DOSSIER:
1. Comunicado de los pueblos originarios, campesinos, afrodescendientes y organizaciones populares y feministas de Nuestra América en el día internacional de la clase trabajadora
«Su riqueza es nuestra pobreza, ni un derecho menos»
Fuentes: Rebelión
Los últimos meses con la pandemia, la cuarentena, las restricciones, los estados de excepción, se ha profundizado una crisis generada por un sistema capitalista de muerte y dominación múltiple, patriarcal, colonial. Esta crisis estructural, mucho más grande y profunda que el COVID-19, si bien ha golpeado a toda la humanidad y planeta, también es necesario reconocer que los impactos más catastróficos, se dan en los sectores vulnerables e históricamente excluidos de la población de América Latina, y a la Madre Tierra fuente incesante de explotación para extracción de materias primas.
El primero de mayo de 1886 la clase trabajadora salió a la huelga en EEUU como parte de una lucha internacional contra la superexplotación capitalista bajo la bandera de las tres 8: “8 horas de trabajo, 8 horas de sueño, 8 horas de tiempo libre”. Los capitalistas y sus Estados respondían que eso era imposible, que si se reducía la jornada laboral a 8 horas la producción quebraría y todo se desmoronaría. Mucha sangre provocó la represión capitalista contra esta huelga, pero la lucha de la clase trabajadora conquistaría las 8 horas de jornada laboral a lo largo del mundo.
Bajo el neoliberalismo, los capitalistas con sus dictaduras a sangre y fuego nos arrancaron cada una de las conquistas obreras y populares del siglo XX, concentrando la riqueza, aumentando la desigualdad, eliminando derechos, flexibilizando el mercado de trabajo, mercantilizando los bienes comunes y la vida. Poco a poco se fue constituyendo una diferencia cada vez mayor, el 10% más rico de América Latina y el Caribe posee el 71% de la riqueza y tributa solo el 5,4% de su renta.La riqueza de unos pocos por medio de la explotación de la fuerza de trabajo es la miseria y la falta de derechos de una mayoría.
A su vez, este sistema capitalista se asienta sobre el saqueo de nuestros bienes comunes, la destrucción de la naturaleza, el modelo extractivista y contaminante que genera hoy el cambio climático , enfermedades y muerte con el único objetivo de seguir maximizando las ganancias de los grandes empresarios y grupos de poder para perpetuar una lógica de consumo exacerbado, que llevará a la destrucción del medio ambiente.
Esta forma de producción agroexportadora y de monocultivo sin soberanía alimentaria se lleva adelante a costa de nuestras vidas y de nuestra salud, e impide que los pueblos habiten dignamente el planeta. Las grandes aglomeraciones en las ciudades, el vivir en el hacinamiento, las dificultades para acceder a la salud, al trabajo, la educación, la vivienda y a ciertos recursos básicos e indispensables como el agua potable hace que seamos más propensxs a contraer nuevas enfermedades y que estas se vuelvan pandemias; o que viejas enfermedades ya superadas para algunos sectores de la población, sean letales para otrxs, como por ejemplo la tuberculosis, sarampión, el mal de Chagas o la malaria.
Todas estas consecuencias toman diferentes formas según el sector, poniendo en evidencia cómo el patriarcado es estructurante del capitalismo. Por ejemplo en todo el mundo las mujeres y las disidencias sexuales, las lesbianas, transexuales, bisexuales, no binares, trans, travestis son las que más sufren la desocupación y la precarización laboral. Esto se debe en gran parte a que son quienes realizan las tareas de domésticas y de cuidado en sus hogares sin recibir un salario a cambio o sosteniendo roles naturalizados sin que se compartan dichas tareas, y por lo tanto se hace muy difícil sostener esas largas horas de doble explotación y responsabilidades junto con un trabajo formal por fuera de la casa.
A su vez, si bien el movimiento feminista ha logrado grandes avances y se encuentra en alza protagonizando grandes gestas de luchas , la violencia patriarcal que va de la mano con el capitalismo, se cobra la vida de miles de mujeres e identidades disidentes a diario. Esta forma de violencia se sustenta en la dominación de los cuerpos y de la sexualidad de las mujeres, quintándoles sus saberes, deseos y decisiones, y queriendo relegarlas a un papel de reproductoras de la mano de obra necesaria para engordar las ganancias empresariales y un sistema de opresión con raíces profundamente coloniales.
También la violencia colonial y heredada desde la conquista, se presenta de forma más descarnada hacia los pueblos originarios, afro y campesinxs, se presenta de forma más descarnada. Los Estados Nación que conocemos en la actualidad se han fundado a partir del exterminio de los pueblos preexistentes, y aún hoy la discriminación y la violencia siguen funcionando para borrar su cultura, su idioma y sus costumbres. El desplazamiento y la expropiación de sus tierras para el negocio inmobiliario, el avasallamiento a sus formas de organización comunitaria y la construcción de sus identidades como un enemigo interno, son la muestra de que aún existe una represión Estatal atroz.
Un aspecto fundamental para consolidar la explotación y contener los avances populares ha sido la militarización de la vida. El asesinato y la judicialización de lideres y lideresas sociales, el desplazamiento forzado, la irrupción de grupo armados paramilitares, la estigmatización de los movimientos populares y revolucionarios, son parte del pan de cada día que hoy enfretan los pueblos y movimientos que buscan defender sus soberanías y territorios.
Como parte de la misma ofensiva, los medios masivos de comunicación y otros mecanismos como los extremismos religiosos, representan hoy los pilares para generar grandes masas de la población convencidas de que la desigualdad es natural y de que el “desarrollo” de occidente es el camino.
Junto a las tecnologías, se nos imponen unas no tan nuevas, formas de control social generando importante cambios en el mundo del trabajo. Una sociedad cada vez más fragmentada y produciendo por medios virtuales, que pone en mayor nivel de opresión a las grandes mayorías de la población que se dedican al llamado trabajo informal y a las labores feminizadas no reconocidas expresamente por el mercado, como las del cuidado y reproducción de la vida.
Del mismo modo nos enfrentamos al trabajo precarizado, donde bajo el discurso de ser emprendedor, y la supuesta autonomía, se esconde la autoexplotación, la tercerización, la falta de garantías y pérdida total de derechos que van desde la organización sindical, hasta salud y pensión.
Pero a lo largo de todos estos años, la clase trabajadora no se ha dado por vencida y conserva en su memoria colectiva y en su hacer cotidiano la organización popular a lo largo del mundo, lo cual mantiene una esperanza viva. Millones y millones luchamos, a veces con victorias, muchas otras con derrotas, pero siempre construyendo respuestas para resolver nuestros problemas desde la solidaridad de los y las de abajo. Aún en situaciones de resistencia o defensiva, impulsamos iniciativa popular porque sabemos que ahí está la clave para sembrar, cultivar y cosechar otro mundo posible.
A pesar del contexto actual, conservamos de manera vívida las recientes experiencias del pueblo chileno, ecuatoriano, colombiano y boliviano contra el ajuste neoliberal y la implantación de nuevas dictaduras como es el caso de Bolivia. Los procesos de lucha masiva y creación de propuestas en las calles, de barricada, de enfrentamiento contra las fuerzas represivas en las barriadas, las ollas populares, la desobediencia civil, las huelgas, el piquete, el corte de ruta, el levantamiento, las economías solidarias y la articulación internacionalista entre pueblos hermanos, nos demuestran que ese es el camino fundamental e indispensable hoy.
La solidaridad internacionalista también ha sido fundamental para que procesos con el cubano y el venezolano sigan defendiendo hoy sus soberanías y levantando banderas de libertad y justicia para nuestros pueblos
Necesitamos que el aislamiento social no cale en nuestra clase, que los estados de excepción sean excepción y no la regla, darle batalla al individualismo y el estado policial entre vecinos y vecinas. Que el distanciamiento necesario para superar esta pandemia no se instale como estilo de vida y que por el contrario sigamos manteniendo la conciencia de unidad y lucha que hemos sabido construir como trabajadorxs.
Este primero de mayo salimos a sembrar ollas populares, cacerolazos, plantones, tomarse balcones, embanderar casas y comunas, expresarnos contra el hambre y la miseria en todo nuestro continente. Semillas como banderas que señalan que el pueblo trabajador, lxs sin tierra, lxs campesinxs, lxs originarixs, lxs afro, las mujeres, las travestis y todas las disidencias sexuales confían en sus propias fuerzas. Que la salud es una construcción cotidiana y colectiva. Es cuidarnos: cuidar nuestra alimentación, nuestro descanso, cuidar que nadie nos trate como mercancía, cuidarnos de las violencias patriarcales y que se respete nuestra dignidad y el acceso a la salud integral.
Las, les y los de abajo hemos construido el mundo con nuestras propias manos y vinimos a él para ser libres o luchar hasta conseguirlo.
#Pandemia es capitalismo!
#Nuestras vidas valen más que sus ganancias!
Libertad a todos los presos y presas políticas, basta de persecuciones a las organizaciones populares.No al golpe de estado en Bolivia.
Primero la vida, abajo el capital
La deuda es con el pueblo no con el FMI
POR UN PRIMERO DE MAYO EN LA UNIDAD DE LXS QUE LUCHAN, RESISTEN Y CONSTRUYEN PARA LA LIBERACIÓN Y LA FELICIDAD DE LXS DE ABAJO!
Firmas
CONAIE Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador-Ecuador
Congreso de los Pueblos – Colombia
MTST Movimiento de Trabajadores Sin Techo-Brasil
CONFENIAE Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana-Ecuador
FPDS Frente Popular Darío Santillán-Argentina
ONIC Organización Nacional Indígena de Colombia-Colombia
FOL Frente de Organizaciones en Lucha- Argentina
UKAMAU-Chile
Movimiento de los Pueblos/por un socialismo feminista desde abajo (Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional-Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social -Izquierda Latinoamericana Socialista-Movimiento 8 de Abril) – Argentina
MICC, Movimiento Indígena y Campesino Cotopaxi-CONAIE
MBL Movimiento de Barrios en Lucha – Ecuador
Movimiento Pueblo Lucha y Trabajo ( MPLT) Argentina
Venceremos. Partido de Trabajadorxs – Argentina.
Feminismo Comunitario Antipatriarcal -Bolivia.
Marabunta. Corriente Social y Política – Argentina.
FS Fábrica Surda – Ecuador
Democracia Socialista – Argentina
Organización Revolucionaria Guevarista – Argentina
Venceremos Abriendo Caminos – Argentina
Polo Ciudadano – Panama
LUCHAS (Liga Unitaria Chavista Socialista) de Venezuela
Coordinadora Socialista Revolucionaria – México
RUA Juventud Anticapitalista – Brasil
Red Feminista Ecosocialista – Ecuador
Movimiento Guevarista – Bolivia
Corriente Política de Izquierda – Argentina
Corriente político sindical Rompiendo Cadenas -Argentina
Jóvenes Ante la Emergencia Nacional – México
Movimiento Insurgente – Bolivia
ASL Acción Socialista Libertaria – Argentina
Convergencia 2 de Abril – Chile
Trabajadorxs Movilizadxs – Chile
SME (Sindicato Mexicano de Electricistas) – México
NCT (Nueva Central de Trabajadores) – México.
ANUEE (Asamblea Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica) – México
Federación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores – México
OPT (Organización Política del Pueblo y los Trabajadores) – México
PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) – México
Espacio cultural, político y social La Casita en Marabunta – Guernica, Argentina.
Escuela Popular Permanente Concepción Chile
Asamblea Popular Wallpen Chile
Colectiva Feminista Socialista Voces de Lilith
2. El capitalismo en una era de plagas y catástrofes
Mike Davis
El capitalismo plantea una amenaza mortal para la supervivencia humana básicamente de tres maneras.
En primer lugar, ya no crea puestos de trabajo. Ha hecho que por lo menos unos mil millones de personas sean totalmente excedentes para las necesidades de la actual producción globalizada. La mayoría de las personas en las ciudades de África y América Latina trabajan en el sector informal, y este es el único sector que está creando puestos de trabajo.
El segundo aspecto es el cambio climático. El capitalismo nos ha llevado a una era geológica completamente nueva, una era donde el cambio climático tiene enormes consecuencias en la propagación de catástrofes y enfermedades. Por ejemplo, con el calentamiento global ha hecho que los insectos transmisores de la malaria, el dengue y otras pestes se están desplazando hacia el norte. Según los especialistas la reaparición de la malaria en determinados lugares de Europa, ya es casi inevitable.
