Pese a la abrumadora mayoría, las votaciones de la comunidad internacional a favor del cese al fuego suelen quedarse en el aire debido a la constante y decisiva intervención de Estados Unidos para impedir su materialización
La negativa de Estados Unidos en la ONU, sumada a la intensificación de las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza en el marco del genocidio cometido en la zona, obstaculizan el nacimiento político-jurídico del Estado de Palestina
La presión internacional sobre el genocidio palestino ha comenzado por la fase formal de reconocer a Palestina como Estado soberano, pero es previsible que, de manera gradual, y como se está observando, surjan nuevas etapas en las que las sanciones económicas y políticas contra Israel, el cuestionamiento de la legitimidad de su Gobierno y la desarticulación de la narrativa de una supuesta defensa legítima contra una organización terrorista cobren mayor protagonismo, abriendo paso a la responsabilidad de individuos ante las Cortes Internacionales.
Cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU ya reconocen a Palestina como Estado. Foto: Eyad Baba / AFP.
Óscar Javier Trujillo Osorio
Docente de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), integrante de los grupos de investigación criminológica Polcrymed y de Sociología Jurídica Derecho, Poder y Sociedad 2 de octubre de 2025
Palestina ya es reconocido como Estado por 148 de los 193 Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre ellos Francia y Gran Bretaña, que lo hicieron durante la última semana. La relevancia de este hecho radica en que, junto con Rusia y China, ya son cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU que han reconocido a oficialmente a este país, dejando solo a Estados Unidos que mantiene el veto.
Este reconocimiento, junto con la adhesión de otros países miembros de las Naciones Unidas, se inscribe en la propuesta de la “solución de los dos Estados”, que plantea la creación de un Estado palestino independiente en Cisjordania y Gaza, con Jerusalén Este como capital, en convivencia pacífica con el Estado de Israel.
No obstante, la negativa de Estados Unidos en la ONU, sumada a la intensificación de las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza en el marco del genocidio cometido en la zona, obstaculizan el nacimiento político-jurídico del Estado de Palestina, debilita la legitimidad del derecho internacional, y sobre todo impide la protección de los palestinos sometidos a bombardeos, hambruna y desplazamiento masivo.
Las consecuencias del reconocimiento del Estado de Palestina por más potencias de Occidente serán: una mayor presión en la Unión Europea, y el fortalecimiento de la posición de Palestina ante la comunidad internacional para avanzar en soluciones como corredores humanitarios, atención a la población en Gaza y cese al fuego; también repercutirá en responsabilidades internacionales como la búsqueda de sanciones al Estado de Israel a través los dictámenes consultivos de la Corte Internacional de Justicia por los crímenes cometidos en este territorio, como la individualización de penas por medio de la Corte Penal Internacional, la cual ya ha emitido órdenes de arresto por crímenes de guerra y de lesa humanidad al primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant.
Repercusiones en el reconocimiento del Estado palestino
El reconocimiento de un Estado constituye no solo un gesto formal, sino que valida internacionalmente la autodeterminación y el respeto soberano de una nación, es decir que esta podrá ejercer control sobre su territorio y su población sin estar subordinado a otro, y los demás países se comprometen a respetarlo, al tiempo que abre la puerta a relaciones políticas, económicas y sociales con otros Estados. Este reconocimiento posibilita el establecimiento de embajadas, consulados y acuerdos bilaterales dentro del marco de las relaciones diplomáticas, además de acceso a organizaciones internacionales o préstamos.
Asimismo otorga legitimidad a la voz del pueblo palestino en los debates globales de diversa índole y les brinda protección jurídico-internacional frente a agresiones de otros países o potencias.
Dicho reconocimiento también implica asumir deberes propios de un Estado soberano dentro de la comunidad internacional, como garantizar el respeto a los derechos humanos a través de la ratificación de acuerdos internacionales relacionados con la convivencia pacífica y el respeto del derecho internacional humanitario (DIH) a través de los Convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales.
Cabe resaltar que el reconocimiento como Estado en la comunidad internacional no implica el reconocimiento como Estado miembro de la ONU1, ya que esta última es una categoría específica de la Organización, en la cual se deben aceptar sus reglas y garantizar derechos.
Desde 2012 Palestina es reconocida como un “Estado Observador Permanente no Miembro”, lo que implica que puede participar en los procedimientos de la Organización, “excepto en la votación de proyectos de resolución y decisiones en sus principales órganos y organismos, desde el Consejo de Seguridad hasta la Asamblea General y sus seis comisiones principales” (Naciones Unidas, 2024).
Dicho estatus, aunque con algunos de sus derechos ampliados en 2024, no surte una incidencia plena en las discusiones ni permite votar sobre los temas de la Organización, incluyendo la capacidad de exigirle al Consejo de Seguridad la aplicación del artículo 6 de la Carta de las Naciones Unidas contra la agresión del Estado de Israel, el cual indica: “todo miembro de las Naciones Unidas que haya violado repetidamente los principios contenidos en esta Carta podrá ser expulsado de la Organización por la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad”.
Repercusiones políticas contra Israel por el reconocimiento del Estado palestino
Como ya lo han señalado la ONU y organizaciones académicas y civiles, la agresión genocida desproporcionada, inhumana y contraria a todos los tratados de derechos humanos y DIH ejercida por el gobierno del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, contra la población palestina ubicada en la Franja de Gaza y Cisjordania, es equiparable a los genocidios perpetrados tanto por los nazis en la Segunda Guerra Mundial como los de la India, Ruanda, Camboya, Bosnia y la de Leopoldo II en el Congo.
La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, e Israel, establecida por el ONU, identificó acciones genocidas en Gaza. Foto: Eyad Baba / AFP.
La diferencia radica en que hoy la violencia se transmite en directo, frente a una comunidad internacional envuelta en el discurso de los derechos humanos pero vaciada de acciones efectivas, salvo contadas excepciones como la de algunos países —entre ellos Colombia— que han propuesto la creación de ejércitos de paz para proteger a la población atacada.
Pese a la abrumadora mayoría, las votaciones de la comunidad internacional a favor del cese al fuego suelen quedarse en el aire debido a la constante y decisiva intervención de Estados Unidos para impedir su materialización, como ya se señalaba hace dos años (Trujillo, 2023).
Actualmente, y según los registros de prensa, “66.000 gazatíes han muerto por ataques israelíes, según las autoridades de la Franja de Gaza, que es controlada por el grupo Hamás –considerado terrorista por la UE–, pero cuyas cifras son consideradas fiables por Naciones Unidas” (DW, 2025).
Esto implica un agudizamiento del genocidio en la zona, con lo cual han desmejorado la imagen y la narrativa de la presunta legítima defensa del gobierno israelí, reflejando las consecuencias graduales en la diplomacia internacional, a la que se han sumado voces a favor del pueblo palestino y su reconocimiento como Estado, tanto desde muchos de los Gobiernos como de las poblaciones, con marchas y el envío de asistencia humanitaria a través de barcos con medicamentos y suministros alimenticios como la Flotilla Global Sumud de iniciativa civil.
Frente al reconocimiento del Estado palestino, cabe destacar algunas de las consecuencias para el Estado de Israel, entre las que se puede enunciar las siguientes:
- Presión diplomática y comercial. Esto ha provocado la ruptura en términos de cooperación y tratados comerciales con el Estado de Israel, especialmente en lo que atañe a la industria armamentista.
- Fortalecimiento de la posición palestina en el mundo. Esto implica una ruptura con el discurso justificante del ataque a la población gazatí, el cual se legitimaba con el fundamento al derecho a la defensa contra el ataque de Hamás.
- Aislamiento del Estado de Israel ante las potencias europeas. El reconocimiento del Estado de Palestina por parte de Francia y Gran Bretaña genera una presión de reconocimiento de otras potencias europeas a través de sus propias poblaciones.
- Presión interna provocada por el aislamiento y la estigmatización internacional. Se pueden generar tensiones políticas internas que se reflejen en la oposición al liderazgo del primer ministro. Reconocimiento de una agresión. Israel enfrenta el riesgo de que sus acciones militares sean vistas cada vez menos como defensa legítima y más como agresión contra un Estado soberano.
El reconocimiento pleno de Palestina como Estado soberano y como parte de la ONU por parte de la comunidad internacional parece ser solo cuestión de tiempo. Sin embargo, ello no garantiza una disminución inmediata de las acciones genocidas en su territorio.
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Bibliografía
DW. (Octubre 1, 2025). Cruz Roja cesa operaciones en Gaza por escalada militar. https://www.dw.com/es/cruz-roja-cesa-operaciones-en-gaza-por-escalada-militar/a-74201380
Naciones Unidas. (Abril 18, 2024). Explicación del estatus de Palestina en la ONU. https://news.un.org/es/story/2024/04/1529141
Naciones Unidas. (Septiembre 22, 2025). Once Estados reconocen a Palestina en los últimos dos días. https://news.un.org/es/story/2025/09/1540482
Trujillo O. (Diciembre 4, 2023). Palestina: entre el espejismo de los derechos humanos y el horror del poder. Periódico UNAL. https://periodico.unal.edu.co/opinion/palestina-entre-el-espejismo-de-los-derechos-humanos-y-el-horror-del-poder
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1 Para conocer la forma en la que se admite un Estado Miembro en la ONU, ver el capítulo II: Miembros (artículos del 3-6), de la Carta de las Naciones Unidas: https://www.un.org/es/about-us/un-charter/full-text
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Fuente:
