Aserrín, Aserrán... ¡Viva el paro nacional!
La masacre no cesa
Registro de la reunión en Compensar de las delegaciones del Gobierno y del Comité de Paro en procura de abrir una negociación
Como una honda expansiva que va recorriendo el país, la energía del paro nacional llega cada día a diversidad de municipos del país, no solo grandes, como el caso de las capitales de departamento, sino también a medianos y pequeños, como resaltó con el industrial municipio de Yumbo en el Valle del Cauca.
En efecto, el pasado domingo 16, con prolongación durante el lunes 17, la protesta social fue reprimida en Yumbo, carcano a la capital vallecaucana, conocido por ser territorio industrial y punto de acopio de hidrocarburos por parte de Ecopetrol y multinacionales.
Según denuncias, el Esmad, como ya es conocido, llegó a disolver la protesta pacífica de la comunidad y con ella a la Minga Indígena, la cual denunció que fue atacada con armas de fuego. En un trino la Organización Nacional Indígena de Colombia –Onic– denunció: “[…] la situación en Yumbo, Valle, es gravísima: El ESMAD está disparando contra los participantes en la Minga que se concentra en el punto de Ecopetrol. Continúa la vulneración a los Derechos Humanos”.
El mismo alcalde local reconoció el carácter pacífico que reinaba entre los manifestantes: “Estaban haciendo una protesta pacífica, tranquila, que lastimosamente se ha visto empañada por la violencia”. Y agregó: “Gobierno nacional, siéntese ya a debatir esas exigencias que le están haciendo. Sean responsables porque nosotros somos los que estamos pagando esa situación de orgullo del Gobierno nacional”. Horas después se supo que supuestos manifestantes atacaron su vivienda.
Por el ritmo violento y represivo de los acontecimientos el mandatario local también denunció: “Yo, alcalde del municipio de Yumbo, Jhon Jairo Santa María, quiero poner en conocimiento esta situación a la comunidad internacional, porque necesitamos la presencia de ustedes para garantizarles las vidas a nuestros yumbeños, a nuestros compatriotas, a nuestra comunidad”.
Su denuncia y preocupación por lo que estaba sucediendo no era gratuita ya que, como lo reportó el periodista Luis Alfonso Mena S. en artículo titulado: Yumbo; 24 horas de terror policial: “La violencia oficial se prolongó durante 24 horas, pues llegada la medianoche del martes 18 de mayo se seguía experimentando el terror policial, que dejó tres jóvenes asesinados a balazos, 30 heridos, la mayoría con armas de fuego, y numerosos detenidos.
Durante todo el día y la noche se produjo un incesante asedio y ataque de la policía que obraba como fuerza de ocupación en avenidas y barrios contra la población, incluso con francotiradores desde la llamada Mega Estación, a pesar de lo cual la comunidad movilizada no cedió, siguió en las calles y se enfrentó a las fuerzas coercitivas del Establecimiento,
Las personas asesinadas fueron identificadas como Maicol López Cano, de 32 años de edad; Michael Joan Vargas López, de 23 años, con heridas de bala en la cabeza, y Jhon Alexander Yotengo Chagüendo, de 21 años.
Rodrigo Vargas, defensor de derechos humanos de Yumbo, quien fue víctima de la represión y fue lesionado también por la policía, reveló el siguiente primer listado de heridos en las primeras horas del lunes: Reinaldo Manzano, Alejandro Cárdenas, José Wilmer Valencia y Andrés Cerón.
Luego, el Hospital La Buena Esperanza confirmó que allí fueron atendidos con heridas causadas con armas de fuego las siguientes personas: Héctor Manuel Vargas, Néstor Julián Bermúdez, Jarry Alejandro Bermúdez, Nicolás Peñuela Salazar, Sebastián Mosquera, Ronald Alexis Llantés Sánchez, Johanson David Preciado, Harold Yesid Medina Borrero, Daniel Andrés Ramos Domínguez, Aníbal Armando Solarte Méndez, Nicolás Arroyo Moreno y Cristian Andrés Muñoz Rendón.
En video difundido desde la entrada al hospital de Yumbo en horas de la madrugada del lunes Armando Solarte dijo que fue herido por la policía frente a su propia casa.
Heridos con arma blanca fueron atendidos en el Hospital La Buena Esperanza los ciudadanos Jaime Ángel Cabal, Víctor Manuel Rodríguez, Jean Carlos Villanueva Mesa, Brayan Alexander Guzmán y Steven Lenis.
Intoxicados con gases lacrimógenos llegaron al hospital Lesly Yulieth López, Angie Tatiana Vasco Arango y Cristhian David Acevedo.
