Colombia: País emblemático
Alberto Pinzón Sánchez (especial para ARGENPRESS.info)
Era impensable que un experimento geo-estratégico tan doloroso, catastrófico y trasformador, como el adelantado en la sociedad colombiana principalmente durante la última década por la economía política del Imperialismo; no hubiese tenido una teorización o conceptualización efectiva a partir del Marxismo. Desesperadamente los intelectuales orgánicos trabajadores, enfrentaron la descomunal ofensiva imperial con algunas herramientas de que disponían, más que todo políticas y hasta ideológicas, pero insuficientes para desentrañar en breves columnas de opinión la enorme intoxicación con todo tipo de teorías, inducidas por el aparato de propaganda del régimen puesto a este servicio.
Se percibían los efectos desastrosos en la vida material y espiritual del Pueblo Trabajador colombiano en especial durante la última década, y se denunciaban punto a punto las atrocidades que el avance territorial de la economía política trasnacional imponía a sangre y fuego en su “acumulación permanente de capital” mediante el Estado (policíaco) de Opinión de Uribe Vélez. Se seguía el rastro de sangre y dolor por la nueva geografía colombiana del sufrimiento, la desolación del despojo y los desplazamientos, pero no se avanzaba lo suficiente en desmenuzar conceptualmente, en abstraer, la entraña contradictoria (interna y externa unidas) de aquella Totalidad. En una palabra, en hacer un análisis concluyente y en movimiento de la economía política del actual Imperialismo en Colombia.
Se intuía y así se denunciaba; la conformación de un nuevo bloque de clases dominante con el ingreso mediante bombazos e intimidación, de una poderosa burguesía lumpen surgida de los multimillonarios negocios del narcotráfico, los químicos y las armas, dispuesta a todo para alcanzar el Poder que le correspondía en la economía real de Colombia. Se percibían sus relaciones contradictorias (por la posesión de la tierra y los megaproyectos) con el latifundismo tradicional, y las camorras (ejemplo Davis Murcia) por el blanqueo de dinero con la burguesía financiera ligada al capital Trasnacional. Tampoco era difícil notar el declive de la fracción industrial por la desindustrialización impuesta; pero no se sabía y no teníamos porqué saber los detalles de todo este complejo proceso geo-estratégico, de fusión económica y pegamiento político e ideológico (dentro del Estado, del para-Estado y el tutelaje del Plan Imperial) que se estaba dando, porque algunas minucias apenas hoy la luz pública las está alumbrando. Por ejemplo el tratado de ocupación de las 7 bases militares norteamericanas, recientemente declarado contra la Constitución colombiana.
Toda esta complejidad que explica el porvenir cierto de Colombia, o mejor el triste y realista futuro que actualmente nos llega disfrazado de “Unidad Nacional”; finalmente ha sido escrita y racionalizada gracias a la paciente tarea intelectual del economista y profesor de la Universidad Nacional Jairo Estrada Álvarez, en un ensayo de economía política titulado Derechos del capital. Dispositivos de protección y estímulos a la acumulación en Colombia, Instituto Unijus, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2010. En especial en el capitulo sobre las “trasformaciones del capitalismo en Colombia”, cuya lectura minuciosa no dudo en recomendar, y que concluye con estos contundentes párrafos:
... “Finalmente, debe afirmarse que las dinámicas aquí expuestas me llevan a aseverar que resulta insuficiente la caracterización de la tendencia de la acumulación capitalista en términos de un proceso de reprimarización de la economía Aunque a primera vista pareciera ser así, dado precisamente al carácter histórico de la acumulación, no hay retorno a formas de la organización capitalista de la producción y del trabajo existentes en otra época. A lo que hoy se asiste es al surgimiento y consolidación de una nueva división capitalista del trabajo, basada en una también nueva organización trasnacional del proceso capitalista de producción-reproducción. Tal organización le imprime su propia especificidad a la dinámica de la acumulación de capital
... Pese a que es incontrovertible el hecho que la tendencia de la acumulación capitalista se ha acompañado del surgimiento, como ya se dijo, de un orden de los derechos de capital, que ha favorecido sin duda a los inversionistas extranjeros, el hecho de una movilización del capital transnacional para consolidar la estrategia de la acumulación capitalista no puede pasar desapercibido. Lo que propongo en este sentido es una lectura política de los flujos de capital que han llegado al país durante las últimas décadas, pero particularmente durante el último decenio. Desde mi punto de vista, además de las razones de rentabilidad, debe considerarse el propósito político de producir un país emblemático, que se pueda mostrar y se convierta en referente a seguir en el contexto internacional.
