ASOCIACIÓN SINDICAL DE PROFESORES UNIVERSITARIOS ASPU-TOLIMA
Personería Jurídica Nº 0623 del 4 de mayo de 1996 del Ministerio de Trabajo. Teléfono 2666838 e-mail: asputol@.ut.edu.co
CONTRA LA CORRUPCION Y EL CLIENTELISMO
POR LA CONSTRUCCION DE LA PROPUESTA
ALTERNATIVA DE EDUCACION SUPERIOR
Triunfo histórico del movimiento estudiantil sin triunfalismo
ASPU-Universidad del Tolima considera de suma importancia reconocer el triunfo histórico del movimiento universitario colombiano, tras obtener el retiro de la propuesta de reforma de ley 30 que el gobierno de Juan Manuel Santos pretendía imponer sin la participación de la comunidad universitaria y sin respetar el derecho fundamental a la educación. Tras significativas movilizaciones nacionales y regionales, debates académicos y parlamentarios, procesos de participación ciudadana y múltiples expresiones culturales, el movimiento de los estudiantes obtuvo un logro histórico al derrotar al gobierno y abrir la posibilidad de construir colectivamente una propuesta alternativa de educación superior. Superando toda una suerte de dificultades e incomprensiones, descalificaciones y persecuciones, de maniobras encubridoras y de cerco mediático, el movimiento universitario logró desenmascarar las intensiones de privatización y mercantilización de la universidad pública, la terciarización de la educación superior (empobrecimiento y funcionalidad a la maquila transnacional) y la pérdida de la autonomía, así mismo develó la estrategia de desmejoramiento de la calidad de la educación y la legalización de la flexibilización y precarización del trabajo docente.
Esta lucha de movilización, resistencia, creatividad y alegría, despertó la simpatía de amplios sectores de la ciudadanía, el respaldo de las organizaciones sindicales del profesorado y de las comunidades académicas que rechazaron la reforma de la ley 30 por considerarla privatizadora e inconsulta. La conformación de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE, obtuvo un amplio reconocimiento y logró un grado de coordinación, pluralidad y liderazgo. Su espíritu unitario se mantuvo sobre la base de la diversidad, el respeto al Programa Mínimo y la autonomía de la comunidad universitaria.
Lo logrado hasta ahora es sólo un primer paso en la larga lucha por conquistar el derecho fundamental a la educación superior. El triunfo político obtenido es resultado de la conjunción de múltiples factores, entre los cuales, cabe destacar la fuerza contundente y masiva del movimiento universitario, de su coherencia, de su unidad y de la simpatía despertada en la sociedad. Sus alcances son inmensos: la consolidación de un proceso de lucha contra la política de privatización, mercantilización y terciarización de la universidad pública; la defensa del derecho fundamental de la educación superior; la construcción de una propuesta alternativa de educación superior; la decisión de impedir que las directivas de algunas universidades consoliden los procesos de clientelismo y corrupción, persecución y autoritarismo ante los inevitables cambios que el movimiento universitario ha planteado en la actual coyuntura. El logro obtenido exige un amplio proceso de organización, formación y fortalecimiento del acumulado histórico. Se requiere construir los escenarios para la participación colectiva, con sus correspondientes tareas de socialización, respeto de la autonomía, cualificación de la experiencia y consolidación de la propuesta alternativa. No hay posibilidad para el triunfalismo; el reconocimiento del triunfo obtenido es un primer paso para derrotar la política neoliberal y conquistar el derecho fundamental a la educación superior.
La crisis interna de la Universidad del Tolima
En el transcurso de las múltiples movilizaciones, del paro estudiantil y de las distintas iniciativas de protesta, el movimiento universitario expresó con nitidez la íntima conexión entre la problemática de la política universitaria y la crisis interna que viven la inmensa mayoría de las universidades públicas. En varias de ellas, domina el clientelismo, la corrupción, el autoritarismo, el desgreño administrativo, la crisis presupuestal y la antidemocracia. El caso de la Universidad del Tolima, es ampliamente conocido, caracterizado por el desgreño, el clientelismo y la corrupción. La dirección de la universidad en cabeza del rector, Jesús Ramón Rivera y del Vicerector, Héctor Villarraga Sarmiento insisten en profundizar el clientelismo y la corrupción, deteriorando significativamente la vida universitaria, las condiciones sociales y académicas de la formación, la investigación y la docencia. Sin tener la más mínima consideración de lo que significa el movimiento universitario, sus logros y propuestas, la actual administración se empeña en consolidar el curso errático y perverso de su gestión.
En pleno movimiento universitario, la dirección de la Universidad del Tolima, se negó de manera ilegal e inconstitucional a cancelar los salarios de los profesores catedráticos, propiciando de hecho un cierre de la universidad, quienes representan más del 80% de la docencia universitaria; creó una serie de “cortinas de humo” para desvirtuar y desacreditar el movimiento universitario atribuyéndole varios actos de violencia; aprobó de manera unilateral la “reforma de la vicerectoría académica” para perpetuar la clientela y pagar los favores de la politiquería regional, la cual careció de criterios académicos y desconoció la participación de la comunidad universitaria; pretende en la actualidad imponer una “reforma administrativa” que incorpora la clientela de los supernumerarios a la planta, decretando un alza de los salarios de la burocracia, sin mediar ningún estudio serio de estabilidad financiera y presupuestal y sin respetar las distintas preocupaciones académicas del movimiento universitario que busca construir una alternativa para la universidad pública.
