«Los drones descendían y se llevaban por delante
a civiles y niños»
Dania Akkad, Middle East Eye, 13 noviembre 2024
Voces del Mundo
Traducido del inglés por Sinfo Fernández
Un cirujano jubilado del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) que acaba de regresar de trabajar en un hospital de Gaza ha declarado que trató a niños «día tras día tras día» que habían sido blanco deliberado de drones israelíes tras los ataques con bombas.
En un desgarrador testimonio ante los diputados británicos el martes 12 de noviembre, Nizam Mamode dijo que, de todos los conflictos en los que había trabajado, incluido el genocidio en Ruanda, él y otros colegas experimentados en Gaza «nunca, jamás, habían visto nada a esta escala».
Afirmó que al menos una o dos veces al día se producían «incidentes con víctimas masivas», lo que significa que morían entre 10 y 20 personas y hasta 40 resultaban gravemente heridas. Calculó que al menos el 60% de las personas atendidas en esos momentos eran mujeres y niños.
«Los drones descendían y se llevaban por delante a civiles y niños», explicó Mamode a los miembros del International Development Committee en una audiencia centrada en la situación humanitaria en Gaza.
«Esta situación no es algo ocasional. Esto sucedió día tras día tras día sobre niños que decían: ‘Estaba tirado en el suelo después de que cayera una bomba y ese quadricóptero bajó, se cernió sobre mí y me disparó’».
Mamode trabajó en el Hospital Nasser, en el sur de Gaza, durante un mes, entre agosto y septiembre, para la organización benéfica británica Medical Aid for Palestine (MAP).
Explicó que pasó todo el mes en el hospital en parte porque no era seguro desplazarse, pero también porque Israel bombardeó la casa de huéspedes de MAP en el sur de Gaza en enero, un acto que Mamode cree que fue deliberado.
«Todas esas casas de huéspedes están en los ordenadores del ejército israelí y son designadas casas seguras, así que supongo que fue un ataque deliberado y que el objetivo es disuadir a los trabajadores humanitarios de venir», dijo Mamode.
Mamode atribuyó el mismo objetivo a cinco ataques israelíes contra convoyes de la ONU, uno de ellos durante su estancia en Gaza.
La diputada laborista y presidenta de la comisión, Sarah Champion, pidió a Mamode que aclarara si se refería a francotiradores sin escrúpulos que disparaban contra los vehículos blindados.
«No, no», respondió. «Se trataba del ejército israelí acercándose como unidad y disparando deliberadamente».
Mamode dijo que le habían dado «instrucciones muy claras» sobre qué hacer cuando viajaba en un convoy de la ONU mientras estaba en Gaza.
«Las puertas van a estar cerradas cuando salgan. No desbloqueen las puertas si el ejército les dispara y les ordena salir. No salgan del vehículo», dijo que le habían dicho.
«Era un convoy de la ONU. Lleva la ONU en letras grandes en el lateral y, dos veces por semana, transporta a unos 30 o 40 trabajadores humanitarios de diferentes organizaciones».
Mamode dijo que tuvo que elegir entre dormir en una habitación calurosa dentro del hospital o fuera, en las escaleras, donde hacía más fresco, pero donde los drones «tenían la posibilidad de alcanzarme».
Mamode añadió después: «Mi mayor temor mientras estuve allí era que me mataran los israelíes».
Gusanos en las heridas
El cirujano, de 62 años, se derrumbó tres veces durante su testimonio al proporcionar relatos detallados de sus pacientes, incluida una niña de 8 años que, según dijo, se estaba desangrando durante una operación un sábado por la noche.
«Pedí un hisopo y me dijeron: ‘No hay más hisopos’», dijo, momentáneamente incapaz de hablar.
Mamode explicó que la falta de suministros médicos como consecuencia de que Israel no permite la entrada de ayuda en Gaza incluye guantes estériles, paños y analgésicos, pero también artículos básicos como jabón y champú, lo que provoca condiciones antihigiénicas.
«Vi no sé cuántas heridas con gusanos. Uno de mis colegas sacó gusanos de la garganta de un niño en cuidados intensivos», explicó. «Había moscas en el quirófano aterrizando en las heridas».