Y en tercer lugar, el capitalismo amenaza nuestra supervivencia porque desencadena y produce el tipo de pandemias en las que estamos en medio ahora. No se trata de una simple pandemia. En realidad estamos viendo una época de pandemias y enfermedades emergentes. La globalización capitalista ha producido estas nuevas plagas. El capitalismo ha destruido las fronteras naturales y sociales entre las poblaciones de humanos y los animales salvajes, que antes vivían muy distanciadas.
Los coronavirus se encuentran principalmente en los murciélagos. Los murciélagos son tan solitarios, que se necesitan una gran cantidad de estos mamíferos alados para ponerlos en contacto con los humanos o con animales infectados por ellos. La fuerza propulsora de este fenómeno ha sido la destrucción de los bosques tropicales por empresas multinacionales de explotación forestal.
Luego está la agricultura industrial, y la industrialización de la producción de aves de corral y ganado. Hay fábricas que procesan un millón de pollos al año. Son como aceleradores de partículas de enfermedades virales. Estas fábricas se han transformado en una eficiente máquina que cría nuevos híbridos de virus y los distribuye masivamente.
Desde los propios parámetros inmunológicos, el factor más importante es que hay dos humanidades. Una humanidad bien alimentada, generalmente con buena salud y con acceso a la medicina. Y una segunda humanidad, que no tiene sanidad pública o que depende de sistemas médicos que fueron en gran parte destruidos en los años 80 y 90.
La deuda
Los sistemas públicos fueron destruidos por la deuda, el ajuste estructural y la exigencias del Fondo Monetario Internacional. Se recortó lo público o se privatizaran los servicios creados por el ahorro social.
En todo el África subsahariana (y también en otros países) la ausencia de sanidad pública es el origen de las enfermedades infecciosas. La gente no tiene acceso a agua limpia y ni siquiera puede lavarse las manos con jabón.
En este momento estamos al borde de lo que podría ser la verdadera masacre humana si esta pandemia estalla en los barrios pobres del Sur Global.
En el pasado el capitalismo global, destinaba una mínima inversión a la detección de enfermedades y a las alertas temprana.Las potencias coloniales desarrollaron mecanismos para salvaguardar el comercio y la salud de los colonizadores.
De una serie de conferencias sanitarias internacionales surgieron –en la época del imperialismo victoriano– instituciones cuyo objetivo explícito era controlar las enfermedades infecciosas.
De manera similar, la Organización Mundial de la Salud, (OMS), fundada en 1948 por la Fundación Rockefeller, desempeñó un papel esencial en los decenios de 1940 y 1950.
Su preocupación original era salvaguardar la salud de los trabajadores de las plantaciones de la United Fruit Company y de las minas de nitrato chilenas. Quería eliminar la enfermedad mediante la vacunación. Este método de prevención demostró ser exitoso con la eliminación de la viruela, pero falló en prácticamente todas las demás enfermedades importantes.
La causas profundas
Hay una explicación alternativa de la medicina social para entender la propagación de las plagas: los determinantes socioeconómicos de las epidemias son la pobreza, el hacinamiento, la falta de saneamiento y de medicamentos.
Ahora toda la infraestructura internacional de detección de enfermedades y la respuesta internacional coordinada se ha venido abajo.
La OMS prácticamente se ha derrumbado. Hoy tiene un papel absolutamente marginal. Nunca ha sido financiada adecuadamente. Grandes países como los Estados Unidos jamás han cumplido con las contribuciones que dijeron que harían. La OMS ha tenido que recurrir a los filántropos y a los grupos de presión de los países más poderosos. En conjunto estos sectores, proporcionan alrededor del 80 por ciento de su presupuesto. La OMS se ha visto obligada a suplicar a los Estados Unidos, China y a ciertos filántropos que no saben qué hacer con su dinero. Esto se ha hecho evidente en los últimos tres o cuatro meses.
Los recortes
El Centro Americano para el Control de Enfermedades (CDC), que desempeñaba un papel internacional en la detección de enfermedades nuevas, también se ha derrumbado. El CDC estadounidense decidió no utilizar los kits de prueba producidos por una compañía farmacéutica alemana y que todos los demás países están utilizando. La CDC desarrolló su propio kit de prueba, les resultó defectuoso y dio resultados falsos.
El CDC está financiado en parte por un cristiano fundamentalista y su presupuesto fue salvajemente recortado por Donald Trump, en uno de sus primeros actos como presidente.
