Impresión 3D y economía circular: nuevos alimentos reducen los desperdicios y son una alternativa de nutrición sostenible
Residuos de frutas convertidos en ingredientes comestibles de alto valor. / Crédito: ENEA.
Pablo Javier Piacente / T21
epe.es/22 DIC 2025
Un proyecto liderado por especialistas italianos para reducir el desperdicio alimentario se basa en células vegetales cultivadas en laboratorio y residuos frutales, para desarrollar nuevos snacks saludables. La nueva tecnología 3D aplicada a la nutrición personalizada y sostenible promete cambiar la forma en que nos alimentamos, en un mundo afectado por el cambio climático.
Científicos de la agencia pública italiana ENEA han combinado células vegetales cultivadas en laboratorio con subproductos de la producción alimentaria para crear “tintas” comestibles, que pueden ser producidas por impresoras 3D y transformadas en snacks nutritivos.
El proyecto, bautizado NUTRI3D, busca convertir residuos de frutas, como por ejemplo los restos de la elaboración de mermeladas, en ingredientes de alto valor añadido para barras, perlas brillantes y otras formas comestibles. Según una nota de prensa, el proyecto es una colaboración público-privada que incluye al coordinador tecnológico EltHub, al productor orgánico Rigoni di Asiago y al CREA (Centro de Investigación en Alimentación y Nutrición).
El objetivo es desarrollar alimentos sostenibles, personalizables y con alto contenido nutricional, aptos tanto para consumo cotidiano en la Tierra como para contextos con recursos limitados, como por ejemplo en viajes espaciales o en futuras colonias humanas en otros planetas. Los investigadores destacan la posibilidad de adaptar textura, sabor y perfil nutritivo a las necesidades individuales.
Snacks sostenibles impresos en 3D
Los prototipos ya presentados mezclan las células vegetales con residuos frutales para obtener una masa imprimible, que conserva compuestos aromáticos y nutrientes. Con ella, los científicos han elaborado tanto capas para barras como esferas brillantes que concentran sabor, conceptos pensados para mantener la palatabilidad, o cualidad de un alimento que lo hace agradable y atractivo al paladar, sin desperdiciar materia prima.
Es importante resaltar que, a diferencia de la agricultura convencional, la aproximación por cultivo de células permite producir ingredientes sin necesidad de grandes extensiones de tierra, una ventaja clave en un contexto de cambio climático y presión sobre los recursos agrícolas.
¿Son los alimentos impresos en 3D la nutrición del futuro?
Según informa Reuters, la impresión 3D habilita la personalización: porciones con densidades nutritivas diseñadas para grupos vulnerables o misiones espaciales, una aplicación que ENEA piensa como una de las posibles salidas tecnológicas. En ese sentido, una encuesta indicó que alrededor del 59 % de los italianos dijeron estar dispuestos a probar alimentos impresos con estas técnicas.
Distintas empresas y restaurantes ya experimentan con impresiones de alimentos en Italia: algunos establecimientos en Roma ofrecen platos que imitan cortes de carne mediante formulaciones vegetales impresas. Sin embargo, estas iniciativas deben ir acompañadas de investigación sobre seguridad, etiquetado y sostenibilidad real del ciclo de vida. De esta manera, la impresión 3D de alimentos podría transformar residuos en recursos y modificar en profundidad la dieta del siglo XXI.
____________
Fuente:
