Origen extraterrestre de ciertos ingredientes de la vida
Fragmento de meteorito. (Foto: Carnegie I.)
Una nueva investigación indica que ciertas nucleobases llegaron (y llegan) a la Tierra a partir de fuentes extraterrestres, por medio de ciertos meteoritos y en una mayor diversidad y cantidad de lo que se pensaba previamente.
Numerosas investigaciones han demostrado que los aminoácidos, los cuales forman proteínas al enlazarse, existen en el espacio y han llegado a veces a nuestro planeta traídos por las condritas carbonáceas, una clase de meteoritos ricos en materia orgánica.
Pero ha sido difícil demostrar con igual solidez que las nucleobases encontradas en las muestras de meteoritos no se deben a una contaminación bioquímica de origen terrestre.
El equipo que ha realizado la nueva investigación, y que incluye a Jim Cleaves del Laboratorio Geofísico del Instituto Carnegie de Estados Unidos, utilizó técnicas avanzadas de espectroscopia para purificar y analizar las muestras de 11 condritas carbonáceas distintas y un meteorito de una clase muy rara con un tipo diferente de composición química. Para todos esos meteoritos, excepto dos, ésta es la primera vez que han sido examinados buscando en ellos nucleobases.
Dos de las condritas carbonáceas contienen una gran variedad de nucleobases, y de compuestos que son estructuralmente similares, los análogos de nucleobases. Especialmente notable resulta el hecho de que tres de estos análogos de nucleobases son muy raros en la biología terrestre. Es más, no se encontraron concentraciones significativas de estos análogos en las muestras del terreno ni en las de hielo de las zonas donde fueron recogidos los meteoritos.
Encontrar compuestos de nucleobases que no se encuentran normalmente en la bioquímica de la Tierra apoya el origen extraterrestre.
El equipo puso a prueba su conclusión con experimentos para reproducir nucleobases, así como análogos de nucleobases, usando las reacciones químicas de compuestos que son comunes en el espacio. ¿El resultado?: Sus nucleobases sintetizadas en laboratorio son muy similares a las encontradas en las condritas carbonáceas.
Los resultados de la investigación sugieren, por tanto, que las primeras formas de vida en la Tierra pudieron formarse a partir de materiales extraterrestres transportados a nuestro mundo por meteoritos.
http://www.solociencia.com/astronomia/11093003.htm
Numerosas investigaciones han demostrado que los aminoácidos, los cuales forman proteínas al enlazarse, existen en el espacio y han llegado a veces a nuestro planeta traídos por las condritas carbonáceas, una clase de meteoritos ricos en materia orgánica.
Pero ha sido difícil demostrar con igual solidez que las nucleobases encontradas en las muestras de meteoritos no se deben a una contaminación bioquímica de origen terrestre.
El equipo que ha realizado la nueva investigación, y que incluye a Jim Cleaves del Laboratorio Geofísico del Instituto Carnegie de Estados Unidos, utilizó técnicas avanzadas de espectroscopia para purificar y analizar las muestras de 11 condritas carbonáceas distintas y un meteorito de una clase muy rara con un tipo diferente de composición química. Para todos esos meteoritos, excepto dos, ésta es la primera vez que han sido examinados buscando en ellos nucleobases.
Dos de las condritas carbonáceas contienen una gran variedad de nucleobases, y de compuestos que son estructuralmente similares, los análogos de nucleobases. Especialmente notable resulta el hecho de que tres de estos análogos de nucleobases son muy raros en la biología terrestre. Es más, no se encontraron concentraciones significativas de estos análogos en las muestras del terreno ni en las de hielo de las zonas donde fueron recogidos los meteoritos.
Encontrar compuestos de nucleobases que no se encuentran normalmente en la bioquímica de la Tierra apoya el origen extraterrestre.
El equipo puso a prueba su conclusión con experimentos para reproducir nucleobases, así como análogos de nucleobases, usando las reacciones químicas de compuestos que son comunes en el espacio. ¿El resultado?: Sus nucleobases sintetizadas en laboratorio son muy similares a las encontradas en las condritas carbonáceas.
Los resultados de la investigación sugieren, por tanto, que las primeras formas de vida en la Tierra pudieron formarse a partir de materiales extraterrestres transportados a nuestro mundo por meteoritos.