A él y a sus colegas les preocupaba especialmente un patrón de heridas -tres o cuatro disparos en el lado izquierdo y derecho del pecho y también en la zona de la ingle- causadas por drones.
«Eso nos pareció una prueba prima facie de que se trataba de un dron autónomo o semiautónomo, porque un operador humano no sería capaz de disparar con ese grado de precisión tan rápidamente», declaró Mamode.
Pero también dijo que los perdigones disparados por la mayoría de los drones eran más destructivos que las balas, que atravesarían el cuerpo. En cambio, los perdigones rebotaban en el interior de los cuerpos.
Un niño de siete años -uno de los que había contado a Mamode que había estado en un bombardeo y luego había sido alcanzado deliberadamente por un dron- llegó al hospital con el estómago colgando fuera del pecho y otras lesiones en el hígado, el bazo, el intestino y las arterias.
«Sobrevivió y salió una semana después», explica. «Si sigue vivo, no lo sé».
«Se lo llevaron y lo mataron»
Cuando un diputado preguntó a Mamode si había visto a Hamás mientras trabajaba, el médico se rio.
«Me río porque fue una pregunta que hice cuando llegué allí. ‘¿Está Hamás en el hospital?’. Se rieron de mí», dijo.
«Me dijeron: ‘Hamás no está. Hay algunos combatientes escondidos en túneles. Pero Hamas nunca ha estado en el hospital. Todo el mundo odia a Hamás’».
Mamode dijo que, en otras zonas de conflicto, los combatientes suelen entrar armados de forma evidente.
«Nunca vimos nada de eso. Nos dejaban entrar donde quisiéramos en el hospital», dijo.
«Puede que hubiera un túnel debajo. ¿Quién sabe? Pero si Hamás entraba y salía del hospital, habría sido bastante evidente».
Sus colegas palestinos contaron a Mamode que cuando las fuerzas israelíes atacaron el hospital en febrero, matando a miembros del personal y metiéndolos en una fosa común con los pacientes, se habían llevado y detenido a muchos otros colegas.
Entre ellos había un ateo. «Odiaba a Hamás y, antes de la guerra, era muy vehemente sobre esas cosas. Pensaba que el islam era estúpido y que Hamás era estúpido», dijo Mamode que le habían dicho.
«Se lo llevaron y lo mataron. Eso es lo que está pasando. Por lo que veo, da igual quién seas en Gaza. Si eres palestino en Gaza, eres un objetivo», afirmó.
Champion dijo que el testimonio de Mamode era «profundo y profundamente escalofriante».
Y añadió: «Sobre la base de estas pruebas, el Reino Unido debe tomarse en serio la posibilidad de que el derecho internacional humanitario se haya infringido atrozmente en Gaza».
La comparecencia ante la comisión se produjo en el plazo de 30 días que el gobierno estadounidense fijó el mes pasado a Israel para garantizar la entrada de más ayuda en Gaza, y las ONG advirtieron de que la situación en el norte de Gaza es «aún más grave hoy que hace un mes».
Horas después de las declaraciones de Mamode, el gobierno de Biden dijo que no limitaría las transferencias de armas a Israel como había amenazado, afirmando que Israel había dado «una serie de pasos» para atender las demandas que había planteado.
«En este momento no hemos evaluado que los israelíes estén violando la ley estadounidense», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel. «Vamos a seguir evaluando su cumplimiento de la legislación estadounidense. Hemos visto algunos progresos. Nos gustaría que se produjeran más cambios».
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Dania Akkad es redactora- jefe de investigación, especializada en temas relacionados con la mujer, los derechos humanos, la energía y la tecnología. En 2022 ganó el premio al mejor reportaje por su investigación sobre la legislación qatarí en materia de nacionalidad y la difícil situación de las mujeres en el emirato en los premios Write To End Violence Against Women.
Foto de portada: Una niña palestina herida en un ataque israelí es trasladada al complejo médico Nasser de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, el 21 de agosto de 2024 (Bashar Taleb/AFP)
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