Con un agujero negro que alcance una masa determinada, el encuentro con un ser humano sería letal: pero no hay que alarmarse, ya que las probabilidades son prácticamente nulas
El extraño ejercicio permite explorar la relación entre los agujeros negros primordiales y la enigmática materia oscura. / Crédito: Pixabay/CC0 Public Domain.
Redacción T21
24 NOV 2025
Los científicos han indicado que al pasar a través de un cuerpo humano, un agujero negro primordial, una estructura hipotética que podría ser extremadamente pequeña o inmensa, generaría ondas de choque que destruirían los tejidos, de forma similar a una bala que entra al cuerpo. El agujero negro también produciría fuerzas gravitacionales de marea, que destrozarían las células humanas, siendo las más sensibles a estas fuerzas las células del cerebro.
El físico Robert Scherrer, de la Universidad Vanderbilt, en Estados Unidos, ha realizado un estudio que busca cuantificar y definir el daño potencial de un agujero negro primordial al cruzar un cuerpo humano. Su objetivo es averiguar a partir de qué masa un objeto así produciría lesiones significativas y, de esta manera, ayudar a entender si estos hipotéticos agujeros negros podrían formar parte de la materia oscura.
Los agujeros negros primordiales, formados en el Universo primitivo, tienen masas potenciales que van desde 100.000 veces menos que un pequeño clip hasta 100.000 veces más que el Sol. Algunos investigadores creen que estos agujeros negros pueden constituir parte o la totalidad de la materia oscura, una extraña sustancia hasta hoy indefinida que domina la mayor parte del cosmos.
Mecanismos que se ponen en juego
En su trabajo, publicado en la revista International Journal of Modern Physics D, Scherrer analiza dos mecanismos físicos principales. El primero es la generación de una onda de choque supersónica: cuando el agujero negro atraviesa tejido a velocidades que pueden ser muy altas, provoca una perturbación en forma de cono, similar a la estela de un proyectil, que destruiría los tejidos a lo largo de su trayectoria.
El segundo mecanismo son las fuerzas de marea gravitatorias: la diferencia de gravedad entre puntos cercanos puede estirar y tensar células y fibras, afectando con especial intensidad a estructuras delicadas, como las neuronas en el cerebro humano.
Dos alternativas
¿Cuánta masa hace falta para que la experiencia sea fatal? Scherrer calcula que un agujero negro primordial con una masa equivalente a un objeto del tamaño de un asteroide podría producir lesiones graves o mortales al atravesar una persona, básicamente por la energía liberada en la onda de choque.
Sin embargo, por debajo de esa masa el paso sería sorprendentemente “silencioso” e inadvertido: el objeto podría cruzar el cuerpo sin que la persona notara nada, debido a que la energía transferida sería demasiado pequeña para causar daños macroscópicos, según precisa Scherrer.
Casi imposible
Más allá de esto, en la práctica no deberíamos preocuparnos, de acuerdo a una nota de prensa. Aunque la posibilidad teórica existe, dado que los llamados agujeros negros primordiales podrían haberse formado en fracciones de segundo tras el Big Bang y, en algunas hipótesis, contribuir a la materia oscura, la densidad esperada de estos objetos con masas por encima del umbral calculado es extremadamente baja. En consecuencia, la probabilidad de un encuentro con un ser humano es esencialmente nula.
Pero el valor real de estos estudios es optimizar nuestras herramientas teóricas: establecer límites observacionales y comparar predicciones podría finalmente acotar qué formas puede tomar la materia oscura. Los agujeros negros primordiales podrían ayudar a explicarla.
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Referencia
Gravitational effects of a small primordial black hole passing through the human body. Robert J. Scherrer. International Journal of Modern Physics D (2025). DOI:https://doi.org/10.1142/S0218271825410032
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