Las zonas de combate del futuro estarán dominadas por robots y sistemas autónomos, los únicos capaces de operar en entornos tan hostiles
El campo de batalla del futuro: los drones y los robots están cambiando la guerra
El campo de batalla moderno se ha transformado en una zona mortal que se extiende por kilómetros. La tecnología de los drones está redefiniendo las estrategias militares, creando áreas cada vez más grandes donde ningún soldado puede sobrevivir.
Gianluca Riccio
Febrero 17 2025
¿Recuerdas cuando el campo de batalla estaba hecho de trincheras y alambre de púas? Hoy esa "tierra de nadie" de cien metros de ancho Se ha convertido en una zona de muerte de kilómetros de profundidad. Los drones han creado un espacio letal donde ningún soldado puede moverse libremente: una transformación trascendental que está redefiniendo las estrategias militares y avanzando hacia un futuro compuesto de robots y sistemas autónomos.
Los estrategas militares ya hablan de “capas de combate” de cientos de kilómetros de profundidad, donde las líneas del frente tendrán que estar completamente automatizadas para sobrevivir. Una evolución que comenzó hace mucho tiempo.
La evolución del campo de batalla a través de la historia
Las zonas de combate cambiantes cuentan la historia de la evolución de la guerra moderna. Durante el La Primera Guerra Mundial, la “tierra de nadie” entre las trincheras se extendía por unos 100 metros: una franja de muerte donde nadie se atrevía a aventurarse. Con el La Segunda Guerra MundialEsta zona letal se ha ampliado a unos 500 metros, consecuencia de la introducción de tanques y artillería más efectiva.
Con el Conflicto ruso-ucraniano Hemos sido testigos de una evolución dramática. El uso masivo de drones (Sólo los ucranianos pierden unos diez mil al mes, según Estas estimaciones) creó una zona mortal de 10 a 15 kilómetros de profundidad. En este espacio, cada movimiento es detectado y puede ser acertado con precisión letal.
¿Cuál será el siguiente paso? Es fácil adivinarlo: zonas de combate a cientos de kilómetros de profundidad, donde las líneas del frente estarán dominadas por sistemas autónomos y robóticos.
La nueva realidad del campo de batalla ucraniano
El concepto de “línea de drones” está redefiniendo la forma en que luchamos. Como se mencionó, se ha desarrollado una zona de vigilancia y ataque de varios kilómetros de profundidad, donde cada movimiento del enemigo es monitoreado constantemente y puede ser alcanzado en cualquier momento.
I drones Proporcionan apoyo aéreo continuo a las unidades de infantería, ofreciendo inteligencia en tiempo real y capacidades de ataque inmediato. Esta presencia aérea constante ha mejorado enormemente la eficacia operativa de las tropas terrestres.
La integración de drones, infantería y artillería está creando sistemas de ataque cohesivos y dinámicos. El campo de batalla se ha convertido en un espacio donde se identifican objetivos y se atacan mediante un esfuerzo coordinado de diferentes sistemas de armas.
Cadenas de ataques distribuidos
Un aspecto particularmente interesante es la aparición de las “pilas de drones”: sistemas en los que múltiples aeronaves realizan funciones diferentes pero complementarias. Algunos se encargan de la vigilancia, otros de la adquisición de objetivos y otros del ataque propiamente dicho.
Este enfoque distribuido hace que el sistema sea más resistente y adaptable. Es más difícil interrumpir una cadena de ataque cuando sus componentes están distribuidos en múltiples plataformas autónomas.
¿El resultado? Un campo de batalla donde las posiciones defensivas se han vuelto excepcionalmente letales. Los movimientos de tropas a gran escala se han vuelto extremadamente riesgosos, dada la alta probabilidad de ser detectados y atacados por drones. Un cambio total de perspectiva. Y las perspectivas de futuro son aún más inquietantes.
El futuro de la zona mortal
Los avances en la tecnología de los drones prometen ampliar aún más la zona letal. Las aeronaves con mayor alcance y persistencia extenderán el alcance letal a través del campo de batalla.
La inteligencia artificial permitirá la creación de enjambres de drones capaz de operar de forma autónoma, adaptándose dinámicamente a las condiciones del campo y abrumando las defensas rivales mediante acciones coordinadas.
Los sistemas mejorados de adquisición de objetivos harán que sea aún más difícil para las fuerzas terrestres evitar la detección y el ataque. Una mayor precisión y velocidad aumentarán aún más la letalidad del campo de batalla.
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Implicaciones para el futuro de la guerra
Me sorprende que esta transformación esté llevando a una paradoja: cuanto más letal se vuelve el campo de batalla, Cuanto más necesario es retirar el elemento humano de las líneas del frente. Las zonas de combate del futuro estarán dominadas por robots y sistemas autónomos, los únicos capaces de operar en entornos tan hostiles.
La guerra electrónica desempeñará un papel cada vez más crucial. La capacidad de interrumpir y neutralizar los drones enemigos será tan importante como la capacidad de operar los propios. Esto creará un espacio aéreo en constante disputa, donde el control será continuamente desafiado.
En este escenario, la supervivencia dependerá cada vez más de la tecnología y la innovación. Quien pueda adaptarse más rápidamente a esta nueva realidad tendrá una ventaja decisiva en el campo de batalla del futuro.
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Gianluca Riccio, directora creativa de Melancia adv, redactora y periodista. Forma parte del Instituto Italiano para el Futuro, World Future Society y H+. Desde 2006 dirige Futuroprossimo.it, el recurso italiano de Futurología. Es socio de Forwardto - Estudios y habilidades para escenarios futuros.
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