Gracias a PRIMA, un microimplante retiniano fotovoltaico del grosor de una tarjeta SIM, más de 30 personas recuperaron parcialmente la vista. Es el primer chip que restaura
visión funcional
Así luce el implante PRIMA, similar a una SIM de teléfono, dentro de la retina.Science Corporation.
Casi todas las personas ciegas que participaron en un estudio recuperaron la visión gracias al implante experimental PRIMA, una red fotovoltaica de 30 micras de grosor, similar a una tarjeta SIM, que los cirujanos colocaron debajo de la retina para estimular las células responsables de la visión. Los pacientes, que habían perdido la vista por degeneración celular y atrofia asociada a la edad, lograron leer letras, números y palabras.
El sistema PRIMA integra un “chip” con electrodos y celdas solares y lo combina con unas gafas de sol especiales. Los anteojos incorporan una cámara que localiza el objetivo y un procesador que traduce esa información en un mapa de luz infrarroja, proyectado directamente al ojo. El implante recibe los pulsos y genera microcorrientes eléctricas que estimulan las células bipolares de la retina. La señal viaja por el nervio óptico hasta el cerebro, que la interpreta como imagen.
Los investigadores desarrollan esta tecnología desde 2012. Recientemente, la revista New England Journal of Medicine (NEJM) publicó un artículo revisado por pares con los resultados del primer ensayo clínico. 32 de los 38 participantes evaluados durante 12 meses (80%) recuperó la visión central y mejoró su agudeza visual desde el inicio hasta el final de la prueba (de las seis personas restantes, tres habían fallecido, una se retiró del estudio y dos no llegaron a las evaluaciones).
Paradromics, una empresa emergente de interfaces cerebro-computadora, realizó una prueba inicial de su tecnología implantando brevemente su dispositivo cerebral en una persona.
Para una clase de cegara sin tratamiento
Por ahora, el implante restaura únicamente la visión perdida por degeneración macular seca relacionada con la edad (DMAE seca). Esta enfermedad adelgaza la mácula, zona central del ojo responsable de la visión nítida, y destruye sus células bipolares. Casi siempre provoca visión central borrosa, necesidad de más luz para leer y dificultades para reconocer rostros. En fases avanzadas, propias de la tercera edad, aparece un punto ciego central. El paciente pierde la vista de manera progresiva e indolora.
El equipo responsable del experimento afirma que este dispositivo constituye el primer sistema “cerebro-computadora” capaz de permitir a las personas leer algunas páginas de un libro con un ojo considerado previamente “ciego”. El ensayo abre una vía crucial para futuras investigaciones, ya que no existe tratamiento para la DMAE seca.
A diferencia de otras prótesis retinianas, PRIMA se enfoca en restaurar la visión funcional de patrones y formas en colores blanco y negro. Otras tecnologías solo se enfocan en aumentar sensibilidad a la luz con baja resolución.
“Antes de hoy, no había nada que restaurara la visión perdida. Los pacientes escuchan sobre otros tipos de terapia experimental, como la terapia génica, pero todos están tratando de retrasar la pérdida de visión. La visión artificial es el único enfoque que realmente devuelve la visión a los pacientes. Y cuando hablas con pacientes con pérdida de visión muy grave, eso es lo que quieren”, dijo Mahi Muqit, coautor del estudio, en un comunicado de Science Corporation.
"Sí hay efectos secundarios, pero son más los beneficios"
El estudio también identificó efectos adversos tras la cirugía. Los más frecuentes fueron hipertensión ocular, desprendimientos de retina, agujeros en la mácula y hemorragias subretinianas. Según el Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica, los médicos resolvieron el 95% las complicaciones en los dos primeros meses. Los científicos aseguran que la tolerancia al implante resulta buena, aunque seguirán supervisando a los pacientes hasta completar 36 meses.
“Los beneficios superaron con creces los efectos adversos. Hasta ahora, se habían desarrollado otros tipos de implantes subretinianos, con muchos menos beneficios. Es la primera vez que un sistema permite a los pacientes que han perdido la visión central volver a leer palabras e incluso frases, conservando su visión periférica”, dijo José-Alain Sahel, autor principal del estudio.
Expertos que no han participado en el estudio señalan algunas consideraciones clave a tener en cuenta. Aunque PRIMA es prometedor, no puede restaurar la calidad visual de antes de los pacientes y tampoco permite la distinción de tonos en escala de grises. Por ello los resultados apuntan a la recuperación de habilidades básicas como la lectura. Las tareas visuales complejas tardarán en llegar.
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