pasmosa y sin remordimientos por dejar sin protección a sus aliados circunstanciales. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, debe estar bastante preocupado en estos momentos en los que se cumplen los vaticinios de la cumbre de la OTAN de Madrid, en junio pasado: sí, Rusia es el enemigo oficial, pero el contrincante real es China. Que sean los europeos quienes afronten los efectos de la guerra de Ucrania, mientras la política exterior estadounidense se centra en la Gran Partida con China por el dominio de la región Indo-Pacífica y, por ende, del mundo.
Un muro en torno a China
No se trata solamente de una hegemonía económica. Hay mucho de seguridad en este Gran Juego de intereses entre Pekín y Washington. Por eso fue tan importante en la Cumbre de la OTAN de Madrid que países como Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda o Australia cerraran filas con la Alianza Atlántica y apostaran por una cooperación "especial" y armada en Oriente. Ahí están las declaraciones del anterior ministro de Defensa australiano, Peter Dutton, quien advirtió a finales de abril pasado y apuntando con el dedo hacia Pekín que "la única manera de preservar la paz es prepararse para la guerra". Dutton afirmó que la región de Asia-Pacífico se encontraba en "un periodo muy similar" al de los años treinta del siglo pasado, cuando Japón se lanzó a la conquista genocida del este de Asia.
En el nuevo concepto estratégico de la OTAN aprobado el pasado 29 de junio se definía a China como "un desafío" y se denunciaban sus métodos para "subvertir el orden internacional basado en las normas". En las normas, claro, de Occidente. El documento subrayaba que la República Popular China "busca el control de sectores tecnológicos e industriales clave" abusando de su ventaja económica. Estados Unidos responde, pues, al desafío chino con las amenazas de su brazo armado internacional, una OTAN con sus tentáculos expandidos a Oriente.
El Gran Juego en el Pacífico
No es que Estados Unidos no tenga nada de que preocuparse respecto a China en el Pacífico. No veremos maniobras chinas en el Pacífico Oriental o bases chinas en Paláu o las islas Fidji. Pero su interés por la región es evidente, pues, al igual que Estados Unidos es la gran superpotencia en la orilla oriental de este océano, China lo es en la ribera occidental.
El acuerdo chino con las islas Salomón se encuadra en una estrategia de Pekín para crear un bloque "Sino-Pacífico" en la región. La gira realizada a fines de mayo por el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, fue uno de sus componentes diplomáticos. Visitó ocho países del área, comenzando por las Salomón y concluyendo en Timor Oriental el 4 de junio. En esta gira se pusieron sobre la mesa inyecciones financieras, proyectos de infraestructuras y otras apuestas económicas, pero también el acercamiento en materia de seguridad de Pekín a las islas del Pacífico.
El resultado del viaje de Wang fue variopinto, con interés por parte de los estados del Pacífico, pero con recelos ante la avidez china. Las mismas dudas que plantea el ansia de Washington en la zona. Las críticas de los líderes de la región fueron muy parecidas a las planteadas a los intentos estadounidenses de aplicar convenios de libre asociación por doquier. Las autoridades regionales se sienten ninguneadas mientras los representantes chinos y estadounidenses venden sus planes a las grandes empresas asentadas en esos territorios.
Fue el propio presidente chino, Xi Jinping, quien hace unos días le dijo a Biden lo que puede pasar si esta crisis se agrava: "quien juega con fuego, se quema". Al contrario que Rusia, incapaz de lastimar a EEUU, pero sí a una Unión Europea empecinada en su guerra de sanciones contra Moscú, China sí puede afectar y mucho a la economía estadounidense. Como Rusia, China puede resistir una guerra económica mejor que Estados Unidos o Europa. Ya lo está ensayando con su larguísimo confinamiento. Parece poco probable un enfrentamiento militar entre China y Estados Unidos por Taiwán, pero la crisis está servida y será de notables proporciones. Si aún consideramos la guerra de Ucrania como el mayor problema que amenaza este otoño e invierno en Europa, esperemos a cubierto la tormenta que en estos momentos se está gestando en el Mar de la China meridional.
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3. The Guardian: Las acciones de Occidente en Ucrania y Taiwán podrían sumir al mundo en "una guerra global"
La visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, ha sido "descaradamente provocativa", afirmó el columnista Simon Jenkins.
Un cartel de bienvenida a la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, en Taipéi, Taiwán, el 2 de agosto de 2022.Chiang Ying-ying / AP
Las actuales políticas de los países occidentales hacia Ucrania y Taiwán aumentan el riesgo de "una guerra global", afirmó el columnista del diario The Guardian Simon Jenkins.
"Ucrania y Taiwán merecen todo el apoyo diplomático, pero no se puede permitir que se tambaleen hacia una guerra global o una catástrofe nuclear", indicó Jenkins en su artículo publicado este miércoles.
Según él, EE.UU. y sus aliados se adhieren a una política de "ambigüedad estratégica" cuando declaran su disposición a brindar asistencia militar a Taiwán, al tiempo que honran su compromiso con el principio de una sola China. En este contexto, calificó la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, de "descaradamente provocativa".
Lo mismo ocurre con Ucrania: Washington y Londres reiteran la necesidad de apoyar a Kiev para que Rusia fracase, mientras que ignoran el hecho de que sus acciones conducen a una reacción más fuerte de Moscú, señaló el periodista británico.
Jenkins subrayó que los países occidentales deben evitar el riesgo de "una catástrofe", en lugar de provocarla. "Ambas partes están ahora coqueteando con el desastre. Occidente debería estar dispuesto a retroceder, y no darlo por derrotado", sostuvo.
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4. La visita 'imprudente' de Pelosi a Taiwán mantiene a los países del sudeste asiático en ascuas
Por
Zhao Yushay Wan Hengyi
El Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, en la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la ASEAN en Camboya el 3 de agosto de 2022. Foto: captura de pantalla de CCTV News
La visita "imprudente" de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, a la isla de Taiwán el martes no solo aumentó las tensiones en el Estrecho de Taiwán, sino que también mantiene a los países del sudeste asiático en vilo, ya que varios países de la región expresaron su preocupación justo después de su llegada.
Los expertos creen que el "viaje de problemas y provocaciones" de Pelosi mantendrá a los países relevantes más alertas a la interferencia extranjera y les abrirá los ojos para ver quién es el mayor saboteador de la estabilidad regional.
Los ministros de Relaciones Exteriores del sudeste asiático buscarán formas de ayudar a calmar las crecientes tensiones sobre Taiwán en las conversaciones regionales el miércoles, luego de que Pelosi llegara a la isla, informó AFP. Dijo que el Secretario General Adjunto de la ASEAN Kung Phoak, Secretario de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Camboya,
Dijo a los periodistas que los ministros tratarían de encontrar formas en que el bloque podría ayudar "para que la situación en Taiwán sea estable, que no conduzca a un conflicto y que no aumente la tensión política entre todas las partes involucradas".
Hablando con los periodistas en la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la ASEAN en Camboya el miércoles, el Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, dijo que la visita de Pelosi fue una completa "farsa" y que aquellos que juegan con fuego no terminarán bien y que ofenden a China. ser castigado.
Estados Unidos está conspirando para violar la soberanía de China bajo la bandera de la "democracia", y la líder regional de Taiwán, Tsai Ing-wen, está coludida con Estados Unidos, dando marcha atrás en los intereses nacionales, dijo Wang, y señaló que todas esas acciones que intentan cambiar el reloj volver no cambiará el consenso internacional del principio de una sola China, y no cambiará la tendencia de que Taiwán eventualmente regrese al abrazo de la patria.
El gobierno de Laos apoya firmemente el principio de una sola China y la causa de la reunificación nacional de China, y se opone a cualquier intento de crear "dos Chinas" o "una China, un Taiwán". A Laos le preocupa que los actos de provocación relevantes puedan desencadenar tensiones regionales, dijo el miércoles el Ministerio de Relaciones Exteriores de Laos.
"Vietnam desea que todas las partes relevantes se contengan, no aumenten las tensiones en el Estrecho de Taiwán, contribuyan positivamente al mantenimiento de la paz y la estabilidad y fortalezcan la cooperación y el desarrollo en la región y el mundo", dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Vietnam, Le Thi. Thu Hang dijo el miércoles.
"Es importante que Estados Unidos y China aseguren una comunicación continua para evitar cualquier error de cálculo y una mayor escalada de las tensiones", dijo el embajador Ma. Teresita Daza, portavoz del Departamento de Relaciones Exteriores de Filipinas, en un mensaje de WhatsApp a los medios el martes, informó Philippine Star.
La visita de Pelosi ha llevado a los países de la ASEAN a una situación precaria en la que perciben una creciente interferencia extranjera y amenazas a la estabilidad regional. Esto es algo que esos países se esfuerzan por evitar, y desafía su anhelada paz y desarrollo, dijo Tang Qifang, investigador asociado del Instituto de Estudios Internacionales de China, al Global Times.
Tang espera que los países de la ASEAN enfaticen su postura unificada durante las reuniones de la ASEAN y presionen por la estabilidad regional. El empeoramiento de los lazos entre China y Estados Unidos representa una grave amenaza para los países más pequeños.
Chen Xiangmiao, investigador asistente del Instituto Nacional de Estudios del Mar Meridional de China, dijo que no hay duda de que adherirse al principio de una sola China y evitar la escalada del conflicto entre China y Estados Unidos representa un consenso dentro del bloque de la ASEAN.
"La razón por la que no todos los países del bloque se pronuncian es porque algunos temen irritar a EE. ha venido después de haberles dejado más claro a esos países quién es el mayor saboteador de la estabilidad regional.
Después de soportar el golpe de la COVID-19 y la crisis de Ucrania, los países de la región anhelan la estabilidad más que cualquier otra cosa, y cualquier país que intente provocar un conflicto en esta región será persona non grata, según Chen.
Los eventos de esta semana son las primeras reuniones en persona de los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la ASEAN después de una pausa de dos años debido a la pandemia de COVID-19, informó el Straits Times. Dijo que los ministros de Relaciones Exteriores de la ASEAN también se reunirán con sus homólogos de 11 socios clave de diálogo esta semana: Australia, Canadá, China, la UE, India, Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos.
Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying anunció que Wang Yi no tiene planes de reunirse con el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, aunque ambos asistirán a la 55.ª Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la ASEAN y reuniones relacionadas en Camboya, una decisión que los expertos consideran una señal que refleja la gravedad de la visita, ya que así como la indignación de China hacia las provocaciones estadounidenses.
Debido a la renuencia de los países de la ASEAN a ver una escalada del conflicto entre Beijing y Washington, Chen dijo que esos países podrían servir como "mediadores" para aliviar la tensión, ya que este bloque siempre mantiene el objetivo de "no tomar partido" y una postura neutral. lo que le da una postura legítima para persuadir a Washington de que no eche leña al fuego.
Además, este bloque puede proporcionar múltiples plataformas para que las grandes potencias negocien, dijo Chen, citando la celebración de la reunión del G20 en Indonesia en la segunda mitad de este año y la reunión de APEC en Tailandia.
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