Enrique Gutiérrez
La Jornada
La protesta en Santiago de Chile y otras ciudades fue la segunda movilización en el año contra la reforma educativa impulsada por la presidenta Michelle Bachelet Foto Ap
Miles de estudiantes y profesores chilenos marcharon este jueves por las calles de Santiago y otras ciudades del país para reclamar mayor participación en la reforma educativa que impulsa la mandataria Michelle Bachelet, iniciativa que calificaron de insuficiente y segmentada. En esta capital, Valparaíso y Concepción las protestas culminaron con choques entre encapuchados y la policía.
Una tanqueta de la policía antidisturbios usa chorros de agua para dispersar a grupos de encapuchados durante una marcha en Santiago convocada por diversas federaciones de estudiantes y profesores. Foto Xinhua
En Valparaíso, dos estudiantes murieron baleados en un incidente cuando realizaban pintas en las paredes de una vivienda, cuyo dueño los increpó y después su hijo salió y les disparó. Condenamos todo hecho de violencia y lamentamos el deceso de estos jóvenes, declaró el ministro del Interior, Jorge Burgos. Las víctimas son Exequiel Borbarán, de 18 años, y Diego Guzmán Farías, de 25.
Tras la detención del responsable, Burgos informó que se presentará una querella criminal por homicidio y se designó una fiscalía especial para investigar el caso.
Los manifestantes, que marcharon al ritmo de tambores y en un ambiente festivo, partieron poco antes del mediodía desde la Plaza Italia y avanzaron por la céntrica avenida Alameda para pasar después frente al palacio presidencial de La Moneda. La reciente restructuración ministerial de Bachelet con miras a relanzar sus reformas no parecía satisfacer las expectativas.
La educación está enferma de mercado, luchar es el remedio, rezaba uno de los tantos carteles que se alzaban. Algunos líderes estudiantiles dijeron que no se les está considerando para hacer la reforma que adelanta el gobierno y se declararon desilusionados. Otros marchistas insistieron en que se requiere de una profunda reforma, sin tintes cosméticos, y que termine con la segregación educativa.
En tanto, los profesores rechazan el proyecto de ley sobre la carrera profesional docente, recién enviada al Congreso por el Ejecutivo. La iniciativa establece un incremento salarial de 28 por ciento para los profesores nuevos bajo un régimen en el que se incluyen evaluaciones constantes a su desempeño, a lo cual el gremio de maestros se opone.
En años recientes los estudiantes han venido exigiendo una profunda reforma para terminar con el sistema segregador, heredado de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990). En enero, Bachelet logró hacer aprobar una primera parte de la reforma educativa, que pone fin a la selección de estudiantes de secundaria y la obtención de ganancias en escuelas que reciben aportes del Estado.
La presidenta, que obtuvo su segundo mandato con la promesa de cumplir con la reforma educativa, debe ahora lograr la gratuidad en el nivel universitario para el 70 por ciento más pobre de la población, cuyo proyecto se propone sea aprobado por el Congreso en los próximos meses y pueda entrar en vigencia a partir de marzo de 2016.
Carta de Noam Chomsky
El lingüista estadunidense Noam Chomsky envió una carta a la presidenta Bachelet en la que la llamó a dar respuesta a las demandas de un grupo de unos 120 ex presos políticos de la época del pinochetismo, que se encuentran en huelga de hambre desde hace tres semanas solicitando un aumento de sus pensiones.
http://www.jornada.unam.mx/2015/05/15/mundo/020n1mun