Usar el poder de los microbios puede convertirse en una de las formas más naturales e inteligentes de proteger nuestra piel y nuestro planeta
Científicos han descubierto que las bacterias de nuestra piel podrían ser un protector solar natural, ciertos microorganismos en la piel pueden reducir los efectos dañinos de la radiación ultravioleta
ECOINVENTOS
Este descubrimiento podría influir en el desarrollo de protectores solares y productos para el cuidado de la piel, aprovechando el microbioma para mejorar la respuesta de la piel a la radiación UV.
- Bacterias en la piel podrían actuar como protector solar natural.
- Degradan el ácido cis-urocánico, vinculado al daño UV.
- Reducen inflamación y riesgo de mutaciones en la piel.
- Nuevas posibilidades para protectores solares y tratamientos.
- Tecnología aún en desarrollo, con gran potencial ecológico.
Investigadores revelaron un hallazgo clave: algunas bacterias presentes en la piel humana pueden reducir los efectos dañinos de la radiación ultravioleta (UV). El estudio, liderado por el Dr. VijayKumar Patra en Francia y Austria, muestra cómo ciertos microorganismos metabolizan el ácido cis-urocánico, un compuesto que surge tras la exposición solar y que afecta la inmunidad local.
MICROBIOMA CUTÁNEO Y RADIACIÓN SOLAR
La capa más externa de la piel, el estrato córneo, alberga una densa comunidad microbiana que interactúa directamente con los compuestos producidos al recibir luz solar. Uno de ellos, el ácido trans-urocánico, se transforma en ácido cis-urocánico bajo radiación UVB. Este último posee efectos inmunosupresores, lo que puede calmar inflamaciones, pero también vuelve la piel más vulnerable a infecciones o mutaciones celulares.
El equipo descubrió que algunas bacterias utilizan este compuesto como nutriente, lo que reduce su presencia y mitiga sus efectos negativos. Esto revela una conexión directa entre metabolismo microbiano y defensa inmunológica ante el sol.
UNA NUEVA FORMA DE ENTENDER EL CUIDADO SOLAR
Dr. Peter Wolf, del área de fotodermatología en la Universidad Médica de Graz, destacó que esta investigación abre la puerta al diseño de protectores solares que tengan en cuenta el microbioma. Esto representa un cambio de paradigma: no solo se trataría de bloquear los rayos UV, sino de apoyar a las bacterias beneficiosas que modulan las respuestas inmunológicas post-exposición.
Además, esta visión podría cambiar cómo se aplican terapias con luz UV en enfermedades como la psoriasis o la dermatitis.
USO DE MICROBIOS PARA CURAR LA PIEL
El estudio también apunta a que alteraciones en el microbioma cutáneo podrían explicar por qué algunas personas se queman más fácilmente o sanan más lentamente tras una exposición intensa al sol. Ya se están explorando cremas o lociones que contengan bacterias beneficiosas, capaces de acelerar la regeneración cutánea y reducir la inflamación sin fármacos agresivos.
Sin embargo, los investigadores insisten en que faltan ensayos clínicos rigurosos para garantizar que estas soluciones sean seguras, sostenibles y eficaces a largo plazo.
EL MICROBIOMA NO ES PASIVO: ES UN REGULADOR ACTIVO
Según la Dra. Anna Di Nardo, de la Universidad de California en San Diego, las bacterias de la piel no son simples víctimas del ambiente, sino agentes activos que regulan la inmunidad y metabolizan productos derivados de la luz solar. Esto refuerza la idea de que mantener un microbioma equilibrado no solo es clave para evitar infecciones, sino también para protegerse contra los efectos del sol de forma natural y sostenible.
Este descubrimiento no solo tiene aplicaciones médicas, sino que podría representar un gran avance en sostenibilidad:
- Reducir el uso de químicos en protectores solares que dañan ecosistemas marinos, como los arrecifes de coral.
- Evitar ingredientes tóxicos como el oxibenzona, cuyo impacto ambiental está ya prohibido en algunas regiones.
- Aprovechar microorganismos naturales en productos cosméticos sin recurrir a procesos contaminantes.
- Disminuir la producción de envases plásticos asociados a los cosméticos actuales, gracias a soluciones más duraderas y microbianas.
Además, al tratarse de una tecnología biológica, el impacto ambiental es mucho menor en comparación con los métodos industriales convencionales. Esto la convierte en una vía prometedora para unir cuidado personal y compromiso ecológico.
En un mundo donde el cambio climático y la radiación solar aumentan, usar el poder de los microbios puede convertirse en una de las formas más naturales e inteligentes de proteger nuestra piel y nuestro planeta.
20 mayo, 2025
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