El movimiento físico de una persona puede ayudarla a pensar con más eficacia
Alejandro Lleras. Foto: L. Brian Stauffer
(NC&T) El estudio muestra claramente que la habilidad de una persona para resolver un problema puede estar influenciada por cómo se mueve.
En el estudio, el profesor de psicología Alejandro Lleras de la Universidad de Illinois, junto con la investigadora Laura Thomas de la Universidad Vanderbilt, pidieron a los voluntarios que unieran los extremos de dos cuerdas. Las cuerdas colgaban desde las vigas del techo y estaban tan separadas que una persona sosteniendo una de ellas no podía alcanzar la otra. Unos pocos objetos, utilizables a modo de herramientas improvisadas, estaban disponibles. Se dio a los sujetos un total de 8 sesiones de dos minutos cada una para resolver el problema, con 100 segundos dedicados a encontrar la solución, interrumpidos por 20 segundos de ejercicios.
A algunos se les pidió que mecieran sus brazos hacia adelante y hacia atrás durante las sesiones de ejercicios, mientras que a otros se les indicó que estiraran los brazos de manera alternada hacia los lados.
Los que mecían los brazos tuvieron una mayor tendencia que los del otro grupo a resolver el problema, el cual requería atar un objeto pesado a una de las cuerdas y mecerla de manera que finalmente pudiera ser agarrada mientras con la mano libre se sujetaba la otra cuerda. Al final del experimento, los participantes en el grupo que mecía los brazos tuvieron una tendencia un 40 por ciento mayor a resolver el problema que los del otro grupo.
Incluso después de resolver satisfactoriamente el problema, casi ninguno de los participantes se dio cuenta de la conexión entre la actividad física realizada y la solución que encontraron.
"Las personas tienden a pensar que sus mentes viven en sus cerebros, manejando abstracciones conceptuales, muy desconectadas del cuerpo", explica Lleras. "Esta naciente vía de investigación es fascinante debido a que está demostrando cómo el cuerpo es parte de la mente de un modo robusto. La forma en que alguien piensa está afectada por su cuerpo y, de hecho, podemos utilizar nuestro cuerpo para que nos ayude a pensar".