Ilustración de: otrafuncionpublica.blogspot.com
Caracterizada por la antidemocracia y una estructural
y profunda desigualdad, de quienes aspiraban desde las bases y en forma
independiente llegar a cargos de
dirección, tanto al Comité Ejecutivo de SIMATOL, como de la CUT y FECODE, las
elecciones del pasado 7 de junio, no obstante una altísima votación en blanco,
dejaron nuevamente al descubierto que la maquinaria, el clientelismo y la
corrupción fueron las absolutas ganadoras de las desprestigiadas y
burocratizadas organizaciones sindicales, instrumentos puestos al servicio de
intereses de grupo y verdaderas empresas electorales.
Una perversa dinámica clientelista que maneja
recursos y servicios a favor de compinches y amiguismos con estructuras municipales,
departamentales y nacionales aceitadas por las canonjías y los favores. Lamentable
espectáculo de un sindicalismo corrupto empotrado y comprometido hasta la
médula que a lo largo y ancho del país, viene siendo un factor determinante de
la franca decadencia y estancamiento de las fuerzas opositoras a un régimen, igualmente
despótico y opresivo, con los que a la final, en muy poco se diferencian.
La creciente apatía, la abstención, pero sobre todo
el incremento del voto en blanco, viene siendo la demostración de
inconformidad, expresada por las bases más conscientes que al no encontrar canales
de información fidedigna y claridad prefieren
simplemente demostrar su desconcierto frente a una dirigencia que toma
decisiones a sus espaldas y que pelecha a la sombra de la aplicación cada vez
mayor de las políticas neoliberales.
Se requiere y sigue vigente un verdadero sindicalismo
de clase, honesto, responsable y revolucionario, que persista en impulsar una
nueva cultura sindical y de ejemplo de trabajo y abnegación, como lo realizaron
recientemente los docentes de nocturnos y sabatinos que saliéndole al paso de
políticas privatizadoras lograron, pese a no contar con el apoyo de la Junta
Directiva de Simatol, hacer retroceder la medida, que aunque
momentánea, demuestra una verdad olvidada por nuestra dirigencia sindical que sin
lucha, no hay victoria.
Ojalá, las fuerzas aisladas de base, conscientes de
la grave problemática que afronta el sindicalismo colombiano, logren constituir
a corto plazo un frente que permita reestructurar los comités sindicales y
municipales a lo largo y ancho del país, para sacar a luz, las posiciones revolucionaria
frente al empotrado oportunismo pequeño burgués que pulula como enfermedad letal
de las organizaciones sindicales.
La Composición de la nueva Junta Directiva demuestra que el poder de la Cooperativa marca una tendencia perversa de maniqueismo al igual que los bloques de poder de quienes han venido manejando a SIMATOL por cerca de quince años, el nuevo de caras pero delfines de los anteriores representan el "nuevo" comité ejecutivo de SIMATOL:
1. EDGAR ROMERO MACÍAS.
2. CARLOS ANDRÉS ARANGO.
3. WILLIAM ARANGO POLO.
4. ERSAÍN TAPIERO.
5. RUBÉN GUALTERO.
6. ESPERANZA GUTIERREZ.
7. WILLIAM LÓPEZ.
8. JAIME QUINTERO OQUENDO.
9. LUCY ASTRID ARCINIEGAS.
10. URIEL ARANGO.
11. ALVARO VARGAS.
12. LUIS CARLOS ARENALES.
13. ORLANDO MONTEALEGRE.
14. IRMA PRADA.
15. RICARDO GUTIERREZ
Nota de Redacción E.O.