Otras personas heridas fueron Jorge Alberto López, Óscar Payán y Miguel Amézquita.
El Equipo Jurídico y Humanitario 21 N informó que nueve jóvenes que habían sido detenidos en horas de la mañana del lunes fueron dejados en libertad luego de sus gestiones ante instancias judiciales.
Defensores de derechos humanos denunciaron que el joven Brayan Sti Parra, de 19 años de edad, fue detenido por la policía en el sector de Ecopetrol y se encontraba desaparecido”.
En el curso de la refriega, y en repudio por la acción policial, los manifestantes llegaron hasta el CAI del barrio Las Acacias para encarar a quienes lo custodiaban. Allí la balacera también fue notable.
En medio de ello, y en lo que parece a todas luces una provocación para inculpar a los manifestantes de terrorismo o similares, o justificar una mayor matasona, personas no identificadas atentaron contra un tanque de Ecopetrol, acción que pudo transcender en un suceso de graves consecuencias para los pobladores que habitan en los alrededores del terreno donde la petrolera nacional acopia combustible.
Este lunes, Iván Duque y su gabinete se reunió con los miembros del Comité del Paro por segunda vez pero no hubo consenso. Se espera que vuelvan a encontrarse para negociar el levantamiento de las protestas el próximo 20 de mayo.
Otros territorios
Desde el departamento del Huila ganó eco el potencial de la movilización campesina y ciudadana, la cual mantiene vivos 23 bloqueos viales a lo largo de su territorio y los cuales impactan de manera especial sobre 13 municipios de su jurisdicción.
Un hecho sin claridad sobre quiénes lo protagonizaron afectó al municipio de La Plata, con intento de incendio del edificio municipal.
Los bloqueos se mantienen a lo largo del país, y de lo cual dio cuenta la propia policía de carreteras al informar que al día lunes 17 estos afectan 86 vías principales y 5 secundarias., también confirmó la existencia de 46 concentraciones sobre distintas vías nacionales.
En Antioquia, en cercanías a Medellín, se vivieron momentos de alta tensión por protestas por la entrada norte como sur a la ciudad, en sucesos con epicentro en los municipios de Bello –jurisdicción de Niquia– y en Caldas. También hubo intentos de bloqueo sobre la vía Las Palmas.
La negociación
Estos hechos acontecen mientras un segundo encuentro entre el Comité Nacional de Paro y el gobierno nacional no logra sintonía, y queda citado una tercera ronda para el jueves 20.
El intento para definir una hoja de ruta que encauce de manera próspera las negociaciones está bloqueada por el rechazo del gobierno a dos solicitudes de la contraparte, reconocimiento efectivo del derecho a la protesta pacífica: 1. Que el ministro de Defensa, Diego Molano, rinda excusas públicas por los abusos policiales a los manifestantes en distintas zonas del país; 2. Retirar tanto al Ejército como del Esmad, y que la Policía Nacional no utilice armas en el control de las manifestaciones sociales.
Solicitudes ante las cuales el gobierno no responde, pero si levanta una exigencia: que quienes protestan levanten los bloqueos que mantienen sobre diversas autopistas del país. Una exigencia que va reforzada con una amplia campaña de difusión por medio de la cual quienes protestan son señalados como causantes del deterioro económico del país, así como creando el ambiente propicio para una acción represiva de amplio espectro para abrir esas vías a sangre y fuego.
Consecuente con ello, y al tiempo que las delegaciones representantes de las partes trataban de ponerse de acuerdo para instalar la mesa de negociación, el presidente Duque en mensaje al país ordenó el “despliegue de la fuerza pública” para recuperar las vías bloqueadas. De esta manera, y con los antecedentes de violencia y terror materializados por los cuerpos armados del establecimiento, cualquier cosa puede suceder en los días que vienen. Una orden librada sobre el diagnóstico maniqueo que de la protesta tiene el Gobierno, para el cual los bloqueos son realizados por delincuentes con el claro propósito de “afectar y de sabotear”.
No es casual la preocupación expresada por Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores y vocero del Comité de Paro, enfatizando que con la orden presidencial el presidente “Le declara la guerra al paro al ordenar desplegar el máximo de las Fuerzas Militares y de Policía sobre los sitios de concentración pacífica que hay hoy en el país”.
Un pulso difícil de sostener, toda vez que el terrorismo en Colombia no escatima en grados de violencia y muerte. Pese a ello, el Comité de Paro Nacional convocó a una nueva jornada de parálisis para el miércoles 19, y las partes acordaron para el jueves 20 otra jornada de diálogo para ver si logran un acuerdo que de vía a la instalación de la mesa de negociaciones.
El jueves en el curso del día se conocerá si el pulso se inclina hacia alguno de los ángulos.
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