DOSSIER: HOMENAJE A LA MUJER
No hay revolución sin liberación************
1. 8 de marzo: día internacional de la mujer trabajadora
Lucía Berbeo
El 8 de marzo, fecha que se hace referencia a los sucesos acontecido en la ciudad neoyorkina en el año 1908, donde murieron calcinadas en una fábrica textil 146 mujeres trabajadoras, que demandaban salarios justos, reducción de la jornada laboral y un trato más humano.
El suceso fue un incendio provocado por las bombas que les lanzaron los cuerpos represivos de esa época, ordenada por los dueños capitalistas, por la negativa de no abandonar el centro de trabajo en el que protestaban, por las condiciones infrahumana a las que eran sometidas; el color purpura es el símbolo de esa lucha, por ser el color de la tela que estaban confeccionando en ese momento.
Ante su importancia, se entrevistó a la defensora de los derechos humanos, Judith López Guevara, quien expresó que “no es un día de celebraciones, sino de lucha contra un sistema opresor que domina, explota, es inhumano, depredador, las luchas de las mujeres, es por su emancipación, por el derecho de vivir entre iguales, con respeto y justicia social, en igualdad de derechos”.
Asimismo indicó que, “no es una guerra contra los hombres porque ellos son explotados, vejados y humillados en esta sociedad capitalista, donde son tratados como máquinas y no como seres humanos, pero ellos a su vez reproducen esos mismos patrones de conducta y de dominación en su hogar, con su mujer”.
Rememoró que, en la Revolución Francesa las féminas jugaron un papel fundamental, tomando conciencia del rol que le tocaba desempeñar, y de su situación social, en esta disputa de clases trazaron sus luchas junto a los hombres, las mujeres parisinas reclamaron la igualdad social bajo el lema «libertad, igualdad y fraternidad».
Durante la entrevista, indicó que este 8 de marzo, “paramos las ocupadas y desocupadas, jubiladas y pensionadas, las asalariadas y las que cobramos subsidios, las trabajadoras de la economía informal y las que realizamos tareas domésticas, las del campo, las pescadoras, las religiosas, las cuidadoras. Contra todas las formas de discriminación y opresión, contra todas las formas de crueldad y maltrato con que el capitalismo quiere aterrorizar nuestras desobediencias”.
Al ser consultada sobre los logros en Venezuela, expresó López Guevara, que “hemos sido visibilizadas en este Proceso Bolivariano, a través de las luchas de años que han realizados grandes mujeres como Argelia Laya, Nora Castañeda, Rosaura Peña, Aura Guevara, Argelia Velázquez de Silva, Jessica Soufront, Virginia King, entre otras, algunas ausentes y otras presente, mujeres que nunca cobraron sueldos, no tuvieron amarres con institución pública para luchar por la defensa de los derechos humanos y la igualdad de género, no se amarraron a viáticos, teléfonos, vehículos o sueldos para hacer su labor situación que tiene mucho mérito. A ellas mi reconocimiento por su constancia y disciplina en la lucha diaria”.
En cuanto a la situación por la cual atraviesa la nación sudamericana, expresó la experta en materia de género, que “vivimos una guerra constante propiciada por una derecha apátrida, dirigida por el imperialismo, donde nos han asfixian, sometiéndonos a un bloque económico devastador, donde las mujeres jugamos un papel principal en esta lucha, somos la vanguardia en esta situación que nos ha tocado vivir”.
En otro momento, dijo que Norteamérica, “con sus garras depredadoras, se apoya en su política exterior agresiva, donde su principal objetivo es bloquear financieramente a nuestro país, para ahogarlo e ir socavando la economía, y violando todas las normas del derecho internacional porque se creen los dueños del mundo”.
Al tiempo dijo que, “comenzaron confiscando los activos de Venezuela que se encuentran en el exterior, no permitiendo el derecho a la defensa, no bastando con esto, prohibieron las posibilidades de nuevas fuentes de financiamiento internacional y de esta manera provocar un default y lograr el cierre total de los mercados internacionales y así Estados Unidos muestra su poderío para someter a un pueblo que vive en paz y libertad, con estas medidas las empresas nacionales no podrían abastecerse de insumos importados, de aquí la situación de escasez”.
Por otro lado las restricciones en los sistema de pago aplicando medidas extremas, “nos preguntaríamos por qué tanto ensañamiento de una potencia extranjera contra nuestro país, por qué tanto asedio, tiene una explicación algo tenemos aquí que a ellos le interesa, son nuestras riquezas minerales y nuestro combustible, la manera que tiene el imperio de adueñarse del botín a través del robo, es aplicando sanciones y lo otro es hacer un embargo petróleo, la devaluación inducida de nuestra moneda para lograr el hundimiento de nuestra nación”.
Finalmente, reflexionó que por eso “las mujeres este 8 de marzo estaremos presente, diciéndole al imperio fuera tus manos de Venezuela. No al bloqueo económico contra nuestro pueblo. Gringo go home”.
Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/198566
2. ¡Por la vida y la dignidad de las mujeres, luchamos unidxs contra la explotación y opresión del sistema capitalista y patriarcal!
Comunicado de Prensa La Vía Campesina – Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
(Harare, 8 de Marzo de 2019) Los objetivos que dieron origen al Día Internacional de las Mujeres Trabajadorasse mantienen vigentes, y se convierten en bandera de lucha, de las mujeres y hombres, en todos los rincones del mundo, que resisten de forma organizada contra el capitalismo y el patriarcado.
Es por eso que hoy, las mujeres de La Vía Campesina de África, América, Asia y Europa saludamos y nos sumamos en unidad a todas las acciones y movilizaciones convocadas por las mujeres trabajadoras del campo y la ciudad, en lucha por nuestros derechos y por la vida.
¡Este 8 de Marzo, nosotras también paramos!
Este día de acción global llevamos a las calles, plazas, a las comunidades campesinas y zonas rurales nuestra fuerza, nuestra resistencia, nuestra organización y la reafirmación de nuestras banderas de lucha. En el actual contexto mundial,de arremetida del capitalismo en su forma más salvaje y avasalladora, ha aumentado las desigualdades sociales, los conflictos, la criminalización, la xenofobia y la homofobia contra quienes luchamos por los derechos y la vida, promoviendo la guerra, en un escenario de crisis migratoria, colocando a millones de personas en situación de miseria y violencia, y con ello también a millones de mujeres.
Por esta razón, nosotras mujeres de La Vía Campesina nos movilizamos hoy, 8 de Marzo, como lo hacemos históricamente, luchando, organizándonos y gritando: ¡Basta del Neoliberalismo y basta de patriarcado! Levantamos nuestra propuesta de construcción de un mundo mejor celebrando nuestra Declaración sobre Derechos de Campesinas y Campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales, instrumento político reconocido en el seno de las Naciones Unidas, y que conquistamos con mucha lucha y organización, esta declaración nos ampara en nuestros derechos por una vida digna, para quienes alimentamos a los pueblos del mundo, cuidando de la tierra, las aguas y los bosques.
Para nosotras las mujeres de La Vía Campesina los alimentos no pueden ser mercancías del mercado globalizado, que lo único que interesa es el lucro, y no saciar el hambre de millones de personas. Para nosotras, la producción de alimentos debe basarse en la Soberanía Alimentaria con construida con agroecología, y en ese escenario somos las protagonistas, promoviendo la agricultura campesina, fundamentada en el respeto a los derechos de campesinas y campesinos, esto supone una cambio en las políticas territoriales para el medio rural y con una perspectiva feminista, un feminismo campesino popular, que promueve y garantiza los derechos y participación de las mujeres en las decisiones políticas
Seguimos firmes en nuestra misión de germinar la esperanza y la liberación para las mujeres del campo y de ciudad en todo el mundo. Y por eso nos hermanamos de modo fraternal con todas las mujeres del Paro Internacional de Mujeres, que busca demostrar que el trabajo de las mujeres es un factor clave de la sustentación y reproducción de la vida y de la economía mundial. Solamente con organización social, con formación y estudio político, en unidad con otras organizaciones feministas de mujeres y de trabajadoras podremos avanzar en una vida a digna para mujeres y hombres.
¡Por la vida y la dignidad de las mujeres, luchamos unidxs contra la explotación y opresión
Fuente: https://viacampesina.org/es/por-la-dignidad-de-las-mujeres-luchamos-unidxs-contra-la-explotacion-y-la-opresion-del-sistema-capitalista-y-patriarcal/
3. 8 de marzo de 2019: ¡No hay revolución sin liberación! ¡No hay revolución sin feminismo proletario!
Ayer, en Córcega, murió una mujer de 34 años, asesinada por su ex cónyuge. Es desde el 1 er de enero de 2019 EL trigésimo víctima de feminicidio en el Estado francés. A finales de enero, este número ya había aumentado a 17. Por su parte, el movimiento a la libertad de expresión sobre violencia sexual iniciado por MeToo ha demostrado recientemente que los círculos "progresistas" o aquellos que proponen el "feminismo" no son ahorrado por estos fenómenos.
Esto nos muestra una cosa: esta violencia física y sexual mortal y destructiva sufrida por las mujeres no se da en ninguna circunstancia: es parte de la vida cotidiana de las mujeres en la sociedad capitalista y es solo la parte visible del mundo. Explotación estructural del patriarcado.
En nuestra sociedad, a las mujeres se les asigna un rol específico, además de su rol asignado por su clase: el de reproducir la fuerza laboral de los hombres y los suyos. De hecho, los capitalistas nunca quisieron pagar por la reproducción de la fuerza laboral, es decir, todas las tareas domésticas relacionadas con el hogar y los niños. Sin embargo, estas tareas son esenciales para que la empresa funcione correctamente. Esta división del trabajo de género se ve fácilmente al observar el enorme porcentaje de tareas domésticas en los hombros de las mujeres.
Pero donde hay opresión, hay resistencia, y donde el patriarcado es mantenido y reforzado por el imperialismo, se organiza un movimiento de mujeres. Podríamos hablar de los grandes movimientos por el derecho al aborto en Irlanda o Argentina donde los senadores reaccionarios se negaron a votar la ley sobre el derecho al aborto, o España donde se organizó una huelga gigantesca en 8 de marzo movilizando a cientos de miles de mujeres. Pero más allá de estas demandas reformistas, el movimiento de mujeres desempeña un papel vital en los movimientos revolucionarios de todo el mundo.
En todas las revoluciones, vemos el papel fundamental que ocupa la mujer. Durante la Comuna de París, en medio de la Semana de la Sangre, fue todo un batallón de mujeres el que tuvo una de las barricadas más importantes de París, la rue Château d'Eau. Estas 53 mujeres revolucionarias, como muchas otras que lucharon por la Comuna, fueron fusiladas por los ejércitos de la burguesía.
Durante las revoluciones rusas de 1917, los chinos en 1949, las luchas de liberación nacional en las colonias y semicolonias, o la Gran Revolución Cultural Proletaria en China en 1966, podemos ver el lugar central que desempeñan las mujeres.
No es sorprendente que los reaccionarios y contrarrevolucionarios busquen silenciar a quienes afirman esta historia. Cuando nuestros compañeros de la India, Filipinas, Turquía, Perú o Manipur se levantan contra la opresión que soportan, se arman contra el estado burgués y patriarcal, el enemigo lo utiliza para denigrar. revolución. En los medios de comunicación burgueses, leemos que las mujeres maoístas en la India sirven, por ejemplo, para "distraer a las fuerzas de seguridad" (BBC, 2013). La burguesía muestra bien lo que piensa de las mujeres con estos ejemplos. Cuando se levantan, no pueden ser verdaderos luchadores comunistas para ellos, sino simplemente "usados". En la liberación por la revolución, las mujeres rompen esta imagen patriarcal.
Por lo tanto, es crucial para los comunistas plantear la cuestión del feminismo proletario, porque es fundamental analizar el papel de la opresión específica de las mujeres en la sociedad capitalista en su etapa imperialista, para trabajar hacia la destrucción del sistema patriarcal que explota. y oprimir a las mujeres. Mientras permanezca, evitará que emerja una verdadera sociedad comunista y seguirá siendo un foco importante de la contrarrevolución.
No hay revolución sin liberación.
Muchas concepciones revisionistas y oportunistas de derecha hoy hacen que la lucha contra el patriarcado y el feminismo proletario sea algo incidental, incluso obsoleta, y bajo el pretexto de "dividir la lucha" no sería necesario para ser presentado
Una primera de estas concepciones erróneas es la afirmación de que los fenómenos patriarcales de hoy son solo sobrevivientes de la sociedad feudal, que el capitalismo habría ayudado a derrocar.
Este error es típico del "materialismo" burgués y mecanicista que ve la historia como un progreso continuo y lineal, confundiendo el progreso real alcanzado por las feministas burguesas con el progreso hecho posible por el capitalismo. En realidad, estos avances ciertamente han sido reconocidos por la burguesía al final de las luchas reformistas, pero también observamos que durante las grandes crisis del sistema capitalista, y en particular en los fenómenos del ascenso del fascismo, estos derechos están entre los El primero en ser cuestionado como la expresión de una "decadencia de la sociedad". Este fue el caso en la dictadura fascista chilena o en la España de Franco, y este es actualmente el caso en Polonia donde el gobierno reaccionario busca abolir completamente el derecho al aborto.
Esta es la prueba de que el patriarcado no es un remanente de la antigua sociedad feudal, sino una parte integral del imperialismo, tanto en los países dominados donde mantiene a las mujeres en un estado de imperialismo. Máxima opresión en la prevención del desarrollo económico, solo en países imperialistas.
El capitalismo requiere la existencia de una explotación doméstica para la reproducción de la fuerza laboral de trabajadores y trabajadores. Durante los períodos de acumulación primitiva y el advenimiento final del capitalismo, la condición de las mujeres y su libertad han disminuido enormemente, lo que ha relegado a las mujeres a un trabajo reproductivo cada vez más necesario e intenso como La acumulación capitalista se intensificó. El hecho de que las mujeres, además de este trabajo reproductivo cada vez más intenso, sea explotado en el contexto del trabajo productivo como proletario (donde incluso se las explota más que los hombres) no es, de hecho, contradictorio, estas dos formas de Las granjas son esenciales para el capitalismo y la creación de ganancias.
Las mujeres proletarias en nuestra sociedad son doblemente oprimidas y explotadas: como mujeres y como proletarias, el capitalismo de ninguna manera libera a las mujeres, y el patriarcado es parte integral del sistema capitalista y su superestructura.
Pero muchos de los llamados revolucionarios afirman con frecuencia otro concepto erróneo de la lucha por la liberación de la mujer. Aunque reconocen la existencia de la dominación sobre las mujeres en el marco del capitalismo, creen que la lucha feminista y el movimiento de mujeres no son una necesidad, con el pretexto de que serían interclases. Afirman que la revolución proletaria provocará mecánicamente la desaparición del patriarcado y que la contradicción entre mujeres y hombres, porque es secundaria, se resolverá con la resolución de eso entre producción social y propiedad privada.
Esta es una concepción típica del revisionismo mecanicista que sigue el principio de que "dos se funden en uno".
En realidad, si podemos considerar efectivamente la contradicción entre hombres y mujeres como una contradicción dentro de las personas, determinada por la principal contradicción entre producción social y propiedad privada, considérela como insignificante y la vemos solo como un medio. Oportunista de integrar a las mujeres en el movimiento revolucionario es olvidar tres cosas cruciales que el materialismo dialéctico y el marxismo-leninismo-maoísmo nos enseñan:
- En primer lugar, que una contradicción entre las personas puede asumir un aspecto principal en el contexto de las luchas que lo conciernen específica o principalmente, como es el caso, por ejemplo, de la lucha contra la violencia contra las mujeres y contra la violencia y los abusos sexuales.
- En segundo lugar, en la aplicación de la línea de masas, una contradicción aunque "secundaria" es a menudo un aspecto crucial, tal es el caso, por ejemplo, las huelgas de personal del hotel que fueron reprimidas sin piedad el año pasado. En este caso, aunque se trata de una huelga contra una empresa capitalista, descuidando o ignorando el papel desempeñado por la opresión patriarcal en un entorno de clase trabajadora compuesto mayoritariamente por mujeres, confrontado diariamente por Esta opresión específica y sobreexplotada como mujeres, conduciría a un análisis superficial y una aplicación errónea de la línea de masa.
Por último, pero no menos importante, no es ignorar el papel de la superestructura en el desarrollo de la contrarrevolución. Desde la Gran Revolución Cultural Proletaria, sabemos que no desaparece automáticamente cuando se derroca el poder capitalista y ayuda a mantener y alimentar el campo de reacción. En el marco de la construcción del socialismo, donde continúa la lucha de clases, la Revolución Cultural es necesaria para sofocar la contrarrevolución. Pensar, como los revisionistas, que las contradicciones entre mujeres y hombres se resolverán por la simple acumulación de reformas es un error fundamental. El patriarcado, la explotación reproductiva de las mujeres y la ideología reaccionaria de la familia continuarán existiendo después de la revolución,
Todo esto también se aplica a otras contradicciones dentro de la gente, como la opresión racista.
Por lo tanto, contrariamente a estas concepciones revisionistas, es esencial construir, dentro del movimiento revolucionario liderado por el Partido Comunista, un frente proletario de mujeres, con el feminismo proletario como la línea central. Todo esto para enfrentar frontalmente estas cuestiones feministas y salvaguardar la revolución liderando la lucha, dentro del movimiento revolucionario y las masas, contra el patriarcado y sus defensores reaccionarios. Porque aunque los hombres de las masas populares tienen un interés en la revolución y su conservación a largo plazo, no pueden dirigir este movimiento de mujeres, porque también tienen un interés a corto plazo en su explotación y, por lo tanto, una tendencia a querer preservar. Estas prácticas reaccionarias.
No hay liberación sin revolución.
El papel histórico de nuestra clase en el campo del movimiento de mujeres es desarrollar el feminismo proletario. Esta verdad nunca ha sido más clara, más de cien años después del establecimiento del 8 de marzo. ¡Como dijimos, no tendremos una revolución sin liberación! ¡Pero tampoco tendremos liberación sin revolución! Debemos poner a la vanguardia de nuestras preocupaciones el desarrollo de una teoría y práctica claras de lo que es el feminismo proletario hoy en día, y su papel en nuestra revolución.
Vivimos hoy en una sociedad de clase. Todas las preguntas que surgen en la sociedad de clases contienen un punto de vista de clase que les es peculiar. Por lo tanto, reconocemos que la lucha por la liberación de las mujeres en la revolución solo puede llegar al final si está dirigida por mujeres proletarias. Nosotros, las mujeres proletarias, formamos una gran parte del proletariado y la clase trabajadora, y nuestro papel en la clase es, por lo tanto, el motor. Nuestra liberación debe necesariamente partir del papel social de las mujeres en la sociedad, que es el aspecto principal del patriarcado en nuestro tiempo. Romper este aspecto principal, transformar el papel social de las mujeres por la revolución y poner fin a todo lo que mantiene la opresión patriarcal, es el proceso de liberación de las mujeres proletarias por parte del feminismo proletario.
Esta posición es una línea clara de demarcación con otras líneas de clase en el feminismo. El feminismo histórico burgués sigue centrado en el reconocimiento legal de los derechos de las mujeres, como si el estado burgués en una sociedad patriarcal pudiera garantizar la igualdad de género. Oficialmente, un número significativo de prácticas patriarcales, como la violencia sexista y sexual, son ilegales. Sin embargo, continúan existiendo en las formas más feroces y bárbaras, difundidas por toda la sociedad. La policía, el perro guardián del estado, se niega a manejar estos casos. ¿Dónde está la igualdad en esto? No vemos ninguna. Por otro lado, las corrientes feministas y pequeñoburguesas de los años sesenta y setenta luchan por resolver el problema mientras ignoran su raíz. La revolución social, la única solución radical, es sustituida por la evolución cultural o el cambio individual. En algunos casos, estas prácticas se teorizan, en forma de deconstrucción, por ejemplo, para garantizar un entorno que supuestamente sería seguro, como una isla sin patriarcado en medio de una sociedad que siempre es así. Estas posiciones son solo prácticas de exclusión, que relegan al segundo plano el cambio del mundo a preferir un supuesto cambio de uno mismo, que nunca se logrará realmente en la sociedad patriarcal. Como una isla sin patriarcado en medio de una sociedad que todavía lo es. Estas posiciones son solo prácticas de exclusión, que relegan al segundo plano el cambio del mundo a preferir un supuesto cambio de uno mismo, que nunca se logrará realmente en la sociedad patriarcal. Como una isla sin patriarcado en medio de una sociedad que todavía lo es. Estas posiciones son solo prácticas de exclusión, que relegan al segundo plano el cambio del mundo a preferir un supuesto cambio de uno mismo, que nunca se logrará realmente en la sociedad patriarcal.
Este feminismo cultural domina el feminismo occidental y, por lo tanto, ha influido en el pensamiento feminista en los países del Tercer Mundo. Por lo tanto, se alinea fácilmente con la tendencia posmodernista y ha desviado la dirección de todo el movimiento, desde una lucha para cambiar las condiciones materiales de la vida de las mujeres hasta un análisis de "representaciones" y símbolos. Se opusieron a la idea de que las mujeres se conviertan en una fuerza militante porque enfatizan la naturaleza no violenta de las mujeres. No toman en cuenta el papel que las mujeres han jugado en las guerras contra la tiranía a lo largo de la historia. Las mujeres han tenido y deben seguir desempeñando un papel activo en las guerras justas para poner fin a la opresión y la explotación. Así, serán participantes activos en la lucha por el cambio.
-Anuradha Ghandy, líder del Partido Comunista de la India (Maoísta), Tendencias filosóficas en el movimiento feminista , 2006
Todas estas corrientes feministas también ignoran en su conjunto la cuestión de las mujeres en los países dominados por el imperialismo (colonias, semicolonias), así como la posición de las mujeres inmigrantes proletarias en el estado francés. Estas corrientes, la mayoría de las veces de los países imperialistas de Europa y América, descuidan, rechazan o se niegan a analizar los grandes movimientos de mujeres en las colonias y semicolonias, como en las guerras populares. La fuerza del movimiento de mujeres en las zonas rojas de la India, o su lugar central en el rápido desarrollo de las guerras populares en Filipinas desde 1968, en Turquía, en Perú desde 1980 o en Nepal desde 1996, nunca se discuten Se ignora el uso por parte de mujeres maoístas de grandes movimientos de masas. Sin embargo, son de gran importancia, gracias a su capacidad para movilizar a las mujeres de las masas populares contra las prácticas feudales patriarcales para comenzar a romper sus cadenas con éxito por la revolución. Si tomamos un ejemplo, podemos pensar en las mujeres adivasis (tribales) de la India. Gracias a un movimiento de masas exitoso, tomaron la decisión en algunas áreas rojas rurales de prohibir la producción y el consumo de alcohol para los hombres (y, por lo tanto, para todos, ya que la sociedad patriarcal no les permitía consumirlos). ), porque el alcohol aumentó el número de violencia y fortaleció el poder de los hombres. En India podemos pensar en mujeres adivasis (tribales). Gracias a un movimiento de masas exitoso, tomaron la decisión en algunas áreas rojas rurales de prohibir la producción y el consumo de alcohol para los hombres (y, por lo tanto, para todos, ya que la sociedad patriarcal no les permitía consumirlos). ), porque el alcohol aumentó el número de violencia y fortaleció el poder de los hombres. En India podemos pensar en mujeres adivasis (tribales). Gracias a un movimiento de masas exitoso, tomaron la decisión en algunas áreas rojas rurales de prohibir la producción y el consumo de alcohol para los hombres (y, por lo tanto, para todos, ya que la sociedad patriarcal no les permitía consumirlos). ), porque el alcohol aumentó el número de violencia y fortaleció el poder de los hombres.
Es esencial sintetizar todas las experiencias del movimiento de mujeres de las masas populares, todas las prácticas justas de las que podemos extraer una enseñanza universal, para tener a nuestra disposición las armas de nuestra liberación. Este es el punto de vista esencial del feminismo proletario. Nuestro objetivo es la destrucción del patriarcado por la revolución, por lo que todas las teorías que nos desarman o distraen de este objetivo son parásitos de nuestra liberación. Vemos el desarrollo en todos los países del movimiento de mujeres, en paralelo con el desarrollo del movimiento comunista internacional. En el estado francés, un estado imperialista y colonial que oprime a las mujeres mucho más allá de la población metropolitana, es de primordial importancia desarrollar el feminismo proletario. Las organizaciones revolucionarias que adoptan el feminismo proletario como un punto de vista de clase en el movimiento de mujeres son más necesarias que nunca. Todos nuestros esfuerzos se dirigen al desarrollo de dichas organizaciones y al fortalecimiento indispensable del feminismo proletario en nuestro Partido.
¡Viva el 8 de marzo!
¡No hay revolución sin liberación!
¡No hay liberación sin revolución!
¡Vamos a desarrollar el feminismo proletario en el estado francés y en el mundo!
Fuente: http://www.pcmaoiste.org/
4. Historia de las mujeres en 3.650 millones de olas
Patricia Reguero
La historia del feminismo se ha contado en tres olas, pero esas olas se quedan cortas al intentar abarcar la diversidad de los movimientos de las mujeres en todo el mundo. La humanidad está llena de ejemplos de sororidad.
Al menos 50.000 mujeres fueron asesinadas en 2017 por sus parejas, exparejas o familiares, en su mayoría hombres, por el hecho de ser mujeres, según datos de Naciones Unidas. La Organización Mundial de la Salud estima que cada año se practican 25 millones de abortos inseguros. 200 millones de niñas y mujeres son víctimas de la mutilación genital femenina, según UNICEF. Las ganancias ilegales de la trata de personas alcanzaron los 150.000 millones de dólares, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2014, de los cuales 90.000 millones corresponderían a la trata con fines de explotación sexual.
Es tan solo una pequeña muestra de algunos de los datos que recoge el Atlas de las mujeres en el mundo, las luchas históricas y los desafíos actuales del feminismo (Clave Intelectual, 2018), y que planea de Argentina al Kurdistán, y de las beguinas del siglo XII a las mujeres iraníes en 2018. Según Lourdes Lucía y Ana Useros, directora y coordinadora de este compendio que sigue el espíritu de los atlas de Le Monde Diplomatique, “en todos los campos y ámbitos de la vida, las normas que rigen cualquier sociedad han establecido un yugo patriarcal que somete, discrimina, ofende y humilla a esa otra mitad de la población”.
Los datos que más duelen son los referidos a las violencias contra las mujeres, pero hay muchos más. El 74,7% de los presidentes y miembros de consejos de las principales compañías que cotizan en las bolsas europeas son hombres. En 2018, las mujeres fueron solo el 21% del total de personas participantes en el Foro Económico Mundial de Davos, la cifra más alta en sus 48 años de existencia. Las mujeres cobran un 24% menos que los hombres según ONU Mujeres y son mayoría en sectores con ingresos más bajos.
“La intención del atlas era contar lo más objetivamente posible cómo está la situación de las mujeres en el mundo, pero la cosa está de tal manera que no se puede contar esa historia sin incluir las resistencias que genera; el feminismo en este atlas es una consecuencia”, dice Useros.
Ambas reconocen que contar la situación de 3.650 millones de personas, el número de mujeres de una población mundial de más de 7.000 millones, era difícil y que, mientras el libro pasaba por sus fases finales antes de llegar a las librerías, surgirían nuevos movimientos. Un ejemplo de lo que no está: en enero de este año, millones de mujeres formaron un muro humano de 620 kilómetros en India, después de que dos mujeres desafiaran la prohibición centenaria de entrar en un templo en el Estado de Kerala. Lo que sí está: la movilización por el derecho al aborto en Argentina, la organización de las mujeres en el Kurdistán o la huelga feminista de 2018 en España, además de muchos datos e hitos que dibujan un mapa de sororidad global.
Soro... ¿QUÉ? Un concepto no tan nuevo
Tres mujeres se quitan el velo y cantan una canción en el metro de Teherán. Un día antes, una mujer había sido sentenciada a dos años de prisión por quitarse el velo en público. Decenas de feministas reparten silbatos en las principales ciudades de Marruecos en una contra el acoso callejero. Miles de mujeres denuncian la justicia patriarcal que ve “jolgorio” en una violación en España. Aunque el término entró en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española en diciembre de 2018, los ejemplos de pactos entre mujeres basados en la “sororidad” son muchos a lo largo de la historia. “La sororidad no tiene nada que ver con el ordenamiento jurídico, ni con instituciones ni con estructuras, sino con un cierto sentimiento que se produce espontáneamente en los sitios más extraños, desde las comunidades de monjas a la cola de la pescadería”, explica Useros.
Useros señala, aludiendo al capítulo “Sororidad, un pacto entre mujeres” que firma la filósofa argentina María Luisa Femenías, que el concepto de fraternidad, que se populariza como “hermano pequeño” de la tríada “libertad, igualdad, fraternidad” de la Revolución francesa, tiene la particularidad de que no se puede articular políticamente —como sí sucede con los otros— y se convierte en un término revolucionario y “poco articulable en términos legales” que, sin embargo, no encontraba su equivalente entre las mujeres. No solo eso, sino que “mientras que la amistad entre mujeres se presenta como natural, la relación entre mujeres habitualmente se muestra como un vínculo plagado de conflictos”, sostiene Femenías.
Para Femenías, aunque los términos fraternidad y sororidad son lógica y lingüísticamente equivalentes, no lo son en su uso político, público, social y jerárquico. La sororidad se refiere así a pactos no necesariamente explícitos, basados en la confianza recíproca, respeto mutuo y la valoración positiva de la otra mujer, rechazando la dependencia emocional, económica, de clase o identitaria de una figura masculina de la que obtener reconocimiento. “La sororidad habilita una sociedad desjerarquizada que, al mismo tiempo, posibilita un cambio fundamental en el modo de entablar las relaciones de género, tendente a la transformación social”, concluye Femenías, que advierte de que “las relaciones humanas son culturales”, por lo que las relaciones que se conforman dependen de las circunstancias sociohistóricas.
Como ejemplo de esa relación, la historia ha dejado a las beguinas, en el siglo XII, una asociación de mujeres cristianas que dedicaban su vida a la ayuda a pobres y enfermos, trabajando para poder mantenerse, mucho antes de que la teoría feminista empezara a poner fechas y nombres a la historia de la organización de las mujeres como movimiento social y político.
¿Cuarta ola? O un feminismo para el 99%
“Puede llamarse cuarta ola o puede llamarse feminismo para el 99%, como lo caracterizan las académicas estadounidenses”, mantienen María Florencia Alcaraz y Agustina Paz Frontera en el capítulo “La generación ni una menos”. Las argentinas lo tienen claro: se ha dado un paso más en la historia del feminismo en el que las mujeres han reforzado su protagonismo y han podido instalar en la agenda política nuevas demandas. Esto que algunas entienden como “cuarta ola” tiene como herramienta fundamental internet y como rasgo característico la masificación del movimiento feminista.
Pero ¿surfeamos ya en la cuarta ola? “Las olas son constructos teóricos y artificiales, que pueden ser saludables para intentar entender, pero que, como todo constructo teórico, está sujeto a limitaciones”, explica Lourdes Lucía. “Una teoría se construye para facilitar la comprensión de un asunto, pero es algo limitado y cambiable”, mantiene.
El feminismo, entendido como una corriente de acción política que surge cuando las mujeres toman conciencia de la desigualdad, se explica en tres olas. La primera ola identifica esa desigualdad y encamina sus acciones a conseguir la igualdad jurídica y el derecho al voto, que se convirtió en una lucha central a finales del siglo XIX. En la segunda ola se añade que “lo personal es político” y se describe el sistema patriarcal, además de como opresor, como terriblemente violento con las mujeres. La tercera ola, a partir de los años 80 del siglo XX, amplía el sujeto del feminismo y surgen nuevas miradas y preguntas.
“Yo pensaba que seguía tranquilamente haciendo surf en la primera ola”, dice Ana Useros, que considera “prematuro” hablar de una cuarta ola. Desde la tercera, o la cuarta ola, o desde una ola propia, o desde ninguna, millones de mujeres han demostrado en todo el mundo su capacidad de organizarse ante un mismo sistema que encuentra formas propias de adaptarse y tratar de mantener a las mujeres en un segundo plano en todo el mundo. Y han sido las mujeres las que han señalado la misoginia de Jair Bolsonaro en Brasil o la de Donald Trump en Estados Unidos, como han sido también ellas quienes han denunciado el peligro que las extremas derechas representan para los derechos de la mujeres en Polonia o Andalucía.
Por eso, este año la huelga feminista se enfrenta al reto de ser global y de desbordar un día, el emblemático 8 de marzo, para luego seguir. “Iré, iremos a la huelga el 8 de marzo, pero también hay que seguir luchando todos los días del año”, explica Lourdes Lucía.
2019-03-04 06:00:00
Por Patricia Reguero
@Des_bordes
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/huelga-feminista/historia-mujeres-3650-millones-olas-8m-feminismos