¿Puede el benzoato de sodio oral reducir los niveles de péptidos beta amiloide en la sangre de personas con Alzheimer, y existe una conexión entre los niveles iniciales de beta amiloide de un paciente y su respuesta cognitiva al tratamiento?
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Karina Petrova
psypost.org/ 22 de septiembre de 2025
Un nuevo estudio sugiere que un medicamento oral, el benzoato de sodio, puede reducir los niveles de proteínas relacionadas con la enfermedad en la sangre de pacientes con Alzheimer leve. La investigación también indica que los pacientes con niveles iniciales más altos de una proteína específica, llamada beta-amiloide 1-42, experimentaron mayores beneficios cognitivos con el tratamiento. Estos hallazgos, publicados en la revista Translational Psychiatry , apuntan a una opción terapéutica potencialmente segura y conveniente para las personas con Alzheimer.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral progresivo que disminuye gradualmente la memoria y otras funciones mentales importantes. Durante décadas, una teoría predominante ha sugerido que la acumulación de proteínas llamadas péptidos beta-amiloide en el cerebro es una de las principales causas del daño a las neuronas y el deterioro cognitivo que se observan en la enfermedad. Esta idea ha cobrado impulso con la reciente aprobación de nuevos tratamientos que actúan directamente sobre estas proteínas beta-amiloide y las eliminan.
Estas terapias, administradas mediante infusiones intravenosas, han demostrado su capacidad para frenar el deterioro cognitivo. Sin embargo, pueden presentar efectos secundarios, como inflamación o hemorragia cerebral, y presentan dificultades logísticas para los pacientes y los sistemas de salud debido a su elevado coste y a la necesidad de visitas regulares al hospital para las infusiones y el seguimiento.
Esta situación ha impulsado la búsqueda de tratamientos más seguros y accesibles que también puedan abordar la acumulación de beta-amiloide. Un candidato es el benzoato de sodio, un compuesto metabolito de la canela y ampliamente utilizado como conservante de alimentos. También está aprobado como tratamiento para ciertos trastornos metabólicos.
Investigaciones previas proporcionaron indicios tempranos de su potencial. Estudios en modelos animales de la enfermedad de Alzheimer demostraron que el benzoato de sodio oral podía reducir la carga de proteína amiloide en el cerebro y mejorar el aprendizaje y la memoria. Posteriormente, ensayos clínicos en humanos revelaron que dosis diarias de 750 o 1000 miligramos mejoraban la función cognitiva en pacientes con enfermedad de Alzheimer leve, con un perfil de seguridad comparable al de un placebo.
La investigación actual fue diseñada como un análisis secundario de un ensayo anterior para explorar dos preguntas clave: ¿puede el benzoato de sodio oral reducir los niveles de péptidos beta amiloide en la sangre de personas con Alzheimer, y existe una conexión entre los niveles iniciales de beta amiloide de un paciente y su respuesta cognitiva al tratamiento?
Para responder a estas preguntas, Chieh-Hsin Lin, de la Universidad Chang Gung, y Hsien-Yuan Lane, del Hospital Universitario de Medicina de China en la ciudad de Taichung, analizaron datos de un ensayo clínico realizado previamente. El estudio original fue un ensayo aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo de 24 semanas de duración en el que participaron 149 pacientes de tres centros médicos de Taiwán. El diseño doble ciego implica que ni los participantes ni los investigadores sabían quién recibía el tratamiento activo frente a un placebo inactivo, lo que ayuda a prevenir sesgos en los resultados.
Los participantes eran personas de entre 50 y 100 años con diagnóstico de probable enfermedad de Alzheimer leve. En general, gozaban de buena salud física y presentaban puntuaciones cognitivas dentro de un rango específico que indicaba una fase leve de la enfermedad. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a uno de cuatro grupos durante un período de 24 semanas. Un grupo recibió un placebo, mientras que los otros tres grupos recibieron diferentes dosis diarias de benzoato de sodio: 500 miligramos, 750 miligramos o 1000 miligramos.
A lo largo del estudio, los investigadores evaluaron la función cognitiva de cada participante mediante una prueba estándar denominada Escala de Evaluación de la Enfermedad de Alzheimer (subescala cognitiva). Esta es una herramienta común en ensayos clínicos para la enfermedad de Alzheimer, y en esta escala, una puntuación baja indica un mejor rendimiento cognitivo. Antes del inicio del ensayo y tras su conclusión a las 24 semanas, se tomaron muestras de sangre de los participantes.
El equipo de investigación utilizó estas muestras para medir las concentraciones plasmáticas de dos péptidos beta-amiloide específicos: beta-amiloide 1-40 y beta-amiloide 1-42. El análisis se centró en si los niveles de estas proteínas cambiaban después del tratamiento y si estos cambios se relacionaban con los resultados cognitivos. El estudio combinó los datos de los dos grupos de dosis más altas, 750 y 1000 miligramos al día, ya que estas fueron las dosis que mostraron beneficios cognitivos en el ensayo original.
El análisis reveló que el benzoato de sodio tuvo un efecto notable en los niveles de beta-amiloide. Al combinar los datos de los dos grupos de dosis efectivas, el tratamiento produjo una reducción significativa en los niveles de beta-amiloide 1-40 en sangre, en comparación con el grupo placebo. Se observó una reducción significativa similar en la cantidad total de beta-amiloide, que es la suma de los péptidos 1-40 y 1-42. Si bien se observó una tendencia hacia niveles más bajos de beta-amiloide 1-42 en el grupo de tratamiento, este cambio no fue estadísticamente significativo por sí solo. La dosis de 500 miligramos no produjo cambios significativos en los niveles de amiloide al analizarse por separado.
El estudio también reveló una relación predictiva entre los niveles iniciales de beta-amiloide y los beneficios cognitivos del tratamiento. Entre los pacientes que recibieron las dosis efectivas de 750 o 1000 miligramos de benzoato de sodio, quienes iniciaron el ensayo con niveles más altos de beta-amiloide 1-42 en sangre mostraron una mayor mejora cognitiva a lo largo de las 24 semanas. Esta mejora se midió como una mayor disminución en sus puntuaciones de evaluación cognitiva.
Esta conexión entre un nivel basal más alto de beta-amiloide 1-42 y mejores resultados cognitivos no se observó en el grupo que recibió placebo, lo que sugiere que el efecto fue específico del tratamiento con benzoato de sodio. El estudio también analizó otros marcadores biológicos relacionados con los antioxidantes, pero no halló correlación entre ellos y los cambios en los niveles de beta-amiloide.
Los investigadores identificaron algunas limitaciones en su trabajo que sugieren áreas de investigación futura. El tamaño de la muestra fue moderado, lo que podría significar que algunos efectos reales, aunque menores, fueron demasiado sutiles para ser detectados con fiabilidad estadística. La duración del ensayo, de 24 semanas, también es relativamente corta, por lo que se desconoce si los beneficios cognitivos y biológicos persistirían o se incrementarían a lo largo del tiempo.
Además, los participantes eran de ascendencia taiwanesa Han, por lo que se necesitarían más estudios para confirmar si los resultados se aplican a personas de otros orígenes étnicos. Investigaciones futuras también podrían explorar si diferentes dosis, quizás incluso más altas, podrían producir efectos distintos o más intensos. Una pregunta importante que aún persiste es cómo se relacionan los cambios en los niveles de beta-amiloide en sangre con la cantidad de estas proteínas en el cerebro y el líquido cefalorraquídeo, donde se cree que causan el mayor daño.
Estudios futuros podrían incorporar técnicas de neuroimagen para observar directamente el impacto del tratamiento en el cerebro, proporcionando así una visión más completa de su mecanismo. A pesar de estas limitaciones, los hallazgos sugieren que el benzoato de sodio, un medicamento oral con un excelente historial de seguridad, tiene el potencial de convertirse en una nueva terapia para la enfermedad de Alzheimer que actúa reduciendo las proteínas beta-amiloide.
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El estudio, “ El tratamiento con benzoato de sodio disminuyó los péptidos beta amiloides y mejoró la función cognitiva entre pacientes con enfermedad de Alzheimer: análisis secundario de un ensayo clínico aleatorizado ”, fue escrito por Chieh-Hsin Lin y Hsien-Yuan Lane.
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