Volviendo al libro de Piketty, la definición que se da en él de capital introduce una completa confusión.
Thomas Piketty y Karl Marx, dos visiones totalmente diferentes del capital
Por Eric Toussaint
Fuentes: CADTM
En su libro El capital en el siglo XXI [1] Thomas Piketty [2] hace una precisa recopilación de datos y un trabajo útil con su análisis de la distribución desigual de la riqueza y la renta, pero es importante destacar que algunas de sus definiciones son confusas y cuestionables. Tomemos la definición de capital propuesta por Thomas Piketty: «En todas las civilizaciones el capital cumple dos grandes funciones económicas: sirve, por una parte, para alojarse (es decir, para producir “servicios de vivienda”, cuyo valor calculado a partir del arrendamiento de las habitaciones consiste en el bienestar de dormir y vivir bajo un techo en lugar de a la intemperie) y, por la otra, como factor de producción para elaborar otros bienes y servicios…»
Aquí nos sumerge Piketty en una historia fantasiosa de la humanidad en la que el capital ha estado presente desde el principio
Y continúa: “Históricamente, las primeras formas de acumulación capitalista parecen referirse tanto a las herramientas (pedernal, etc.) como a los acondicionamientos agrícolas (cercas, irrigación, drenaje, etc.) y a los alojamientos rudimentarios (grutas, tiendas, cabañas, etc.), antes de pasar a formas cada vez más sofisticadas de capital industrial y profesional, y a locales de vivienda siempre más elaborados”. Aquí nos vemos sumergidos por Piketty en una historia fantasiosa de la humanidad en la que el capital ha estado presente desde los orígenes y en la que las rentas de una cuenta de ahorros de un jubilado pobre se equiparan con los ingresos del capital.
El capital según Thomas Piketty
Esta gran confusión encuentra su extensión en el análisis presente en el corazón de su libro El capitalismo en el siglo XXI. Para Thomas Piketty, un apartamento de un valor de 80.000 € o un depósito de 2.000 € en una cuenta postal [3] constituyen un capital, de la misma forma que una fábrica o un edificio comercial de 125 millones de €. Evidentemente, en el día a día muchas personas de todo el mundo consideran que tienen un capital en forma de piso valorado en 80.000 €, al que se suma un seguro de vida de 10.000 € y tal vez 2.000 € en una cuenta postal. Por lo tanto, estarán totalmente de acuerdo con la definición dada por Piketty, los libros de texto de economía tradicional y su banquero. Pero se equivocan porque en la sociedad capitalista el capital es una relación social que permite a una minoría enriquecerse apropiándose del trabajo de otros (ver más abajo).
En la sociedad capitalista, el capital es una relación social que permite a una minoría enriquecerse apropiándose del trabajo de otros
Ahora bien, cuando Piketty habla de un impuesto progresivo sobre el capital, tiene en cuenta todos los patrimonios privados, ya sean 1.000 € en una cuenta bancaria o la fortuna de Lakshmi Mittal, Jeff Bezos, Bill Gates o Elon Musk.
La confusión continúa cuando se trata de rentas: la renta obtenida de alquilar un apartamento modesto o la que un jubilado gana de su cuenta en el banco son consideradas por Piketty como ingresos de capital al mismo título que los ingresos que extrae de Facebook su jefe Mark Zuckerberg.
Si pasamos a los salarios, Thomas Piketty considera que todos los ingresos declarados como salarios son salarios, ya sean los de un director general de un banco que percibe un «salario» de 3 millones de euros anuales (en este caso, esta suma es en realidad una renta del capital y no un salario propiamente dicho [4]) o los de un empleado bancario que percibe 30.000 € al año.
El capital según Karl Marx
Es conveniente cuestionar el significado que Piketty atribuye a palabras como «capital» y definir de otra manera qué se entiende por rentas del capital o rentas del trabajo. Piketty presenta el capital como algo que existe en todas las civilizaciones y que siempre tiene que existir. En esto, se inscribe en la continuidad de la economía política del siglo XVIII y principios del XIX, la que encontramos en un autor como Adam Smith en particular, antes de que Karl Marx arrojara luz sobre lo que es, realmente, el Capital (y el salario) y que desarrollara una crítica de la economía política de su tiempo.
Es conveniente cuestionar el significado atribuido por Piketty a palabras como «capital»
Karl Marx ironiza a propósito de los autores de su tiempo que vieron en las primeras herramientas de pedernal, el origen del capital o que simplemente lo vieron como capital. Esto es lo que escribe: “Probablemente por eso, mediante un proceso de “alta” lógica, el Coronel Torrens descubrió en la piedra del salvaje, el origen del capital. “En la primera piedra que lanza el salvaje al animal que persigue, en el primer palo que agarra para cortar la fruta que no puede alcanzar con la mano, vemos la apropiación de un artículo con el objetivo de adquirir otro, y descubrimos así el origen del capital. «(R. Torrens: Ensayo sobre la producción de riqueza, etc. p. 79.)». Marx añade sin rodeos y sin creer una palabra: «Con toda probabilidad, aquel primer palo [S/ocí], [stock en alemán], explica por qué en inglés stock es sinónimo de capital» [5].
Karl Marx en su obra El Capital afirma: “los medios de producción y de subsistencia, en cuanto propiedad del productor directo, no son capital. Sólo se convierten en capital cuando están sometidos a condiciones bajo las cuales sirven, a la vez, como medios de explotación y de sojuzgamiento del obrero” [6] . Karl Marx explica que un artesano que posee sus herramientas y trabaja para sí mismo no tiene capital y no recibe un salario. Durante los siglos que precedieron a la victoria de la clase capitalista sobre el antiguo orden, la abrumadora mayoría de las y los productores trabajaron por su cuenta, ya fuera en la ciudad o en el campo: los artesanos organizados en corporaciones o las familias campesinas constituían la mayor parte de las y los productores, poseían su herramienta de producción y en el campo la mayoría de las familias campesinas poseían tierras y, además, podían utilizar los bienes comunales para alimentar parcialmente al ganado o para recoger madera para hacer fuego.
Karl Marx explica que un artesano que posee sus herramientas y trabaja para sí mismo no tiene capital
Entre finales del siglo XV y finales del siglo XVIII en Europa Occidental, la clase capitalista en desarrollo tuvo que obtener el apoyo del Estado para despojar a esta masa de productores de sus herramientas y / o de sus tierras [7] Y para forzarles a aceptar ser asalariadas y asalariados para sobrevivir. La clase capitalista empobreció y desposeyó a las clases populares para obligarlas a aceptar la condición de asalariados y asalariadas. El proceso no se desarrolló de forma natural. Karl Marx analizó de manera detallada y rigurosa los métodos de la acumulación primitiva de capital. En el libro 1 de El Capital, pasa revista a todos los métodos utilizados para despojar a las y los productores de sus medios de producción y, por tanto, de sus medios de subsistencia. [8]
La clase capitalista ha empobrecido y desposeído a las clases populares para obligarlas a aceptar la condición de asalariadas y asalariados
Karl Marx extrae de un libro publicado por Edward Gibbon Wakefield (20 de marzo de 1796 – 16 de mayo de 1862) una anécdota que ilustra su planteamiento: “Mister Peel, nos dice en un tono lamentable, se llevó consigo de Inglaterra a Swan River, Nueva Holanda, provisiones y medios de producción por valor de cincuenta mil libras esterlinas. Mister Peel también tuvo la previsión de llevarse a trescientas personas de la clase trabajadora, hombres, mujeres y niños. Una vez en su destino, “el señor Peel se quedó sin un sirviente que le hiciera la cama o le sacara agua del río« [9]. [10] Karl Marx comenta con ironía: “¡El infortunado Peel que tenía todo planeado! Solo se había olvidado de exportar las relaciones de producción inglesas al río Swan». En efecto, en Australia, donde se encontraba Nueva Holanda, había una gran cantidad de tierra disponible y las y los trabajadores pudieron encontrar un terreno y establecerse por su cuenta. Karl Marx, a través del comentario sobre este fiasco del capitalista Peel, quiere mostrar que mientras las y los productores tengan acceso a los medios de subsistencia, en este caso a la tierra, no están obligados a aceptar ponerse al servicio de un capitalista [11].
Karl Marx concluye “cuando el trabajador puede acumular para sí mismo, y lo puede hacer mientras siga siendo el propietario de sus medios de producción, la acumulación y la producción capitalistas son imposibles. Les falta la clase asalariada, de la que no pueden prescindir. «(…)»La primera condición de la producción capitalista es que la propiedad de la tierra ya esté arrebatada de las manos de las masas».
Añade: “el modo capitalista de producción y acumulación, y por tanto la propiedad privada capitalista, presupone la aniquilación de la propiedad privada basada en el trabajo personal; su base es la expropiación del trabajador».
Karl Marx escribe: “La posesión de dinero, de subsistencia, de máquinas y de otros medios de producción no hace en absoluto a un hombre un capitalista, a menos que exista un cierto complemento, que es el asalariado, otro hombre, en una palabra, obligado a venderse voluntariamente».
La propiedad privada capitalista presupone la aniquilación de la propiedad privada basada en el trabajo personal; su base es la expropiación del trabajador
Precisemos también que Karl Marx, en la misma sección de El Capital dedicada a la Acumulación Primitiva, denunció con la mayor fuerza el exterminio o el sometimiento por la fuerza bruta de las poblaciones indígenas de América del Norte y otras regiones víctimas de la dominación colonial y la primitiva acumulación de capital: «El descubrimiento de las comarcas auríferas y argentíferas en América, el exterminio, esclavización y soterramiento en las minas de la población aborigen, la conquista y saqueo de las Indias Orientales, la transformación de África en un coto reservado para la caza comercial de pieles-negras, caracterizan los albores de la era de producción capitalista. Estos procesos idílicos constituyen factores fundamentales de la acumulación originaria.” [12].
Las consecuencias de la definición de capital según Thomas Piketty
Volviendo al libro de Piketty, la definición que se da en él de capital introduce una completa confusión. Volvamos a su definición: «En todas las civilizaciones, el capital cumple dos funciones económicas importantes: por un lado para la vivienda (…), y por otro lado, como factor de producción para producir otros bienes y servicios. .». Entonces, para Piketty, el capital ha existido en todas las civilizaciones, se remonta a la prehistoria escribiendo: “Históricamente, las primeras formas de acumulación capitalista parecen referirse tanto a las herramientas (pedernal, etc.) como a los acondicionamientos agrícolas (cercas, irrigación, drenaje, etc.) y a los alojamientos rudimentarios (grutas, tiendas, cabañas, etc.), antes de pasar a formas cada vez más sofisticadas de capital industrial y profesional, y a locales de vivienda siempre más elaborados”. Para Piketty, una herramienta prehistórica de sílex, una cueva, una planta de ensamblaje de computadoras son capitales. De creer a Piketty, la acumulación «capitalísta»se remonta incluso a la recolección de varios pedernales tallados.
Según Piketty, «Históricamente, las primeras formas de acumulación de capital parecen involucrar tanto herramientas (pedernal, etc.) (…) como viviendas básicas (cuevas, tiendas de campaña, chozas, etc.)»
Esta descripción no permite en absoluto comprender la especificidad histórica del capital, su génesis, la forma en que se reproduce, en que se acumula, a qué clase pertenece, a qué relaciones sociales y a qué relaciones de propiedad corresponde. La lista de ejemplos de capitales que presenta Thomas Piketty parece un catálogo de Lidl o Carrefour, es en cierto modo un inventario al estilo Prévert, hay un poco de todo y no falta prácticamente nada de nada [13] .
Hablando de acumulación capitalista hoy, Piketty enfatiza casi exclusivamente el papel de la política sucesoria y tributaria favorable a las y los capitalistas, pero en realidad estos factores, que juegan un papel no despreciable en la transmisión y fortalecimiento del capital, no lo crean. Históricamente, para que el capital del capitalista iniciara un enorme proceso de acumulación, era necesario despojar por la fuerza a las y los productores de sus herramientas así como de sus medios de subsistencia y ha sido necesario explotar su fuerza de trabajo. La acumulación de capital que continúa hoy presupone la prosecución de la explotación de las y los trabajadores y de la Naturaleza. El capital no juega en absoluto un papel útil para la sociedad, por el contrario, la prosecución de su acumulación y su actividad es literalmente mortífera. Ignorando esto, Piketty puede escribir: “A partir del momento en que el capital juega un papel útil en el proceso de producción, es natural que tenga un rendimiento» [14].
La confusión que mantiene Piketty sin duda hay que ponerla en relación con sus convicciones: “No me interesa denunciar las desigualdades o el capitalismo como tal, (…) las desigualdades sociales no plantean un problema en sí mismas, por poco que estén justificadas, es decir en base a la utilidad común (…) ” [15] .
Mi crítica de las definiciones dadas por Thomas Piketty no quita el interés del cuadro monumental que pinta sobre la evolución de las desigualdades en términos de riqueza e ingresos durante los dos últimos siglos. Y, dejando a un lado los innegables desacuerdos fundamentales sobre la noción de capital, es importante buscar reunir, para lograr una reforma tributaria antineoliberal, una amplia gama de movimientos e individuos que van desde Thomas Piketty hasta movimientos de izquierda anticapitalista. Si además es posible unirse para exigir la cancelación de las deudas públicas en poder del Banco Central Europeo por importe de más de 2,5 billones de euros, hay que hacerlo. No me arrepiento de haber firmado conjuntamente en febrero de 2021 con Thomas Piketty un llamamiento a la cancelación de las deudas soberanas en poder del BCE. Como los otros miembros del CADTM que firmaron este texto, creo que debemos ir más allá, en particular imponiendo a las grandes fortunas y grandes empresas una importante Tasa Covid [16]. El CADTM considera que la cancelación de las deudas públicas debe ir acompañada de una serie de medidas anticapitalistas y no es seguro que Thomas Piketty las suscribiera.
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Gracias a Anne-Sophie Bouvy, Christine Pagnoulle, Brigitte Ponet, Claude Quémar y Patrick Saurin por su relectura.
Traducido por Alberto Nadal
Para saber más:
«Que faire de ce que nous apprend Thomas Piketty sur Le Capital au XXIe siècle», publié le 19 janvier 2014, http://cadtm.org/Que-faire-de-ce-que-nous-apprend-Thomas-Piketty-sur-Le-capital-au-XXIe-siecle. Hay versión en español: ¿Cómo podemos utilizar lo que aprendemos del libro de Thomas Piketty sobre el capitalismo del siglo XXI? http://cadtm.org/Como-podemos-utilizar-lo-que
El artículo mencionado más arriba está publicado en una forma adaptada en varios capítulos a partir del 1 de marzo de 2021: « La concentration de la richesse en faveur du 1 % », http://www.cadtm.org/La-concentration-de-la-richesse-en-faveur-du-1
Thomas Coutrot, Patrick Saurin y Éric Toussaint Anular la deuda o gravar al capital: ¿Por qué elegir? https://cadtm.org/Anular-la-deuda-o-gravar-al
[TRIBUNE] Annuler les dettes publiques détenues par la BCE pour reprendre en main notre destin, http://www.cadtm.org/TRIBUNE-Annuler-les-dettes-publiques-detenues-par-la-BCE-pour-reprendre-en-main. Está publicada en español por El País el 5 de febrero de 202. Publicado en https://www.almendron.com/tribuna/anular-la-deuda-publica-mantenida-por-el-bce-para-que-nuestro-destino-vuelva-a-estar-en-nuestras-manos/
El Capital en español, en su edición publicada por Siglo XXI editores, en los formatos pdf, doc, mobi-audiolibro (sin notas) se puede consultar en http://ecopol.sociales.uba.ar/el-capital/ que es la edición referida en todas las notas.
Para el Tomo I, los links son los siguientes (ndt):
Vol I http://ecopol.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/sites/202/2013/09/Marx_El-capital_Tomo-1_Vol-1.pdf
Vol II http://ecopol.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/sites/202/2013/09/Marx_El-capital_Tomo-1_Vol.-2.pdf
Thomas Piketty, El capital del siglo XXI se puede consultar en http://tiemposmodernos.weebly.com/uploads/6/3/1/3/6313332/el_capital_en_el_siglo_xxi__thomas_piketty__%5Bpoderoso_conocimiento%5D.pdf ndt).
Nota Bene: Lamentablemente no he podido leer el libro de Alain Bihr et de Michel Husson, Thomas Piketty: une critique illusoire du capital, édité par Page 2 & Syllepse en 2020
Notas
[1] Thomas Piketty, El capital en el siglo XXI. Fondo de Cultura Económica, 2014. 663 pp.
[2] Thomas Pikketty El capital en el siglo XXI. p. 235
[3] Hay que señalar que, según Piketty, las sumas en Francia en cuentas de ahorro, cuentas de cheque, etc. solo representan alrededor del 5% del patrimonio (privado)!. p. 231
[4] Es muy cómodo para las y los capitalistas incluir en el cálculo de la masa salarial las muy altas rentas de las y los patrones de una empresa que, además, son completados con dividendos y stock-options.
[5] Fuente: nota a pie de página de Marx en El capital, Libro primero: pág 223. http://ecopol.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/sites/202/2013/09/Marx_El-capital_Tomo-1_Vol-1.pdf. Para las citas de Marx de este artículo, ver El Capital, en su edición publicada por Siglo XXI editores, en los formatos pdf, doc, mobi-audiolibro (sin notas) que se puede consultar en http://ecopol.sociales.uba.ar/el-capital/
[6] Karl Marx, El Capital, Libro libro 1, vol.3 Cap. XXV La teoría moderna de la colonización pág. 955-958.
[7] El acaparamiento de las tierras por los capitalistas comienza en Inglaterra a partir del siglo XV y es conocido con el nombre de “movimiento de los enclosures”, consistente en poner fin al derecho de uso colectivo de las tierras y de los comunes en beneficio de la propiedad privada de los ricos aristócratas y burgueses. Leer el Capítulo XXIV del libro 1 de El capital de Karl Marx. Pg 891. La llamada acumulación originaria.
[8] La parte del libro El Capital en la que Karl Marx pasa revista a las diferentes fuentes de la acumulación primitiva capitalista es el T I, Vol 3. Cap. XXIV, pag. 891. La llamada acumulación originaria.
[9] E. G. Wakefield: England and America, vol. Il, p. 33. Citado por Karl Marx
[10] Karl Marx, El Capital, T I, Vol 3, Cap. XXV, La Teoría Moderna de la Colonización p. 955 y sig.
[11] Hablando de la situación particular de América del Norte o de la Australia de comienzos del siglo XIX, Marx explica que la posibilidad para las y los colonos de origen europeo de acceder a la tierra o de establecerse por su cuenta permite que “Tal asalariado de hoy se vuelva mañana artesano o cultivador independiente”. En América del Norte, en Australia y en otras regiones de colonización europea, la situación se fue modificando progresivamente durante el siglo XIX y comienzos del siglo XX, y la gran masa de las y los productores independientes, cuyos ancestros habían emigrado de Europa han sido a su vez desposeídos de sus medios de producción.
[12] Karl Marx, El Capital, Libro libro 1, Vol 3 Cap. XXIV La Llamada acumulación originaria pág 939.
[13] En el original en francés Eric Toussaint se refiere al poema de Jacques Prévert (publicado en 1946), http://francais.agonia.net/index.php/poetry/13984336/Inventaire, “Inventario” que se puede leer en español en http://laletratalvez.blogspot.com/2011/10/inventario-por-jacques-prevert.html ndt.
[14] Thomas Piketty, El capital en el siglo XXI, p 465.
[15] Idem p. 46..
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Eric Toussaint, doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia. Es autor de diversos libros, entre ellos: Capitulación entre adultos. Grecia 2015: Una alternativa era posible, El Viejo Topo, Barcelona, 2020; Sistema Deuda. Historia de las deudas soberanas y su repudio, Icaria Editorial, Barcelona 2018; Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Ha sido miembro de la Comisión de Auditoria Integral del Crédito (CAIC) del Ecuador en 2007-2011.Coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego. Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12 de noviembre de 2015.
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Fuente: http://www.cadtm.org/Thomas-Piketty-y-Karl-Marx-dos-visiones-totalmente-diferentes-del-Capital
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Fuente:
https://rebelion.org/thomas-piketty-y-karl-marx-dos-visiones-totalmente-diferentes-del-capital/