La libertad debe ser considerada en relación con el hombre en todas sus dimensiones. Esta libertad no existe a priori, no es un ente categórico o metafísico. No concierne a un ser puro, abstracto, que no es real. Esta destinada al hombre de carne y hueso, tal como se le ve vivir en todas partes.
La libertad, en su origen no es correlativa a la alienación, sino sólo a la objetivación del hombre, a su concatenación con el mundo circundante, cuando todavía no existe ninguna división social. Esta condición, que es una forma de definir la libertad, estaba dada, si no económica al menos socialmente, por allá por el Pleistoceno inferior. En las etapas posteriores en la medida en el homo empieza a organizar su tiempo y va naciendo la división del trabajo, se va abriendo paso a la desigualdad, fuente pretérita de las primeras formas de alienación. La producción va permitiendo las primeras formas de acumulación. Esta acumulación primaria permitira que los que detentan los medios de producción sean cada vez más poderosos y dependientes al resto. En ese momento se configura la forma de alienación más profunda y permanente: la alienación de origen económico. La consolidación de clases, se convierte a la fuerza de trabajo en una mercancía transable en el mercado de valores. El Estado y el Derecho hacen su entrada en la historia de la mano de esta desigualdad, todo contaminado de alienación y nunca más se separaran, hasta que desaparezcan las causas que lo originaron.
Detectada la génesis dela alienación, podremos seguir el curso de su vida a través de la historia. Conlleva los gérmenes activos propios de todo organismo vivo es, objetiva mente antagónico de la libertad, con la cual asiste, como invitado de piedra al festín con que cada nueva clase emerge en la historia tomando los instrumentos de mando para ejercer el poder. Cada avance en la historia de la humanidad, determinado en la base por los avances tecnológicos que permiten los cambios en la producción.
La libertad se presenta pues, junto con la alienación como una sucesión infinita de combates por el poder, en donde ambas fuerzas, adquieren nuevas connotaciones y emerge cada cual, indistintamente con nuevas características y valores, tanto la libertad como la alienación.
Este antagonismo cesara solamente cuando cese la contradicción que la genero.
Llegar a esta conclusión tan redonda y completa, no fue tan fácil ni rápido para los filósofos a través de la historia. Al igual que las otras categorías científicas, la alienación atravesó un largo y penoso camino.
Fueron muchas las interpretaciones y aproximaciones a la verdad, pero finalmente, con HEGEL y Marx, el fenómeno, dialécticamente atrapado, paso a ser un fenómeno científicamente demostrable.
Las fuentes de la idea de la alienación pueden encontrarse en los representantes de la ilustración Francesa. Objetivamente esa idea expresaba la protesta contra el carácter anti humanista de las relaciones de propiedad privada. Ese aspecto del problema encontró eco en la filosofía clásica alemana, pese a que en ella se hacia hincapié en otras cuestiones.
Johann Gottlieb Fichte, segunda figura en el tiempo, después de Kant, el idealismo alemán clásico, trata con detenimiento el problema de la alienación y la libertad . Este profesor de filosofía de las universidades de Jena y Berlín, (de la universidad de Jena fue despedido por acusación de ateísmo), en ética consideraba el problema de la libertad como una cosa fundamental, problema que despertaba un interés creciente en virtud de los acontecimientos de la Revolución Francesa. De modo análogo aSpinoza, Fichte no ve en la libertad un acto sin causa, sino una acción basada en el acontecimiento de la necesidad ineludible.
Sin embargo, a diferencia de Spinoza, Fichte no hace depender de la sabiduría individual el grado de la libertad al que pueden acceder los hombres, sino de la época histórica a la que el individuo pertenece.
Para Fichte, la alienación del sujeto es la creación del mundo por un "yo" abstracto. Él " Yo" inicial fichtiano, no sólo no es un " Yo" individual ni una substancia análoga a la substancia de Spinoza, sino la actividad moral de la conciencia. De este "Yo" místico inicial, Fichte infiere el "Yo" singular, por el que entiende no es un absoluto, sino tan sólo un sujeto humano limitado o "Yo" empírico, al que se contrapone la naturaleza, también empírica. De ello saca Fichte en conclusión que la filosofía teórica, después de admitir el "Yo" y el "no-Yo" los contrapone necesariamente uno en al otro en el marco del mismo "Yo" absoluto, como resultado de su limitación o división. Siguiendo este original método de "admisión", "contraposición" y "síntesis", Fichte desarrollo un sistema de categorías del ser y del pensar tanto teóricas como prácticas. El método de Fichte, en el que están desarrollados algunos rasgos de la dialéctica, se denomina "antitético", pues no deduce propiamente la antítesis de la tesis, sino que la coloca al lado de ella, como su opuesto. Fichte tomaba como órgano del conocimiento racional la contemplación mental inmediata a la verdad, es decir, la "intuición intelectual".
Como sea que la alienación es la transformación de las aptitudes del ser humano en cosa independiente de ellos mismos y que domina sobre ellos, Fichte, con un método tan subjetivo de las transposiciones del "Yo", no desbrozar el camino para que el hombre pudiera liberarse de las secuelas de la alienación.
Como contrapartida objetiva, quien con mayor plenitud interpreto los fenómenos derivados de la alienacion, fue Hegel, en cuya filosofía todo el mundo objetivo aparece como "espíritu alienado". El objetivo del desarrollo, según Hegel, estriba en superar dicha alienación con el proceso del conocer. Por otra parte, en la concepción que tiene Hegel de la alienacion figuran conjeturas racionales sobre algunas particularidades del trabajo en una sociedad de clases antágonicas.En su "Fenomelogía del Espíritu" (doctrina sobre los fenómenos de la conciencia en su desarrollo histórico). Esta "Fenomenología" calificada como especie de embriología y paleontología del espíritu humano, viene a ser la partida de nacimiento del historicismo (método histórico) en forma científica. Es en esta obra en donde Hegel analiza la categoría de la alienación captando la esencia en que el hombre y su historia , son el resultado de su propio trabajo. Este análisis de la categoría de alienación esta ligada a su tesis (básica en él), acerca de la identidad entre el pensamiento y el ser, acerca de la idea absoluta que se autodesarrollo como base y esencia de todo el mundo.
Por su parte, Feuerbach, al abordar el problema de la alienación, consideraba a la religión como alienación de la esencia humana y al idealismo, como alienación del entendimiento. Sin embargo, este filósofo, con todo lo cáustico de sus juicios, al reducirlos exclusivamente a los fenómenos de la conciencia, no encontro los caminos reales para acabar con dicha alienación, pues los veia sólo en la crítica teórica. Aun más, esto se ve con mayor nitidez en sus investigaciones acerca de la religión y la moral. Ya vimos que Feuerbach concibe la religión como una enajenación y una objetivación de las propiedades humanas y de un ser sobre natural al que también estas se atribuyen. Es como si el hombre se duplicara , contemplara su propia esencia en la imagen de Dios. Resulta, pues, que la religión se presenta como "autoconciencia inconsciente" del hombre. Este materialista y ateo, profesor auxiliar de la Universidad de Erlangen, de la cual lo expulsaron haber publicado el libro anónimo "Pensamientos acerca de la muerte y de la inmortalidad" no supo encontrar los medios eficientes de la lucha contra la religión (lo buscaba en la sustitución de la auto conciencia inconsciente por la conciencia, o sea, en ultima instancia, en la instrucción) e incluso sostenía que era necesaria una nueva religión.
Para ubicar y delimitar la alienación como fenómeno social y humano hay que ubicar el, fenómeno en un determinado nivel social y precisarlo en las características de la división antagónica del trabajo. Entendida en esta forma, la alienación abarca toda la actividad humana, pues, cada tipo de esta actividad se convierte en monopolio de un grupo aislado de personas, cuyo hacer es extraño a todos los demás miembros de la sociedad. La alienación de trabajo, inmensa cantera de la alienación (relaciones del obrero con el que no lo es, relaciones de unos con otros y con el trabajo y con los productos del mismo. Carácter real de las relaciones sociales: imperio de las relaciones inhumanas, degradación moral y física).
