"Se avecina una larga nube negra", pues el Imperio del Caos no se detendrá ante nada para evitar el amanecer
Llegaron. Bombardearon (con bombas antibúnkeres). Huyeron. Y luego prepararon el terreno para controlar la narrativa mediante una masiva operación de relaciones públicas.
Las falsas afirmaciones de Trump sobre la «destrucción de Fordow» quedan desmentidas
Pepe Escobar – Sputnik Globe
[Traducción de: Nora Hoppe]
El presidente de Estados Unidos elogió la “espectacular” victoria de los B-2 que volaron desde Estados Unidos a Asia occidental para lanzar MOP (Massive Ordnance Penetrators) sobre Fordow en plena noche del 22 de junio (significativamente, la misma fecha que el inicio de la Operación Barbarroja en 1941).
Los funcionarios de Trump 2.0 se regocijaron porque el programa nuclear de Irán había terminado.
Ese es el reality show. Ahora vayamos a la realidad. Mannan Raisi, miembro del Majlis (parlamento) iraní de la ciudad santa de Qom, resumió la situación así: «Contrariamente a las declaraciones del mentiroso presidente estadounidense , las instalaciones nucleares de Fordow no han sufrido daños graves. Solo se destruyeron las instalaciones superficiales, que pueden restaurarse. Además, todo lo que pudiera suponer un peligro para la población fue evacuado con antelación. No hay informes de fugas nucleares. Las falsas afirmaciones de Trump sobre la «destrucción de Fordow» quedan desmentidas por el hecho de que los ataques fueron tan superficiales que ni siquiera hubo víctimas en las instalaciones».
Lo que realmente importa es que el Imperio del Caos, con un solo ataque –espectacular y criminal– ha bombardeado (una vez más) la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional (una vez más), el TNP (quizás para siempre), la Constitución de los Estados Unidos, la “comunidad internacional” y la propia base MAGA de Trump.
El Sur Global está ahora reflexionando y sacando las conclusiones necesarias. El presidente estadounidense, defensor de la "paz mediante la fuerza", ahora carga con dos guerras, un genocidio y un ataque no provocado de una superpotencia nuclear en nombre de una potencia nuclear contra una potencia no nuclear.
La respuesta del CGRI fue inmediata: la verdadera guerra comienza ahora. El eje sionista lo pagará caro. No será una guerra a gran escala contra el Imperio: eso sería extremadamente antiestratégico. Lo que se desatará es una aniquilación a múltiples niveles.
Esto ya estaba en marcha la mañana del 23 de junio. Irán lanzó nada menos que cinco oleadas multidireccionales de misiles , que cubrieron todo el territorio israelí, incluyendo nuevos objetivos como el puerto de Ashdod y la central eléctrica. La tasa de interceptación israelí cayó por debajo del 50 %. Se desató el caos, desde el mal funcionamiento de las sirenas de alarma hasta los cortes de electricidad. Los miembros de la Knéset huyeron. Un vuelo de socorro de El Al procedente de Nueva York se vio obligado a regresar cuando comenzaron los lanzamientos de misiles.
El mensaje: Todo Israel es ahora un objetivo legítimo, alcanzable en cuestión de minutos con misiles Kheybar-Shakan, Emad, Qadr y Fattah-1.
El estrecho de Ormuz: la carta suprema
Las prioridades actualizadas de Irán incluyen: detener la guerra en Gaza y el sur del Líbano; “evolucionar” la doctrina nuclear (cualquier cosa puede suceder); el asesinato selectivo de líderes sionistas; aumentar los ataques contra el Mossad; y aumentar los bombardeos con misiles de Tel Aviv, Haifa y Dimona.
No habrá una guerra directa contra el Imperio del Caos. El bloqueo del Estrecho de Ormuz es la baza suprema de Irán, no la nuclear: no se desplegará al máximo por ahora. En el mejor de los casos, podría haber un bloqueo parcial de los envíos de petróleo al Occidente colectivo, ahora fragmentado.
Una ex fuente de alto nivel del Estado Profundo confirmó que “la CIA informó a la administración Trump que China se oponía firmemente a cerrar el Estrecho de Ormuz , por lo que Trump siguió adelante con el bombardeo”.
El cierre del Estrecho de Ormuz provocará una depresión global de magnitud inimaginable. La pérdida de más del 20% del suministro mundial de petróleo provocará la implosión de más de dos billones de dólares en derivados, como ya preveían las proyecciones de Goldman Sachs a finales de la década de 2010. Warren Buffett lo describió como una reacción en cadena tras una explosión nuclear.
Tal como están las cosas, Teherán ha aprendido la lección a las malas. No es que los líderes iraníes hayan actuado inmoralmente; al contrario, su fe en la diplomacia y las negociaciones serias ha demostrado contrastar totalmente con el modus operandi, totalmente depravado, del imperio estadounidense.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, lo resumió así: Irán negociaba con Estados Unidos cuando Israel decidió destruir esa diplomacia. Luego, Irán dialogaba con el E3/UE cuando Estados Unidos decidió destruir esa diplomacia. Por lo tanto, es absurdo ordenar a Irán que regrese a la mesa de negociaciones: "¿Cómo puede Irán regresar a algo que nunca abandonó, y mucho menos que destruyó?".
En el foro de San Petersburgo, el presidente Putin declaró claramente: «Apoyamos a Irán y su lucha por sus legítimos intereses, incluido el uso pacífico de la energía nuclear». Y añadió con contundencia: «Quienes afirman que Rusia no es un socio fiable son provocadores».
