- Bacterias en la piel podrían actuar como protector solar natural.
- Degradan el ácido cis-urocánico, vinculado al daño UV.
- Reducen inflamación y riesgo de mutaciones en la piel.
- Nuevas posibilidades para protectores solares y tratamientos.
- Tecnología aún en desarrollo, con gran potencial ecológico.
- Reducir el uso de químicos en protectores solares que dañan ecosistemas marinos, como los arrecifes de coral.
- Evitar ingredientes tóxicos como el oxibenzona, cuyo impacto ambiental está ya prohibido en algunas regiones.
- Aprovechar microorganismos naturales en productos cosméticos sin recurrir a procesos contaminantes.
- Disminuir la producción de envases plásticos asociados a los cosméticos actuales, gracias a soluciones más duraderas y microbianas.