... En desarrollo de ese propósito tres son los agentes externos que se han constituido en verdaderos pivotes del proyecto político económico del neoliberalismo en Colombia: a) los crecientes flujos de inversión extranjera y el apoyo irrestricto de las empresas transnacionales establecidas en el país; b) el acompañamiento político continuo de los organismos multilaterales (FMI, Banco Mundial, BID) y el abastecimiento permanente con recursos de crédito por parte de esos organismos; y c) la llamada ayuda militar estadounidense, a través de la cual no solo han fluido recursos importantes para el financiamiento de la guerra, sino que se ha codiseñado la estrategia de guerra y se le ha dado un espaldarazo a su ejecución.
... Las razones geopolíticas, económicas y militares son claras. El lugar de Colombia en la actual geografía del capital es estratégico. Por ello, es necesario producir un país estable, que demuestre la suficiente capacidad para regular sus conflictos y su macroeconomía y, sobre todo, que sirva de contención frente a los cambios en el balance político y de poder de la región. En suma, en el marco de una estrategia imperial, se trata de una reserva estratégica”.
http://www.argenpress.info/2010/08/colombia-pais-emblematico.html
Para el debate sobre el capitalismo contemporáneo en Colombia reproducimos apartes significativos de una contribución al tópico hecha por el académico de la Universidad Nacional de Colombia, Jairo Estrada Vélez, doctorado en Ciencias Económicas en la R.D.A. El texto es seleccionado del envío hecho por Plural. N de la R.
Transformaciones del capitalismo en Colombia.
Jairo Estrada Álvarez
Economista, Ph.D. en Ciencias Económicas. Profesor del Departamento de Ciencia Política, Director de la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos, Director del Grupo interdisciplinario de Estudios políticos y sociales, Universidad Nacional de Colombia. Coordinador del Grupo de Trabajo de CLACSO Economía mundial, economías nacionales y crisis capitalista. Director de las revistas virtuales Espacio crítico e Izquierda, w. Remitido porwww.colombiaplural.org.
Aclaración del autor sobre el texto, algunos de cuyos apartes reproducimos aquí para motivar su lectura crítica:
Este texto se encuentra publicado en el libro de mi autoría Derechos del capital. Dispositivos de protección y estímulos a la acumulación en Colombia, Instituto Unijus, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2010.
Reconozco en buena parte de las reflexiones aquí expuestas un intento de lectura de la teoría marxista de la acumulación capitalista y de las contribuciones de David Harvey a la geografía del capital (materialismo histórico geográfico), adaptándolas a las condiciones de la realidad colombiana. En especial me refiero, entre otros, a Carlos Marx, El Capital. Crítica de la economía política, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, caps. XXIII y XXIV, y a David Harvey, Espacios del capital. Hacia una geografía crítica, Ediciones Akal, Madrid, 2007.
Dinámicas de acumulación y nueva espacialidad
Durante las últimas tres décadas el país ha vivido un incesante proceso de cambio y reconfiguración de su formación socioeconómica, en el que se ha interrelacionado laintensificación con la expansión geográfica de la relación social capitalista. Tal proceso se encuentra inmerso y es parte a la vez de nuevas dinámicas de la acumulación que trascienden (y hacen estallar) la frontera nacional para adquirir dimensiones regionales y transnacionales.
La conjunción entre la lógica capitalista y la lógica territorial transcurre a través de una doble vía, interrelacionada, y en diferente escala, en la que se encuentran las dinámicas externas con las dinámicas internas de la acumulación. No se trata simplemente de la imposición de una exterioridad (aunque también lo es). En sentido estricto, es un mismo proceso - complejo, contradictorio, conflictivo, desigual y diferenciado- que da cuenta, por una parte, de nuevas formas de constitución y de reproducción de la relación social capitalista, de una especie de racionalización forzada, arbitraria, del modo de producción. Por la otra, de la renovada estructuración del proyecto hegemónico, de la (re)conformación específica del poder clase. En suma, en una incesante tendencia a la acumulación por desposesión se sintetiza el rasgo esencial del proceso de neoliberalización de la totalidad capitalista en nuestro país durante las últimas décadas.
El despliegue de múltiples y variadas formas de la acumulación se ha fundamentado en la producción de una nueva espacialidad capitalista, en la que se interrelacionan la intensificación con la extensión de la relación social capitalista. Allí donde esta relación ya existía, se ha reconfigurado y ha adquirido nuevas formas, acentuando las condiciones de valorización y del domino de clase; la lógica capitalista ha logrado profundizarse.
Al mismo tiempo, la relación capitalista se ha extendido a campos de la vida social que antes no estaban organizados como tales, y ha adquirido una dinámica geográfica que la ha llevado a la conquista e incorporación de nuevos territorios a los procesos de valorización y a su sometimiento al poder de clase. En ello ha consistido el proyecto político-económico del neoliberalismo.
La historia reciente del país se condensa en una santísima trinidad, expresiva de un único proceso: Acumulación por desposesión, nueva espacialidad capitalista y neoliberalización.
En este ensayo preliminar se hará énfasis en la forma como el capitalismo colombiano, en consonancia con la tendencia del capitalismo transnacional, ha enfrentado los problemas de acumulación que se registraron durante las décadas de 1970 y 1980, y que llevaron precisamente a la crisis y la necesaria superación del régimen de acumulación basado en la industrialización dirigida por el Estado y a las transformaciones de la formación socioeconómica aquí esbozadas. La consideración más precisa de los cambios en el régimen político y la nueva conformación del campo sociocultural escapan de los propósitos y alcances de este trabajo.
Formas de acumulación y nueva espacialidad capitalista
El proceso de acumulación en el marco del proceso de neo-liberalización se ha desenvuelto durante los últimos decenios a través de diversas vías y de variadas formas:
1. La expropiación de parte del ingreso de los trabajadores en detrimento de la capacidad de consumo de la sociedad y a favor de los fondos de acumulación, mediante la flexibilización laboral y la precarización del trabajo.
2. El sometimiento de toda relación social y del Estado mismo a un proceso definanciarización incremental, en el que la lógica especulativa atada a la incesante búsqueda de mayores rentabilidades, activa nuevos dispositivos de riesgo e incertidumbre para la reproducción.
3. El surgimiento y desarrollo de formas ilegales de la acumulación, particularmente a través de la economía de la cocaína, produciendo un nuevo tipo de excedentes, que demandan ser incorporados en los circuitos legales de la acumulación y generan de esa forma lo que podría definirse como zonas grises de la acumulación.
4. El despliegue de una nueva geografía regional de la acumulación, tendiente a la explotación de recursos naturales y energéticos y a la creación de plataformas para la exportación, basada principalmente en el ejercicio de la violencia y el exterminio, y articulada con la tendencia de la acumulación a escala transnacional.
5. La movilización política del capital transnacional y de sus instituciones, con miras a la consolidación de un proyecto político económico neoliberal que debe erigirse en referente a seguir por los países de la región, a través de crecientes flujos de capital, en la forma de inversión extranjera, de recursos de crédito y de ayuda militar.
6. Todas estas expresiones y caminos, que describen la trayectoria de la acumulación capitalista de las últimas décadas en nuestro país, se presentan por separado sólo con propósitos expositivos. En realidad se ha tratado de un único proceso, en el que las diferentes formas de la acumulación se han imbricado, condensando esa interrelación entre la lógica capitalista y la lógica territorial, produciendo una nueva espacialidad (…)
El texto en su totalidad se puede obtener consultando el sitio de Plural según la referencia que se reproduce al inicio de esta selección.