La Federación Colombiana de Educadores, FECODE, repudia y lamenta los asesinatos de 19 docentes en lo que va corrido del año, al tiempo que objeta el abuso del que fuera víctima el educador Nolberto Sereno Puerta, por parte de la Policía Nacional del municipio de Rio Viejo, Bolívar, el pasado 22 de octubre, al ser detenido sin orden judicial en la institución educativa.La preocupante ola de inseguridad que amenaza al magisterio colombiano en todo el país deja entrever que pese a que el Gobierno Nacional continúa vanagloriándose con su política de seguridad democrática los asesinatos, los atentados, las extorsiones, las amenazas y las persecuciones en contra de esta población aumentan.Esta lamentable situación se complementa con el abuso de autoridad de la que fue víctima el docente de básica primaria, Nolberto Sereno Puerta, que por segunda ocasión efectúan agentes de la Policía Nacional del municipio de Rio Viejo, Bolívar, al presentarsen, sin orden judicial, a la sede de la institución educativa para llevarse detenido al educador, estando dentro del aula de clase y en presencia de los estudiantes. Para la Federación los hechos acaecidos en contra del magisterio en lo que va de 2009 corroboran la falta de garantías que tiene la profesión docente en Colombia y por ello, exige al Ministerio del Interior y la Justicia, al Ministerio de Educación, al Ministerio de la Protección Social, a la Procuraduría General de la Nación, a la Defensoría del Pueblo, a la Fiscalía y al Gobierno Nacional implementar las acciones pertinentes que permitan esclarecer estos hechos y ubicar a los responsables.Una vez más la organización gremial rechaza y condena cualquier acto de violencia contra los docentes y la sociedad civil por parte de los diversos actores armados y demanda de las distintas instancias del Estado, los padres de familia, la comunidad educativa y la población en general respeto por la labor del magisterio.
LLAMADO DESDE EMANCIPACIÓN OBRERA para el 1° DE MAYO DE 2024
Suenan sin parar los blasones de la nobleza payanesa, los cánticos traquetos de las mafias del narcotráfico desde Antioquia, pasando por el Valle del Cauca, Santander y el Caribe; los corceles de los hacendados que financiaron ayer y hoy al paramilitarismo en todos los departamentos del centro andino, el Caquetá y las llanuras orientales y la costa Caribe; todos a una se retuercen y lanzan desde sus puercos hocicos llamaradas que amenazan con quemar los sueños de emancipación de la pobrecía y de todos los oprimidos de esta Colombia humillada por siglos , vilipendiada desde siempre por los colonizadores y las oligarquías criolla s que miran con rabia el riesgo de llegar a perder el poder en manos de rebeldes que en juntanza esquiva intentan comprender que ello es posible. Secundarias resultan las contradicciones al interior de la variopinta juntanza que acompaña al Gobierno del Cambio , porque de no ser así, una noche muy oscura se avecina para los sectores populares, y su sangre po