Felipe Martínez
Dibujo del resguardo de provincial antes de la mina y después de la mina
La explotación de carbón en el sur de la Guajira, una situación de vida o muerte para los wayúu, pueblo originario que terminó padeciendo todos los efectos negativos derivados de la intervención de una multinacional sobre su territorio, con el aval del Estado colombiano. Sus denuncias en el Congreso de la República, en reciente Audiencia pública, reconfirma la indiferencia estatal ante tan grave situación. Su transporte hacia Bogotá, y de regreso a su territorio, evidencio ante sus cuerpos el racismo latente en nuestro país.
El sábado 18 de noviembre, desde el sur de la Guajira arrancó un bus rumbo a Bogotá con una delegación de cuarenta personas provenientes de diferentes resguardos wayúu, tales como: Provincial, Cerritos I y II, Lutamana, Campo Alegre y Tamaquitos I y II. El viaje tenía un propósito concreto: denunciar en el Congreso de la República los efectos que como comunidad padecen por la explotación de carbón en sus territorios (1).
A las 11 de la mañana de aquel día, la delegación conformada por abuelos y abuelas; hombres y mujeres; jóvenes; niños y niñas, esperaban cargados de maletas, bolsas y tulas la llegada del bus que los llevaría a la capital del país.
Para el indio lo peor
Semanas atrás (del 29 septiembre al 1 de octubre) al territorio wayúu viajó la Misión de Observación del departamento de la Guajira, conformada por profesionales y activistas de distintas áreas –salud, medio ambiente, ciencias sociales, derechos humanos, derechos de la niñez, periodistas–, con el propósito de realizar un diagnóstico de las condiciones de vida (acceso al agua potable, derecho a la salud, problemáticas sociales, ambientales, culturales y económicas) de las comunidades que habitan cerca al complejo de explotación carbonífero que actualmente opera la multinacional Cerrejón.
Para la concreción de su propósito, la Misión viajó por la región en un transporte confortable, con aire acondicionado y sillas cómodas. Según lo acordado con la empresa correspondiente, el bus que facilitaría el viaje de la delegación desde la Guajira hasta Bogotá sería igual al dispuesto para la Misión. Acuerdo intermediado por el correspondiente pago en dinero. Pero ni el dinero ni lo acordado pudo hacer valer lo establecido, pues al resguardo de Provincial llegó un bus en pésimas condiciones, algunas sillas no se reclinaban, los asientos estaban sucios y el carro se encontraba lleno de tierra, como si no lo hubieran lavado en semanas. Ante la inconformidad de la comunidad, y la presión de quienes pagaban el servicio de transporte, finalmente, y luego de varios reclamos, el bus fue cambiado en la ciudad de Valledupar por uno que estaba en mejor estado, pero así y todo, aún de inferiores condiciones que aquel que la empresa contratada había dispuesto para transportar a la Misión de Observación.
Una institución indiferente con los indígenas wayúu
La Audiencia pública citada por el representante a la Cámara, Alirio Uribe, se realizó el lunes 20 de noviembre en el Congreso (2), algunas de las entidades citadas para dicha audiencia eran: Defensoría del pueblo, Procuraduría, Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), Agencia Nacional de Minería, Ministerio de salud, Ministerio del medio ambiente, Ministerio de agricultura, Ministerio de minas y Corpoguajira.
La mayoría de estas instituciones brillaron por su ausencia; en la sesión únicamente participaron la Agencia Nacional de Minas, representada por John Álvarez, y la directora de la ANLA, Claudia González, quienes defendieron el proyecto minero argumentando que Cerrejón tiene un plan ambiental que se cumple desde que inició el proyecto extractivo.
Argumentaron, asimismo, el por qué de las condiciones sociales del departamento, asegurando que todo el Gobierno está trabajando en mejorar las condiciones para las comunidades. Hablaron de proyectos sociales que están llevando a cabo con las comunidades wayúu y los planes medioambientales que certifican que no hay ningún problema en la salud de las personas (Ver recuadro “El estado se hace el de la vista gorda”).
Una denuncia que deja un precedente
Seguido de las ponencias de los representantes del gobierno, correspondió el turno a la Misión de observación que presentó un informe de las condiciones ambientales, sociales, culturales y de derechos humanos en las que se encuentran los indígenas como consecuencia de la explotación minera.
Los testimonios estuvieron a cargo de Claudia Naranjo, quien se refirió a las condiciones de salud allí prevalecientes, dejando en claro que las enfermedades presentes en los territorios cercanos a la mina –brotes en la piel, enfermedades respiratorias, entre otras– y problemáticas sociales de inaplazable resolución –como la desnutrición–, tienen como origen la misma explotación minera. Además, denunció la precaria atención médica que reciben los wayúu y la baja cobertura de salud prevaleciente en la región.
Por su parte, Vilma Gómez se enfocó en la niñez, y planteó la violación de los derechos de los niños y niñas, resaltando los problemas de salud que presentan, con enfermedades derivadas de la explotación minera –polvillo de carbón–, enfatizando, de igual manera, en problemáticas sociales como la desnutrición y el bajo rendimiento escolar.
Asimismo, Natalia Ortiz, antropóloga de la Universidad Nacional, habló de los efectos culturales derivados de la minería entre los pueblos wayúu: su división interna por efecto de los beneficios que garantiza la multinacional a quienes están de su parte, la transformación del consumo y de la economía en el territorio (Ver recuadro “A veces pienso”).
Por último intervino Mercedes Lu, bioquímica peruana, quien realizó una explicación científica de los efectos del polvillo de carbón en los pulmones de adultos, abuelos y abuelas, niños y niñas; llevó muestras de agua del Rio Ranchería y agua lluvia en donde se podía observar un color negro derivado de las partículas de carbón que contenían. Sentenció la urgencia de realizar estudios científicos –que no sean realizados por la multinacional– a través de los cuales se compruebe que los impactos del carbón –como dice la multinacional– son nulos para la salud de la población allí asentada, sino se cuenta con estos estudios el tajo Patilla –el más cercano a los territorios wayúu– debe cerrarse y parar actividad.
El pueblo wayúu tomó la palabra
Posterior a los testimonios de la Misión de Observación, al estrado del auditorio destinado para la Audiencia, pasaron diferentes voceros y voceras de los wayúu quienes narraron la situación que viven en el territorio (3), recordando las múltiples problemáticas que viven como consecuencia de la existencia y pervivencia de la explotación minera en sus territorios; dejaron en claro que si continúa esta explotación están sentenciando a muerte a un pueblo entero.
En sus intervenciones, denunciaron, asimismo, las acciones de la multinacional Cerrejón, los bloqueos de tierra que interponen en los caminos tradicionales que conducen hacia el rio para, de esa manera, obstaculizar el paso de los indígenas a su única fuente de agua; la compra de autoridades y lideres wayúu para que hablen a favor de la multinacional; las divisiones internas generadas por los beneficios que otorgan a algunos indígenas para que avalen el accionar de la empresa minera; los ruidos constantes producidos por el funcionamiento de las máquinas y por las explosiones de dinamita; la contaminación de la tierra, el aire y el agua (4).
Desilusionados por la actitud del Gobierno ante su visita, su palabra subió de tono y le expresaron a los funcionarios de la Agencia Nacional de Minas y ANLA que eran mentirosos, que sus discursos eran muy bonitos pero que nada de eso se cumplía en la realidad. Retaron a que pasaran unas semanas en sus territorios para que vieran y sintieran en carne propia la realidad por ellos padecida.
Aprendizajes para el futuro
La Audiencia terminó entre el silencio de los funcionarios del Estado y la inconformidad de los wayúu. Los indígenas se devolvieron a su territorio con varios aprendizajes: para el Estado están primero los negocios que la vida de los pueblos; los indígenas son un problema para el desarrollo económico del país; la sociedad reproduce un racismo estructural hacia ellos.
El regreso de la delegación se prolongó durante 30 horas: 3 buses distintos fueron necesarios para llegar hasta Provincial, cada vez que se cambiaba de bus el abordado se dañaba o tenía alguna falla mecánica; tres personas se desmayaron. No importó que en los buses fueran abuelos, abuelas, niños, niñas, jóvenes y adultos, todos tuvieron que padecer y aguantar el irrespeto y el racismo claramente manifiesto por la empresa de transporte.
Un nuevo reto para los wayúu
Ante una institución que los ignora y una multinacional que los despoja, los wayúu deben reinventar la resistencia, es urgente innovar en las formas de actuar en los territorios, de apropiarse y recuperar la cultura. Es necesario pensarse un proceder que vaya más allá de la institucionalidad, que abogue por la autonomía en los territorios, que consolide espacios asamblearios de decisión territorial, donde se concrete poder y se tenga gobierno propio. Un reto que debe pensarse para los años porvenir, donde sea posible la vida digna (Ver recuadro “A futuro que sea”).
Recuadro 1
“El estado se hace el de la vista gorda”
Desdeabajo (da). ¿Para qué viajó la delegación wayúu a Bogotá?
Yaneth Wariyu (YW). Estuvimos en el Congreso exponiendo la problemática que vivimos frente al complejo carbonífero que tenemos como vecino en el municipio de Barrancas, ya que esto lo que nos ha traído es miseria dentro de nuestras comunidades.
Los niños dentro de la comunidad son los que más están recibiendo el impacto de la contaminación, ya se están enfermando, han fallecido varios familiares; entonces vinimos a que escucharan nuestra problemática.
da. ¿Cuál fue la actitud del Estado frente a la delegación wayúu?
YW. El Estado se hace el de la vista gorda, no nos quiere responder frente a esta problemática, quiere desviar el tema. Tienen las mismas palabras como si estuviéramos hablando con Cerrejón, o sea, todo lo tienen en papel bien bonito, bien maquillado, pero eso en el terreno no se ve
Recuadro 2
“A veces pienso que seguimos todavía en la época de la colonización”
desdeabajo (da). ¿Cuáles son las problemáticas que viven los wayúu del sur de la Guajira como consecuencia de la extracción de carbón por parte de la multinacional Cerrejón?
María Cristina Bouriyu (MCB). El daño de la dinámica social entre nosotros, que ocasiona una división. Tenemos la problemática de vivir 24 horas recibiendo los residuos tóxicos que emite la actividad minera en nuestro territorio, ocasionando en nuestros niños y en nosotros mismos unos daños o deterioros en la salud, sobre todo ocasionando enfermedades respiratorias, enfermedades en la piel, como escabiosis.
El constante ruido las 24 horas del día y, más que todo, en la noche, cuando lo sentimos con más profundidad; los ruidos nos han traído daños auditivos, daños visuales; los residuos tóxicos que eleva la explotación caen a nuestro río contaminando el agua, la poca agua que podemos tener ya que en el resguardo no tenemos agua potable. Nunca la hemos tenido.
da. Hace unas semanas, el Juzgado Promiscuo del Circuito del departamento de La Guajira falló una tutela y ordenó a la gobernación la Guajira, a la alcaldía de Barrancas y a la empresa Cerrejón garantizar agua potable para el resguardo de Provincial, hasta la fecha, ¿qué ha sucedido con tal fallo?
MCB. La Sentencia 256 de 2015 ordenó que la gobernación de la Guajira, la alcaldía municipal y la empresa Cerrejón nos garantizaran y nos dieran una solución definitiva al tema del agua potable. Desafortunadamente, la Sentencia cumplió su ciclo hasta el 31 de octubre donde nosotros no hemos recibido agua ni en carro cisterna, ni en burro, ni en bicicleta, ni de ninguna manera, para que podamos decir que el estado nos está cumpliendo.
da. ¿Cuál es la respuesta del Estado frente a la audiencia pública?
MCB. La respuesta del Estado frente a la audiencia donde estuvimos presentes en el Congreso no es otra diferente a la que hemos recibido siempre las comunidades indígenas, ya que el Estado siempre hace caso omiso de las necesidades mínimas que tenemos en territorio. A veces pienso que seguimos todavía en la época de la colonización, 500 años atrás, donde los indios siempre fuimos vistos como una cosa, y seguimos siendo una cosa, y por eso el Estado no nos garantiza el derecho a una vida digna.
Recuadro 3
“Bueno a futuro que sea una vida digna”
desdeabajo (da). ¿Cómo se sintió en la Audiencia?
Eugenio José Epiayu Uriana (EJEU). Nos quedó claro que no somos como muy bienvenidos, porque al Estado no le conviene nuestra presencia acá. Las palabras son muy bonitas, el escrito es muy bonito. Queremos resultados precisos. Como, por ejemplo, que nos digan vamos a cerrar el tajo. Eso sería una respuesta directa
da. ¿Qué esperan para el futuro?
EJEU. Bueno, a futuro que sea una vida digna, una vida sana para todos los que vienen, los hijos, el futuro son ellos, y esperamos eso.
Referencias
(1) Ver nota “al pueblo wayúu se le agota el tiempo” https://www.youtube.com/watch?v=9zDZcgeU1qU
(3) Para conocer las problemáticas que viven los wayúu del sur de la Guajira por causa de la multinacional Cerrejón https://www.desdeabajo.info/ediciones/32957-al-pueblo-wayuu-se-le-agota-el-tiempo.html
(4) Una historia sobre la situación que padecen los wayúu https://www.desdeabajo.info/ediciones/32956-nos-quitaron-tanto-que-ya-no-podemos-sonar-en-paz.html
Fuente: https://www.desdeabajo.info/colombia/33003-racismo-estructural-contra-el-pueblo-wayuu.html