El equilibrio nuclear global está cambiando. Mientras Estados Unidos y Rusia reducen lentamente sus arsenales, China e India avanzan con fuerza. Pekín ya suma 600 cabezas nucleares y Nueva Delhi incrementa su arsenal en plena tensión regional. Un gráfico del SIPRI muestra cómo evoluciona un tablero mundial cada vez más peligroso.
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Por Thomas Handley
es.gizimodo.com 24 de agosto de 2025
El Reloj del Juicio Final marca 89 segundos para la medianoche, el nivel más cercano a la devastación nuclear en sus 78 años de historia. Aunque la Guerra Fría terminó hace décadas, la sombra de las armas atómicas sigue pesando. El panorama en 2025 refleja un mundo donde los viejos gigantes reculan, pero nuevas potencias emergen.
EEUU y Rusia, todavía los gigantes
Estados Unidos y Rusia siguen dominando el arsenal mundial con miles de ojivas, aunque en constante reducción. En los últimos meses, Washington desactivó ocho cabezas nucleares y Moscú otras 71. Aun así, ambos conservan cerca de 2.000 ojivas estratégicamente desplegadas, listas para ser utilizadas en caso de conflicto.
En Europa, Francia y Reino Unido mantienen una capacidad estable, con programas de modernización en marcha. Francia, en particular, prepara una nueva generación de armas que refuerzan su papel como actor clave de la disuasión nuclear occidental.

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El ascenso imparable de China
El gran cambio lo protagoniza China. En 2024 disponía de 500 cabezas nucleares; ahora, en apenas un año, ya suma 600. Ese aumento del 20% refleja una política clara de rearme que inquieta a sus rivales y aliados por igual.
Aunque solo una treintena de estas ojivas estarían desplegadas estratégicamente, Pekín se ha ganado un asiento central en la mesa nuclear global. Además, su inversión militar se extiende a otros ámbitos: portaaviones con catapultas electromagnéticas, cazas de última generación y tecnología furtiva. La señal es inequívoca: China quiere consolidar su poder estratégico.
India también acelera
El otro protagonista es India. Según el último informe del SIPRI, ha incrementado su arsenal en ocho cabezas en apenas unos meses, alcanzando un total de 180. Ninguna de ellas estaría aún estratégicamente desplegada, pero el crecimiento llega en plena tensión en el Indo-Pacífico, donde los choques de intereses con China son cada vez más frecuentes.
Con Pakistán y Corea del Norte también en el tablero, la región se perfila como uno de los escenarios más volátiles del planeta. La incertidumbre sobre el número real de ojivas de Pyongyang añade aún más inquietud.
Una nueva era de incertidumbre
El panorama nuclear actual no se limita a contar ojivas. El futuro está marcado por la expiración del tratado START III, que limitaba las armas estratégicas entre EEUU y Rusia, y del que Moscú se desvinculó en 2022. Mientras tanto, China impulsa pactos de “no primer uso” que contrastan con su acelerada expansión militar.
El mapa nuclear de 2025 refleja un mundo donde los viejos equilibrios se erosionan y las nuevas potencias buscan su lugar. La disuasión sigue funcionando, pero cada nueva cabeza añadida acerca un poco más el reloj simbólico al punto de no retorno.
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Fuente: Xataka. En:
