En Gabón, África
Reactor Nuclear Natural
Hace 2.000 millones de años, las características geológicas y químicas de la región favorecieron este fenómeno
Las pruebas de su existencia se encontraron en el yacimiento de Oklo. Los científicos aseguran que es imposible que vuelva a producirse en la actualidad
No solo los humanos somos capaces de fabricar reactores nucleares (Freepik)
Por R. Badillo
03/12/2024
Algo asombroso sucedió en la Tierra hace más de 2.000 millones de años. En el corazón de lo que hoy es Gabón, África, se dieron las condiciones perfectas para que la naturaleza realizara un experimento que los humanos no replicarían hasta hace poco más de un siglo: un reactor nuclear natural. Este fenómeno, descubierto en los yacimientos de Oklo, ha llamado la atención de científicos de todo el mundo.
El misterio comenzó en mayo de 1972, cuando un físico que trabajaba en la planta de procesamiento nuclear de Perrelatte, Francia, encontró niveles anómalos de uranio-235 en el mineral extraído de Oklo. Este isótopo, fundamental para las reacciones nucleares, se encontraba en concentraciones del 0,717 %, una ligera disminución respecto al 0,720 % que la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) considera estándar en el uranio natural. Aunque la diferencia es pequeña, los análisis revelaron algo extraordinario: hace 2.000 millones de años, en la región tuvo lugar una reacción de fisión nuclear autosostenida.
Hace 2.000 millones de años, las características geológicas y químicas de la región favorecieron este fenómeno. La mayor abundancia de uranio-235 y la presencia de agua subterránea fueron claves para moderar los neutrones generados por la fisión. Este proceso natural, comparable al funcionamiento de los reactores nucleares modernos, operó durante miles de años de forma intermitente, hasta que las condiciones cambiaron.
Un fenómeno único en la historia
Los estudios isotópicos realizados en Oklo detectaron productos de fisión como xenón y criptón, lo que confirmó que el uranio había experimentado reacciones nucleares. A medida que el agua subterránea se evaporaba por el calor de la fisión, la reacción se detenía, pero se reiniciaba al enfriarse y regresar al sistema. Este ciclo natural permitió que el reactor se mantuviera activo durante períodos de tiempo bastante prolongados.
El yacimiento de Oklo, en Gabón (X/@mib_63)
Hloy en día, el uranio-235 es el más codiciado de todos, ya que se puede enriquecer por encima del 3%. Una característica clave para crear una reacción nuclear sostenida en el tiempo. Eso sí, las condiciones actuales de la Tierra hacen imposible que algo así vuelva a ocurrir. La menor concentración de este isótopo y los cambios en la geología global eliminan la posibilidad de que se reproduzca este fenómeno único, dejando a Oklo como un caso excepcional en la historia geológica del planeta.
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