Neurociencias
Las ondas cerebrales lentas hacen que el neocórtex sea especialmente receptivo e incremente su actividad en la consolidación de la memoria
El sueño de onda lenta fortalece las conexiones entre las neuronas en el neocórtex, optimizando la formación de memoria. / Créditos: Charité | Sabine Grosser.
Pablo Javier Piacente
16 DIC 2024
Mediante experimentos de electrificación en el tejido cerebral, un grupo de científicos logró descubrir cómo las ondas lentas del sueño profundo ayudan al neocórtex en la formación de la memoria a largo plazo: este hallazgo podría conducir a nuevos tratamientos para los problemas de formación de la memoria, tanto en el caso de los adultos mayores como luego de lesiones cerebrales.
Científicos del Hospital Charité de Berlín, en Alemania, describen en un estudio publicado recientemente en la revista Nature Communications el hallazgo de un vínculo hasta hoy desconocido entre las ondas lentas que se generan en el cerebro durante el sueño profundo y el establecimiento de nuevas conexiones neuronales que facilitan la memoria a largo plazo.
Aunque se sabe hace más de un siglo que durante el sueño tienen lugar una serie de procesos que permiten que los recuerdos recientes pasen a formar parte de la memoria a largo plazo, aún subsisten distintos misterios con relación a los mecanismos profundos que intervienen en esta transformación.
Las ondas lentas y la memoria
Uno de ellos es, precisamente, el papel de las ondas lentas que caracterizan al sueño profundo, una fase esencial del sueño humano para la recuperación física, en la cual el cuerpo libera hormonas dedicadas a reparar tejidos musculares y óseos. El nuevo estudio ha logrado desvelar una función clave de estas ondas para la creación de memoria.
Los especialistas sostienen que durante el sueño nuestros cerebros repiten los eventos del día, trasladando la información de la ubicación de la memoria a corto plazo, localizada en el hipocampo, a la memoria a largo plazo ubicada en la neocorteza o neocórtex. Los hallazgos muestran que las ondas largas del sueño profundo cumplen un papel vital para favorecer este traslado.
De acuerdo a una nota de prensa, los científicos alemanes descubrieron que las oscilaciones lentas y sincrónicas de voltaje eléctrico en la corteza que ocurren durante la fase de sueño profundo son cruciales para producir asociaciones entre las neuronas del neocórtex, propiciando la consolidación de la memoria a largo plazo.
Estimulación eléctrica y futuros tratamientos
Estas ondas lentas se pueden medir usando un electroencefalograma (EEG): empleando tejido cerebral humano intacto, los investigadores descubrieron cómo las ondas eléctricas lentas influyen en la fuerza de las conexiones sinápticas entre las neuronas en la neocorteza, aumentando notoriamente su receptividad. Además, comprobaron que el proceso puede estimularse eléctricamente desde el exterior.
Según un artículo publicado en The Debrief, el uso potencial de la electroestimulación transcraneal para modificar las ondas cerebrales durante el sueño ofrece la esperanza de desarrollar métodos específicos para aumentar la formación de la memoria. Esto abre el camino hacia nuevos tratamientos, capaces de propiciar un mejor y más rápido desarrollo de la memoria en personas mayores con deterioros cognitivos leves o en pacientes que han sufrido lesiones cerebrales.
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Referencia
Membrane potential states gate synaptic consolidation in human neocortical tissue. Franz X. Mittermaier et al. Nature Communications (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-024-53901-2
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Fuente: