“Las locomotoras no arrancan después de tres años de gobierno”: Eduardo Sarmiento
Por Diana Paola Chivatá
Confidencial Colombia
De acuerdo con Eduardo Sarmiento Palacio, analista, catedrático universitario y columnista, de las cinco locomotoras que planteó el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, sólo la minería medio está caminando pero solo para favorecer al capital transnacional, y eso debido a que venía desde años anteriores.
Y las de infraestructura, agricultura, medio ambiente e innovación, no van más allá de darles un nombre, pero nunca se profundizó sobre los instrumentos para movilizarlas.
Para Sarmiento los efectos de la locomotora de minería han resultado insatisfactorios, en parte porque el sector minero no tiene las características naturales de una locomotora.
Todo el impulso que se le dio fue a través de la inversión extranjera al sector minero, lo que generó fue una gran abundancia de divisas que, por el contrario, presionaron la revaluación y por ese camino se contrajo la industria y la agricultura.
“De manera que lo que se ganó con la minería, lo perdió con la industria y la agricultura que si tienen características de liderazgo. La minería da lugar en los dos primeros años a una burbuja de revaluación del tipo de cambio, entrada de la inversión extranjera, alza de los precios de de los bienes no transables y explosión de crédito. Eso dio lugar a que la economía tuviera altas tasas de crecimiento en los dos primeros años”, explicó el analista.
Esa burbuja, que en opinión del economista, no era otra cosa que una revaluación, generó entrada de capitales, alza de los precios de los activos y explosión del crédito, hechos que no eran sostenibles. Esa situación se viene abajo a mediados del 2012 de manera que las proyecciones del gobierno sobre crecimiento quedan muy ambiciosas.
Por eso insiste en que ese modelo de desarrollo de las locomotoras, a la hora de la verdad, se convirtió en una burbuja que le da a la economía una expansión temporal que luego se desinfla y termina en condiciones inadecuadas.
Debido a esa situación, la tasa de crecimiento será la mitad de la que se ofrece, el propósito de bajar el desempleo a menos de un digito no es posible de cumplir, mientras las cifras de empleo son lamentables; “en el último año no se ha generado un solo empleo”, indicó el columnista y analista.
“Hacen propuestas de locomotoras sin saber cómo las van a operar y luego, cuando están bajo la presión de la opinión pública, tratan de resolver esas situaciones de forma improvisada”, explicó.
Sarmiento dijo que este Gobierno no tenía los instrumentos para desarrollar todas esas locomotoras. En el caso de la infraestructura no sabían cuanto les valía ni de donde iban a sacar la plata, la agricultura no tiene posibilidades de reactivarse con la actual situación cambiaria, el medio ambiente quedo en cuento y la innovación no hay nada, “la industria lleva ocho meses sin reactivarse”, recordó.
Al hablar de la tasa de cambio el columnista expreso que mientras se mantenga el marco de tipo de cambio de compra flexible de manera esporádica de dólares nunca va poder recompensar esa revaluación de nueve años.
Agregó que la política de devaluación es un fracaso, porque tiene postrada la industria y la agricultura. La compra de dólares no funciona solo ayuda un poquito a la revaluación.
“Lo que yo he propuesto es un tipo de cambio fijo ajustable en el cual el Gobierno se compromete a comprar a un tipo de cambio todos lo dólares que venda sin tener en cuenta los aspectos monetarios”, explicó. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, propuso que se tuviera un dólar Cárdenas que sería de 1.950 pesos.
Los TLC
Sarmiento aclaró que el libre cambio está fundamentado en la teoría de la ventaja comparativa, que erróneamente trata de mostrar a los tratados de libre comercio como beneficiosos para la economía.
Lo que se ha visto, dijo, es que ese principio, que lleva muchos años y que es de gran aceptación, es equivocado. Es cierto que se pueden comprar los bienes más baratos en el exterior, pero esto ocasiona pérdidas de empleo en el país y resulta costoso por no tener trabajo en la industria.
“Entonces lo que yo encuentro es que lo que gana el país por el abaratamiento de las importaciones es mucho menos de lo que pierde por no producir bienes industriales y agrícolas que generarían mucho más ingreso a la gente y le permitiría difundirlo por toda la economía”.
Además manifestó que mientras se tenga el tipo de cambio actual y los TLC no se va a tener industria ni agricultura.
Para Sarmiento, debido a esas circunstancias, la economía colombiana en este año crecerá menos de un 3%, después de un año que sólo creció 4%.
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