Dientes nuevos con una inyección: el sueño de la regeneración ahora en ensayos con humanos
La inyección con anticuerpos especiales es capaz de bloquear un gen y, con ello, impulsa el crecimiento de una tercera generación de dientes.
Una ilustración de un molar en un fondo azul y rodeado de instrumentos de odontología.J Studios
La lucha por la regeneración dental ha dado un paso más. Investigadores japoneses han iniciado las pruebas con un fármaco que promete impulsar el crecimiento de nuevas piezas dentales. El trabajo de los científicos pretende, en algún punto, generar alternativas más funcionales que las actuales prótesis dentales.
El medicamento se basa en la hipótesis de que, debajo de cada encía adulta, hay un brote inactivo de una tercera generación de dientes. El cuerpo mantiene inactivos estos brotes dentales, pero si se logra activar la actividad celular, podrían crecer en la región faltante, tal como ocurre tras la caída de los dientes de leche. Los médicos que están detrás del hito de la regeneración dental actualmente buscan el componente correcto que detone el crecimiento.
Una secuencia de ADN tomada de un cepillo dental reveló la existencia de cientos de bacteriófagos, los enigmáticos virus que atacan bacterias.
¿Cómo crecen nuevos dientes?
La clave parece estar en el gen USAG-1. Los científicos han encontrado una relación directa entre la deficiencia de este gen y la presencia de proteína morfogenética ósea (BMP), que incentiva el desarrollo de las piezas permanentes. Las personas que no expresan correctamente el USAG-1 tienden a tener dientes supernumerarios (piezas extras que aparecen de repente). Por lo tanto, los médicos saben que la proteína tiene un papel relevante en la regulación de la producción dental.
En experimentos anteriores con ratones y hurones, los científicos japoneses lograron el crecimiento de los dientes de tercera generación. Para ello, bloquearon la proteína USAG-1 con anticuerpos dedicados a atacarla sin generar efectos secundarios. La investigación publicada en Science se consideró un éxito en 2023. Su sueño de hacer crecer dientes adicionales había alcanzado una nueva etapa.
En octubre de 2024, los mismos científicos han iniciado ensayos clínicos en el Hospital Universitario de Kioto para buscar la aprobación del fármaco. Los sujetos de prueba son adultos a quienes les faltan piezas dentales. Este primer intento quiere replicar el procedimiento realizado con ratones y hurones hace un año. Sin embargo, también debe comprobar si las piezas humanas de tercera generación son funcionales y estéticas.
Hay esperanza en el tratamiento, aunque no salga como se espere. Una inyección con los anticuerpos dará precisión al tratamiento y, si el diente sale por otro lado, se arreglará con un tratamiento de ortodoncia convencional.
Los médicos que trabajan en el fármaco buscan curar una afección hereditaria bastante rara llamada anodoncia. Las personas con anodoncia no pueden desarrollar piezas dentales de forma natural. Más allá del contexto estético, quienes viven con la condición genética tienen problemas para comer durante toda su infancia.
Si el tratamiento tiene éxito en humanos, los primeros en recibir el fármaco serán niños con anodoncia, confirman los investigadores. Todavía queda un largo camino por recorrer, pero los pasos parecen ser los correctos. Los dientes de tercera generación podrían llegar en la década de 2030. Tras su aplicación para tratar el padecimiento genético, se usarán de manera general en el campo de la odontología.
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