La administración Trump desde su inicios comenzó a desmantelar las entidades públicas de salud y a revertir las políticas que se habían sido creadas específicamente para enfrentar las pandemias.
Trump dice que Estados Unidos es el país más avanzado técnica y científicamente del mundo, el mismo día que el New York Times publica instrucciones sobre cómo debe hacerse una propia mascarilla quirúrgica.
Una crisis mundial.
El Centro Europeo para el Control de Enfermedades no ha estado en ninguna parte y toda la Unión Europea está en profunda crisis.
Mientras Italia esperaba que sus naciones hermanas europeas la ayudaran Alemania, Austria y Francia prohibieron la exportación de suministros y materiales cruciales al país de Dante .
Por otra parte, hoy China tiene una enorme influencia económica pero en el momento que se declaró la epidemia no tenía suficiente poder blando, ni suficiente influencia política.
El Liderazgo
Sin embargo Trump abdicó totalmente de liderazgo moral o de una respuesta humanitaria. Así que los italianos se dirigieron a Pekín, que demostró estar a la vanguardia en la prestación de una ayuda crucial para enfrentar la pandemia.
En realidad China tiene una inmensa capacidad para proporcionar suministros médicos clave. Está en todas partes sobre el terreno, allí donde Europa y EE.UU han desaparecido.
En el siglo XVII las plagas, particularmente en Italia, aceleraron la transición de una economía centrada en el Mediterráneo a una economía centrada en el Atlántico Norte. Así que tenemos que preguntarnos si COVID-19 acelerará el cambio de la hegemonía estadounidense a una papel hegemónico chino.
La respuesta al brote ha sido totalmente nacionalista, hasta el punto de que ha sorprendido a la mayoría de los líderes mundiales y a los propios nacionalistas. La cooperación internacional se ha derrumbado.
Cualquier recuperación de la producción globalizada dependerá de enormes esfuerzos para crear una infraestructura internacional contra la enfermedad. Pero, para derrotar al patógeno no se podrá ignorar las condiciones sociales que hacen vulnerables a las personas y, que en cierto modo son las causas últimas de la enfermedad.
La Gran Pharma
La inmediata historia nos demuestra que las grandes empresas farmacéuticas no desarrollaron a tiempo una vacuna y los antivirales que sabían que eran necesarios. Como no era negocio el sector privado no invirtió en la investigación y en nuevas tecnologías.
De esta manera el potencial para el desarrollo científico fue bloqueado.
La industria farmacéutica ya no produce las medicamentos fundamentales para la vida, cuya producción en el pasado fue una de las justificaciones que utilizaron para darles una posición de monopolio.
Ahora no fabrican antivirales, y en gran parte no hacen vacunas. Y tampoco no produce una nueva generación de antibióticos para hacer frente a una anunciada crisis mundial por la próxima ineficiencia de estos medicamentos.
La Gran Pharma está básicamente ganando dinero con las patentes y gastando más en publicidad que en investigación y desarrollo.
Los grandes laboratorios no sólo se han convertido en un obstáculo para la revolución médica y científica, sino que se han dedicado a la especulación con los precios y a un enorme cabildeo político contra los medicamentos genéricos.
Globalización
¿Puede el capital mundial superar su actual fragmentación nacionalista y crear una infraestructura que haga frente a la continuidad de los beneficios y a la producción globalizada?
Pues bien, estamos a punto de una depresión mundial. Una depresión cuyas raíces no están en el COVID 19, aunque este bicho microscópico la vaya a desatar.
Los principales países capitalistas creen que pueden proteger el comercio mundial, con vacunas y alguna nueva forma de organización internacional de la salud. Pero no demuestran ningún interés en solucionar el gran tema que preocupa a la medicina social: la miseria y la pobreza a escala mundial.
¿Estarán las vacunas disponibles para las poblaciones de África y el sur de Asia?
Es muy difícil que el capitalismo, que su ADN es sólo el lucro, haga llegar con rapidez la vacuna ( si logra desarrollarla) a los pobres y condenados de la tierra.
De hecho lo que hará el capitalismo global es profundizar aún más el abismo entre las dos humanidades.
Por supuesto, esto es cierto también dentro de muchos países capitalistas del “primer mundo”, donde la enfermedad ataca de preferencia a las víctimas del racismo y pobreza.
En este momento, al menos en los Estados Unidos, existe una oportunidad extraordinaria para avanzar en un programa progresista: de partida la atención sanitaria como un derecho humano y una cobertura universal .
También ha llegado la hora de luchar por demandas esencialmente socialistas, como la nacionalización de las grandes farmacéuticas y de otros servicios básicos para la sobrevivencia .
Amazon que se ha convertido en el mayor monopolio de la historia del mundial, ahora por lo menos debe ser gravada con impuestos o transformada directamente en un servicio público, como Correos.
La distribución debe convertirse en una utilidad pública. Dicho de otra manera en una organización socialista controlada democráticamente y de propiedad de toda la sociedad.
Esta crisis nos ofrece una gran oportunidad para ir más allá del reformismo de izquierda y plantear ideas y demandas socialistas.
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Mike Davis es el autor de Prisoners of the American Dream (1986), City of Quartz (1990), Late Victorian Holocausts (2001), Planet of Slums (2006) y Buda’s Wagon: A Brief History of the Car Bomb (2007). Davis es colaborador de publicaciones como New Left Review, LINKS y muchas otras. Ha recibido el premio literario Lannan. Vive en San Diego, USA.
Fuente:
https://rebelion.org/el-capitalismo-en-una-era-de-plagas-y-catastrofes/
Sri Lanka
3. El FMI, inhumano para millones de personas
Eric Toussaint
Fuentes: El Salto. Foto: Mujeres en Mannar, población de Sri Lanka. Foto: Adam Jones (cc 2.0)
La lista de medidas neoliberales recomendadas por el FMI, con un impacto funesto en la vida cotidiana de millones de personas en Sri Lanka, y de miles de millones en todo el mundo, es enorme.
Hiruni, la esposa de un pescador que tiene que gestionar su familia de cinco personas con un ingreso de cerca de 2,50 euros por día (500 rupias de Sri Lanka), está en este momento muy endeudada. Para conseguir un aumento de los ingresos de la familia, pidió 50.000 rupias (250 euros) a una institución financiera no bancaria —un estatus que les permite eludir las normas reguladoras impuestas a las instituciones bancarias por el Banco Central de Sri Lanka— especialista en los microcréditos. Con ese dinero, Hiruni comenzó la producción de mosquiteros impregnados de insecticida (como recomiendan fundaciones como la de Bill Gates) que vendía a 2.000 rupias la pieza (10 euros).
Durante un tiempo el negocio fue bien, pero hubo dos factores, independientes de su voluntad, que la arruinaron: el primero corresponde al tipo de interés practicado por la LOLC, que es realmente abusivo (más de un 50 % de interés real) y las enormes penalidades en caso de retraso del pago; y el segundo fue la aparición de una compañía comercial poderosa que comenzó a vender mosquiteras importadas un 25% más baratas, y pagables en dos cuotas. Hiruni no pudo hacer frente a esta competencia ya que el precio al que vendía esa empresa era menor que sus costes de producción. Tuvo que parar la producción de mosquiteros y se vio impedida de proseguir normalmente con el reembolso de la deuda. Y esto la llevó a pedir otro préstamo a otra institución de las microfinanzas para poder pagar el primero. Por consiguiente, Hiruni está desesperada y sobreendeudada.
LA ACTUACIÓN DEL FMI TIENE UN IMPACTO DIRECTO SOBRE EL FUTURO DE CIENTOS DE MILES DE MUJERES
Efectivamente, desde hace años, el FMI actúa con todo su poder para acabar con las barreras aduaneras que protegen a las productoras y productores locales, ya sea en la agricultura, la pesca, las artesanías o en la fabricación de otros productos. Y esa es una de las razones por las que Hiruni y sus semejantes ya no pueden vivir de lo que producen. El FMI favorece también, en compañía del Banco Mundial y de otras instituciones internacionales, la desregulación del sector bancario y promueve el microcrédito. El FMI, por supuesto, defiende el derecho de las empresas de crédito a fijar los intereses que desean, en nombre de la “libertad” de los precios y del mercado.
Y debido a esa política, Hiruni y tantas otras deben pagar tipos de interés exorbitantes por sus créditos. El FMI, en concertación con otras instituciones internacionales, presiona a los gobiernos para privatizar o cerrar los bancos públicos de crédito, aunque éstos otorgaban préstamos con tipos de interés razonables, generalmente subvencionados —es decir sin obtención de beneficios—, que es lo que aborrecen el FMI y el Banco Mundial. Y esta es una razón suplementaria que explica por qué Hiruni, y todas las personas en sus condiciones, no encuentran créditos en el ámbito oficial.
Para completar este cuadro negativo, se deben añadir las muchas condicionalidades impuestas por el FMI en la política de créditos que concede a Sri Lanka, así como a otros países. El FMI quiere que el gobierno reduzca su déficit público mediante el recorte de los gastos sociales y reduciendo el personal de la función pública. Por consiguiente, Hiruni y millones de personas en Sri Lanka ven como la gratuidad de la educación y de la salud (conseguidas en los años 1960) es socavada radicalmente. En efecto, Sri Lanka es uno de los pocos países donde los servicios sanitarios y la educación son todavía gratuitos, en principio, pero las medidas de austeridad impuestas por el gobierno, cómplice del FMI, hacen que el coste real de los estudios (incluidos los primarios) y de los sanitarios básicos aumentan constantemente, ya que hay que pagar libros escolares, medicamentos, etc. Además, las familias se ven empujadas hacia la educación y sanidad privadas para escapar de la degradación de los servicios públicos. Por lo tanto, las familias pobres tienen que endeudarse con las agencias de microcrédito para poder hacer frente a los gastos de escolaridad y salud. Y son las mujeres las más directamente afectadas ya que tienen como prioridad encargarse de sus hijos e hijas, en cuanto a su educación y salud.
La lista de medidas neoliberales recomendadas por el FMI, con un impacto funesto en la vida cotidiana de millones de personas en Sri Lanka, y de miles de millones en todo el mundo, es enorme. Y esto cambiará solamente si los pueblos logran sacarse de encima al FMI, cuando consigan llevar al gobierno fuerzas políticas con voluntad de aportar soluciones radicales que garanticen el respeto a la justicia social y el goce de los derechos humanos en el respeto a la naturaleza.
LA POLÍTICA ACTUAL DEL FMI EN SRI LANKA
En 2016, el gobierno neoliberal de Sri Lanka pidió ayuda al FMI que respondió con el otorgamiento de un crédito de 1.600 millones de dólares, condicionado a que se siguieran sus recomendaciones. Ese programa continúa en ejecución y el balance es totalmente negativo.
El 7 de febrero de 2020 terminó una visita del FMI a Sri Lanka. El comunicado de prensa de la institución con sede en Washington, es muy significativo. El FMI declara que la decisión del Gobierno de fijar un tipo máximo de interés del 35% para los préstamos por medio del microcrédito solamente puede ser temporal puesto que es necesario evitar la distorsión (¡sic!) del funcionamiento del mercado financiero.
El Gobierno de Sri Lanka fijó un techo de interés por la presión de la calle y de miles de mujeres, víctimas del microcrédito y de sus tipos de interés abusivos
Sabemos que el Gobierno fijó este techo de interés por la presión de la calle. Miles de mujeres, víctimas del microcrédito y de sus tipos de interés abusivos, se habían movilizado en el Norte del país para exigir que los tipos de interés no puedan superar el 25% (lo que sigue siendo excesivo ya que la inflación es solo del 4 %). El Gobierno fijó en el 35%, el interés máximo que puede ser reclamado, frente a la amplitud del drama social y al riesgo de la multiplicación de las movilizaciones. También hay que conocer que el experto independiente de las Naciones Unidas para la deuda y los derechos humanos, en un informe muy claro, dio la voz de alarma ante la dramática situación que viven las numerosas víctimas del microcrédito en Sri Lanka. Su informe, redactado después de cumplir con una misión sobre el terreno, es abrumador para el Gobierno, las instituciones financieras y los otroprestamistas extranjeros. Y, por ende, hizo un llamamiento al gobierno para que actúe.
El gobierno había intentado justificarse afirmando que estaba llevando una política de reducción de la pobreza. También, hay que agregar que el experto independiente había estado atento a los trabajos realizados durante el 7º taller del CADTM Asia del Sur, realizado en Colombo en abril de 2018 y que los movimientos sociales de Sri Lanka le entregaron un documento público en el momento de su visita al país, en agosto de 2018.
Por lo tanto, fue mediante todas esas presiones que el gobierno fijó el tope máximo del 35%. Y aunque ese tope sea exagerado y deba ser considerado usurario, el FMI tiene la desfachatez de declarar en su comunicado de prensa del 7 de febrero de 2020 que es necesario restablecer en poco tiempo el derecho de establecer libremente los tipos de interés.
El FMI llama también al gobierno a acabar, lo antes posible, con la moratoria sobre el pago de las deudas de las pequeñas y medianas empresas. A causa de los ataques terroristas de abril de 2019, los turistas abandonaron Sri Lanka durante meses lo que perjudicó enormemente la economía y en particular a las pequeñas y medianas empresas. Para evitar la proliferación de quiebras, el gobierno decretó una suspensión de pagos de esas deudas, y esta es la medida que el FMI quiere que se anule rápidamente.
Además, el FMI pide al Gobierno que prosiga con las medidas de austeridad y de privatización subrepticia y progresiva de las empresas públicas. Esto apunta especialmente a la compañía aérea SriLankan Airlines, a la compañía petrolera y a la compañía de electricidad. El FMI pide al gobierno profundizar la liberación de los intercambios internacionales y las medidas tomadas para atraer las inversiones extranjeros. Ya conocemos las consecuencias negativas de estas políticas.
El volumen de la deuda pública de Sri Lanka aumentó fuertemente durante los últimos tres años, y ahora supera el 90 % del PIB. Recordemos que el actual acuerdo con el FMI es de 2016. Entre 2016 y fines de 2018, la deuda pública aumentó en un 30 %. Esto significa que la actuación del FMI contribuyó directamente al incremento de la deuda de Sri Lanka, lo que aumenta, a su vez, la dependencia del país con respecto a los prestamistas extranjeros o nacionales. A pesar de ser minoritaria, la deuda en forma de títulos soberanos emitidos en los mercados financieros extranjeros duplicó su volumen. Con un puñetazo sobre la mesa, el FMI exige al Gobierno aplicar una política de austeridad más firme en los gastos públicos. Así que Hiruni, como la inmensa mayoría de la población de Sri Lanka, no puede esperar nada bueno del FMI.
Con un puñetazo sobre la mesa, el FMI exigió al Gobierno de Sri Lanka aplicar una política de austeridad más firme en los gastos públicos
El CADTM, que celebró su 8º taller regional de Asia del Sur en Colombo, en febrero de 2020, aportó su apoyo a la lucha de las víctimas de las políticas aplicadas por el gobierno y el FMI. El experto independiente de las Naciones Unidas para la deuda y los derechos humanos envió a los participantes del taller CADTM un mensaje que aborda los problemas de fondo.
Hay que señalar que, a la par de los funestos acuerdos con el FMI, la acción mortífera del gobierno de Trump tiene también un papel nada despreciable en la degradación de las condiciones de vida de una gran mayoría de la población de Sri Lanka. Uno de los canales de intervención de Washington está constituido por una agencia federal creada en 2004, llamada Millenium Challenge Corporation, activa en Sri Lanka desde abril de 2019 (Véase ). Esta agencia atribuye buenas o malas notas a los países en donde opera. Su acción deletérea se une a la más clásica de la USAID, la otra agencia federal que alienta con toda su fuerza la precarización aún mayor del mercado de trabajo en Sri Lanka.
La Unión Europea no se queda atrás. Su banco de inversiones, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), apoya activamente las empresas de microcrédito que explotan y espolian cientos de miles de mujeres en Sri Lanka. Y es necesario señalar que el banco privado Triodos, supuestamente de banca ética, invirtió también en el negocio del microcrédito en este país.
Y, por supuesto no hay que olvidar a China, para la que Sri Lanka ocupa un lugar geoestratégico en el plan de sus rutas comerciales. China construyó varios puertos sin tener en cuenta la preservación del medio ambiente y, además, endeudando a Sri Lanka. China tampoco hace regalos.
El CADTM se unió a Hiruni y a todas aquellas y aquellos que, como ella, tomaron finalmente la decisión de resistir. Ya que Hiruni, después de haber sido una víctima pasiva, se unió a la acción de la resistencia activa, como muchas otras mujeres que se manifestaron en Colombo, el 27 de febrero de 2020, para exigir del gobierno una respuesta a sus reivindicaciones.
Traducción de Griselda Piñero
Fuente: