El guía supremo de Irán Alí Jamenei amenazó con vengar la muerte del general Qasem Soleimani, asesinado por el gobierno de Estados Unidos. Decenas de miles de personas salieron a las calles de Teherán para protestar por la muerte de su líder. Quemaron banderas de Estados Unidos y se manifestaron contra la intervención norteamericana en la región. Jamenei nombró al número dos de la Guardia Revolucionaria, Esmail Qaani, como sucesor de Soleimani.
El líder iraní reconoció la importancia de la figura del Soleimani para su pueblo. "El martirio es la recompensa de su incansable trabajo durante todos estos años (...). Si Dios quiere, su obra y su camino no se detendrán allí, y una venganza implacable espera a los criminales que han llenado sus manos con su sangre y la de los otros mártires", dijo Jamenei en su cuenta de Twitter. "Tras el martirio del glorioso general Qasem Soleimani, nombro al brigadier general Esmail Qaani comandante de la fuerza Al Quds de los Guardianes de la Revolución", manifestó el guía supremo iraní. Hasta la fecha, Qaani era jefe adjunto de la Fuerza Al Quds, encargado de las operaciones exteriores de Irán. Jamenei lo describió como uno de los comandantes más condecorados del ejército iraní.
En el cento de Teherán miles de manifestantes llenaron las calles a lo largo de varias cuadras. Se pudieron ver carteles con eslóganes como "Muerte a Estados Unidos" y la foto del general asesinado. Mujeres y hombres, algunos de edad, desfilaron blandiendo sobre todo la imagen del guía supremo, el ayatolá Ali Jamenei. "El eje del mal es Estados Unidos, el lema de la religión y del Corán es: muerte a Estados Unidos", gritaban a coro. Manifestaciones similares tuvieron lugar en varias partes del país, según informó la agencia oficial iraní.
El presidente Hasan Rohani también prometió venganza. "No hay ninguna duda de que la gran nación de Irán y otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal Estados Unidos", expresó Rohani. “Su muerte redobla la determinación de la nación iraní y de otras naciones libres de la región de oponerse a la intimidación de Estados Unidos y defender los valores islámicos", afirmó el presidente iraní. A su vez expresó que el ataque era una muestra de la desesperación y debilidad de Estados Unidos en la región.
El ministro de Asuntos Exteriores, Mohamad Javad Zarif, también condenó la muerte de Soleimani. "La malicia y la estupidez de las fuerzas terroristas estadounidenses al asesinar al general Soleimani, héroe, mártir y líder de la lucha contra el terrorismo y el extremismo, sin duda fortalecerá la resistencia en la región y en el mundo", declaró el ministerio. Irán convocó el viernes a un responsable de la embajada de Suiza, que representa los intereses estadounidenses en Teherán en ausencia de vínculos diplomáticos entre ambos países.
Este 2 de enero, el Ejército de EE.UU. mató a Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, y a Abu Mahdi al Muhandis, comandante de la milicia Kataib Hezbolá.
El jefe del Gobierno de transición iraquí, Adel Abdul Mahdi, ha condenado este viernes el ataque con misiles de EE.UU. contra Bagdad que acabó con la vida de Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní; la de Abu Mahdi al Muhandis, el jefe de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) y comandante de la milicia Kataib Hezbolá (KH); y con las vidas de al menos otras 10 personas.
"Condenamos enérgicamente las acciones de la Administración de EE.UU. que llevaron al asesinato de Soleimani y Muhandis", cita al primer ministro la agencia Mehr.
"Operaciones de este tipo, para eliminar a los comandantes de Irak y otros países fraternos, son una grave violación de la soberanía de Irak", ha aseverado. Asimismo, ha señalado que estas medidas de EE.UU. "han incendiado la mecha de una guerra devastadora en Irak, la región y el mundo".
El primer ministro ha convocado una reunión extraordinaria del Gobierno para desarrollar una postura con relación a este ataque.
"Se trata de una grave violación de las condiciones para la presencia de tropas estadounidenses en Irak: su papel se limita solo al entrenamiento de las fuerzas iraquíes y la lucha contra el Estado Islámico como parte de la coalición [internacional]", ha precisado.
Este 2 de enero, el Pentágono ha confirmado el asesinato de Qassem Soleimani "bajo la dirección" de Donald Trump.
"Bajo la dirección del presidente, el Ejército de EE.UU. ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal de EE.UU. en el extranjero matando a Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, designada por EE.UU. como una organización terrorista extranjera", reza un comunicado del Departamento de Defensa estadounidense.
Desde el Pentágono han sostenido que "el ataque tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes", y han acusado a Soleimani de "desarrollar activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región". "EE.UU. continuará tomando todas las medidas necesarias para proteger a su gente y a sus intereses en cualquier parte del mundo", han concluido.
Respuesta de Irán
El presidente de Irán, Hasán Rohaní, ha declarado este viernes que Teherán y otras naciones de la región "vengarán" el asesinato del general Qassem Soleimani.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán ha convocado al embajador de Suiza, Markus Leitner, —diplomático que representa los intereses de Washington en la República Islámica— tras el ataque de misiles perpetrado por EE.UU. para expresar "una enérgica protesta".
El canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, ha calificado el ataque de EE.UU. de "un acto de terrorismo internacional" que "es extremadamente peligroso y una escalada absurda". "EE.UU. es responsable de todas las consecuencias de su aventurismo descarado", destacó Zarif.