El propio Putin declaró a principios de esta semana que Rusia había ofrecido previamente reforzar las defensas aéreas de Irán, pero que la oferta no había sido aceptada. Es bien sabido que, a diferencia del tratado con Corea del Norte, el acuerdo de asociación estratégica entre Rusia e Irán no incluía una cláusula de seguridad colectiva.
Pero las cosas podrían cambiar.
Aún no se han producido filtraciones sustanciales sobre la reunión entre Putin y Araghchi , pero es probable que se trataran temas extremadamente delicados. Putin reiteró que «la agresión absolutamente no provocada contra Irán carece de fundamento y justificación». Añadió, crípticamente: «Rusia está tomando medidas para apoyar al pueblo iraní».
Nadie debería sorprenderse si Irán decide que ahora debe poseer un arma nuclear como medida disuasoria contra el eje sionista. Una opción planteada por algunos analistas, aunque extremadamente delicada en muchos sentidos, sería una alianza de seguridad plena con Rusia y quizás China, con Irán bajo su paraguas nuclear.
Después de todo, se trata de tres de las principales naciones BRICS (el renovado Triángulo de Primakov), y la guerra del Imperio es fundamentalmente una guerra contra los BRICS.
Este nuevo acuerdo al menos mantendría el enriquecimiento nuclear de Irán como un proceso civil, científico y no militar, permitiendo que la asociación estratégica entre Rusia y China supervise el enriquecimiento de uranio y al mismo tiempo proporcione garantías de seguridad a Irán.
Además, esto proporcionaría una garantía de seguridad para el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), que es de interés nacional estratégico para Rusia.
La perspectiva china es otro tema muy complejo. Existe cierto consenso entre los centros de investigación chinos en el sentido de que Irán debería, ahora más que nunca, fortalecer su sistema de defensa aérea. Esto probablemente signifique aceptar la oferta anterior de Rusia de cooperar en este ámbito.
"Hay una larga nube negra que desciende"
La entrada de Trump en la guerra suicida de los neoconservadores israelíes y estadounidenses contra Irán solo añade otra pieza al panorama general. Ha sido predecible desde al menos finales de la década de 1990: la misma estrategia para controlar los recursos energéticos de Asia Occidental y fortalecer el poder económico del Imperio del Caos, mientras se intimida al Sur Global: ni se les ocurra desviarse de nuestro orden unilateral.
Incluso el propio presidente de Estados Unidos ha revelado la verdad, en mayúsculas: «Si el actual régimen iraní es incapaz de HACER QUE IRÁN VUELVA A SER GRANDE, ¿por qué no debería haber un cambio de régimen? ¡MIGA!».
El invaluable profesor Michael Hudson, entre otros, ha resumido lo que está en juego: «Irán no solo es la pieza clave para el control total de Oriente Medio y sus reservas de petróleo y dólares. Irán es un eslabón crucial en el programa de la Franja y la Ruta de China para una nueva Ruta de la Seda de transporte ferroviario hacia Occidente. Si Estados Unidos derrocara al gobierno iraní, cortaría el largo corredor de transporte que China ya ha construido y espera extender hacia el oeste. Irán también es crucial para bloquear el comercio y el desarrollo ruso a través del Mar Caspio y el acceso al sur, evitando el Canal de Suez. Y bajo el control de Estados Unidos, un régimen títere iraní podría amenazar a Rusia desde su flanco sur».
No es sorprendente, entonces, que el cambio de régimen en Teherán –que es el verdadero objetivo de la guerra– sea un asunto de supremo interés nacional para las élites estadounidenses, en el sentido enfatizado por el profesor Hudson de un “imperio coercitivo de estados títeres que observan la hegemonía del dólar al adherirse al sistema financiero internacional dolarizado”.
Comparemos ahora todo lo anterior con el tenor de las discusiones en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) de la semana pasada. El foro concluyó la noche del 20 de junio. Estados Unidos atacó a Irán la noche del 22 de junio.
Prácticamente todo el Sur Global estuvo presente en San Petersburgo, con al menos 15.000 personas. Según el secretario ejecutivo del comité organizador del SPIEF, Anton Kobakov, se firmaron más de mil acuerdos, por un valor total de más de 80.000 millones de dólares.
Hubo paneles esclarecedores sobre todos los temas: sobre los desafíos de la Ruta del Mar del Norte, uno de los corredores de conectividad clave del siglo XXI; sobre las inversiones mutuas entre Rusia y China; sobre la reforma del sistema financiero internacional; sobre la lucha contra las noticias falsas, un área en el que Occidente sobresale, y sobre la inteligencia artificial que controla todas las narrativas; sobre los BRICS, la OCS, la UEEA, la ASEAN, el INSTC.
En la sesión plenaria, el Sur Global y los BRICS estuvieron plenamente representados: Rusia, China, Indonesia (el presidente Prabowo fue el invitado de honor), Sudáfrica y Baréin. El presidente Putin fue directo al grano: «Rusia y China no están configurando el nuevo orden mundial; este surge de forma natural, como el sol. Simplemente estamos allanando el camino para que sea más equilibrado».
Sin embargo, "se avecina una larga nube negra", pues el Imperio del Caos no se detendrá ante nada para evitar el amanecer. El representante de Rusia ante la ONU, Vassili Nebenzya, lo dio en el clavo con precisión decisiva: "Estados Unidos ha abierto la caja de Pandora (...) Nadie sabe qué nuevas catástrofes y sufrimiento traerá".
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