En contra de los propósitos del movimiento universitario que lucha por obtener garantías políticas, democráticas, académicas y laborales, las directivas de la Universidad del Tolima, siguen su curso de acción intimidatoria y de persecución contra los sectores críticos y de oposición mediante procesos disciplinarios, acoso laboral, amenazas de destitución y suspensión de los contratos de los profesores catedráticos. Su obsesión de perpetuarse en el poder no tiene miramientos académicos y democráticos; desprecian en los hechos la búsqueda de una alternativa para la universidad pública; no los anima ningún respeto por el Programa Mínimo de los estudiantes colombianos, ni por las reivindicaciones universitarias. Su preocupación es afianzarse en el poder, valiéndose para ello de maniobras, como la ya larga interinidad de los decanos, el afán de recomponer de manera antidemocrática la composición del Consejo Superior Universitario, la imposición de la reforma a la vicerectoría académica y la reforma administrativa.
Ante la magnitud de la crisis interna de la Universidad del Tolima, ASPU considera que el movimiento universitario tiene que continuar y ser fortalecido sobre la base de las exigencias que la MANE y la comunidad universitaria han planteado. “En el marco de las definiciones nacionales tomadas por la MANE, recalcamos que todos los procesos de movilización locales cuentan con pleno apoyo de este escenario, por cuanto entendemos que regionalmente existen unas serie de reivindicaciones que necesitan de urgente solución” (Declaración Política, MANE, 13 noviembre de 2011). En concreto, significa que se mantiene la lucha contra la corrupción y el clientelismo de la actual dirección de la Universidad del Tolima en completa articulación con las tareas de nacionales de construcción colectiva de una propuesta alternativa de educación superior.
La Constituyente Universitaria: un escenario de construcción de la Universidad que queremos.
El movimiento universitario ha plantado un conjunto de propuestas alternativas para encarar el desafío de una ley alternativa que consagre el derecho fundamental, garantice la gratuidad y la calidad. Como continuadores de la lucha estudiantil y del movimiento profesoral, el esfuerzo se encamina a construir una propuesta que logre la mayor participación, discusión y coherencia. Para ello, conviene definir la metodología, los tiempos y los espacios. La MANE ha planteado con claridad la necesidad de “formular de manera conjunta con la comunidad universitaria y de cara a la sociedad, con los tiempos que sean necesarios, una metodología de construcción de una reforma a la educación superior que responda a las reales exigencias de la nación colombiana. Lo anterior con respeto y sin perjuicio de los espacios propios y autónomos que la comunidad universitaria se dé para la construcción de su propuesta”. Esto implica organizar la participación, establecer la metodología, definir los tiempos y respetar la autonomía de la comunidad universitaria. En este contexto es preciso desarrollar el conjunto de iniciativas promovidas desde la autonomía y la potencia creadora del movimiento universitario, una de cuyas iniciativas ha logrado reconocimiento y apoyo como es la Constituyente Universitaria.
Justamente el espacio más propicio para el desarrollo de una alternativa de universidad, es precisamente la Constituyente Universitaria como fundamento de la autonomía de la comunidad universidad, la fuerza creadora y propositiva y la participación de la sociedad. Sobre esta base se precisa consolidar la Constituyente Universitaria, profundizar la discusión de sus ejes de acción, campos temáticos, sus mecanismos de participación y estrategias. Como poder constituyente tiene toda la legitimidad y sustento legal y constitucional. El espacio de la Constituyente es el más propicio para construir la propuesta alternativa, sin menoscabo de las luchas por la autonomía y las reivindicaciones propias de la comunidad universitaria.
Exigencias inmediatas
La Asociación Sindical de Profesores Universitarios, ASPU, plantea para el fortalecimiento del movimiento universitario y el respeto a la autonomía universitaria las siguientes exigencias:
· El respeto y acatamiento al conjunto de garantías planteadas por el movimiento universitario para la suspensión del paro estudiantil;
· La construcción de una metodología participativa para la elaboración de la propuesta alternativa de universidad;
· El reconocimiento de la Constituyente Universitaria y el respeto a la democracia participativa;
· El pago inmediato de los salarios adeudados de los profesores catedráticos y el reconocimiento de todos sus derechos laborales y prestacionales;
· La suspensión inmediata de la reforma administrativa;
· La revisión de los perfiles para la elección de decanos, el respeto a las garantías democráticas como el voto universal y la participación en condición de igualdad;
· La suspensión inmediata del convenio con la red Alma Mater y Uniminuto;
· El respeto de las libertades sindicales y políticas, la suspensión de los procesos disciplinarios, el cese del acoso laboral y la persecución política.
POR LA CONSTRUCCION DE UNA PROPUESTA ALTERNATIVA DE EDUCACION SUPERIOR ....CONSTITUYENTE UNIVERSITARIA
Junta Directiva
ASPU-Universidad del Tolima
Ibagué, 23 de noviembre de 2011