El país de las maravillas
Des-cifrando
Por: Mario Morales
ASÍ SEA PARA MEJORAR INDICADOres de educación, vale la pena que funcionarios del DANE, Minprotección, Acción Social y algunos periodistas se echaran una pasadita por la nocturna.
Porque ni de la mano de argucias lingüísticas cuadran las cifras, bastión y fetiche del actual Gobierno.
Para evitar el bochorno, el DANE habla de 19 millones de ocupados, no de empleados o trabajadores con retribución, y de 2’434.000 de desocupados. Llama la atención que entre los primeros se sumen los seis millones y medio que se consideran subempleados o con empleos de mala calidad (el Gobierno reconoce cerca de 2,3 millones); y que, más grave aún, haya aumentado en un 59% los ocupados sin salario. Dentro de poco el mayor aporte será el voluntariado.
Como dice Cecilia López, si Planeación habla de 29 millones de afiliados al Sisbén uno y dos, los pobres no serían el 45% sino el 63% incluyendo esos “ocupados” sin sueldo que se mueren de hambre.
Si los expertos califican como fracaso las políticas en el sector con el 12% de desempleo en 2009 (13% en ciudades) según el DANE, ¿qué adjetivo cabría usar si se miran con detalle esas estadísticas?
¿En qué clasificación incluirían a los cerca de 290 mil desplazados del año pasado? Y aunque Codhes reconoce que el fenómeno bajó en 24% pero siempre en el promedio de 300.000 por año, el Gobierno insiste en que bajó en 50%, más del doble.
Y qué decir de los periodistas que insisten, con base en el sondeo de Datexco, en que si hay referendo, la “mayoría” votaría por Uribe. El sondeo encontró que “la mayoría”, el 47%, está en contra del referendo y el 41% a favor. Que de realizarse, el 47,5% votaría en el referendo (incluso para negarlo) y el 43,7% no votaría. (Eso en estadística es empate técnico).
Y finalmente, que si las elecciones fueran hoy y Uribe candidato, el 46,2% votaría por él. Una cifra no sólo inferior al pasado reciente, sino que es menos de la mitad.
Con esos atenuantes, ¿es legítimo hablar de mayorías? Y en ese caso, ¿no sería: mayoría en contra del referendo?
Como se ve, y a menos que Mineducación tenga otras cifras, hay sensibles carencias en competencias de matemáticas, lenguaje o, peor aún, en asuntos de ética.