A grandes males, grandes remedios
La situación de los maestros y de la educación pública empeora día tras día. La salud en coma, el caos y la arbitrariedad en la jornada laboral, un Estado arrogante que no paga lo que debe y aspira a imponer cada año una disminución de los salarios, la evaluación de competencias como barrera y burla contra las legítimas aspiraciones a ascender de los nuevos maestros, la inestabilidad y precarización, y el continuo avance de la privatización.
Panorama que no es nuevo, viene consolidándose desde que el gobierno pudo, claramente dirigido desde las agencias internacionales del imperialismo, imponer el recorte de los recursos para la educación y una nueva ley reglamentaria, la 715, en 2001.
Santos ha continuado con ímpetu esa política –que coadyuvó a imponer desde cuando era ministro de Hacienda- tan contraria a las necesidades y aspiraciones de Colombia y a los derechos de sus maestros. No obstante, los últimos sucesos han creado condiciones para un resurgimiento de la lucha del magisterio que permita enfrentarla con eficacia.
La elaboración de un proyecto de estatuto docente por parte del magisterio lo dotó de una valiosa herramienta de lucha que le ha permitido pasar a la ofensiva. Aunado a ello está la presentación del pliego de peticiones con los problemas centrales que señalamos al comienzo.
El ambiente actual, impregnado por la creciente protesta popular, iniciada en el masivo paro de los estudiantes universitarios que dio al traste con la privatización a ultranza de la educación superior y continuada en sucesivas luchas populares en las que resalta el reciente paro cafetero, ha llevado a sectores de trabajadores, campesinos y productores nacionales a salir a defender sus derechos, la soberanía de Colombia y su desarrollo.
La respuesta del gobierno al magisterio ha sido la dilación y la negación. No ha habido avance en las mesas de negociación, tanto en la del pliego de peticiones de FECODE y en el estatal, como en la de la comisión tripartita sobre nuevo estatuto docente.
El Congreso de FECODE efectuado en Paipa el pasado mes de marzo aprobó la realización de un paro nacional indefinido si el gobierno santista no da una respuesta positiva a nuestras reclamaciones. Mañana se reúne la Junta Nacional de nuestra federación para valorar dos aspectos claves: el avance de las negociaciones y el estado de ánimo del magisterio.
A grandes males, grandes remedios. De hecho, en distintos lugares de la geografía nacional ha estallado el descontento: en la Guajira por el servicio médico, en Arauca por el mismo motivo, en Caquetá por la falta de maestros, la privatización y los traslados arbitrarios, en Bogotá desde comienzos del año se vienen dando tomas de colegios por los estudiantes. En las asambleas realizadas se notó con fuerza la disposición a dar la batalla. El Paro es una necesidad imperiosa para los maestros y la educación pública.
Francisco Torres Montealegre, Florencia, mayo 1 de 2013
