Una nueva fórmula sugiere que la vida extraterrestre podría surgir en realidades aparentemente imposibles
Según afirman los expertos, puede que los humanos hayamos vencido a las probabilidades.
Por Jackie Appel
23/11/2024
¿Cuántas civilizaciones inteligentes existen en el universo? Esa es la pregunta para cuya respuesta se creó la famosa Ecuación de Drake. Ideada por el astrofísico Frank Drake en 1961, la Ecuación de Drake utiliza parámetros como la tasa de formación estelar, el número de planetas por estrella y el tiempo durante el que una civilización podría haber estado enviando información al espacio para tratar de encontrar una estimación probabilística de hasta qué punto no estamos solos en el cosmos.
Ahora, un nuevo estudio -publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society- pretende llevar esa idea un paso más allá con una ecuación probabilística que es esencialmente la Ecuación de Drake 2.0. Pero está haciendo las cosas un poco diferentes. Pero hace las cosas de un modo un poco diferente: utiliza las condiciones que controlan nuestro universo para extrapolar las probabilidades de vida inteligente, en lugar de limitarse a observar los resultados que esas condiciones ya han dado.
Y no se detiene ahí. Este equipo se adentró en el hipotético multiverso con su ecuación para tratar de ver qué condiciones universales serían las mejores para la vida inteligente. Alerta: no es la nuestra.
El modelo se basa en dos ideas principales: la energía oscura y la formación estelar. Empezando por esta última, la formación estelar es la base absoluta para que la vida evolucione tal y como la conocemos. La vida necesita energía, y la cantidad de energía necesaria para alimentar una civilización tendría (por lo que sabemos) que proceder de una estrella. Además, los planetas tienden a formarse a partir de los restos que quedan alrededor tras la formación estelar, y toda vida necesita un lugar donde aterrizar.
Volviendo a lo primero, se cree que la energía oscura es el motor de la expansión acelerada del universo. Aunque no podemos observarla directamente, los expertos creen que constituye alrededor del 68% de todo lo que hay en el cosmos. Como tal, tiene un impacto significativo en lo que sucede exactamente y dónde, incluyendo cuántas estrellas se forman a partir de la inmensidad de toda la materia normal (llamada materia bariónica) en el universo.
En el equilibrio perfecto entre energía oscura y todo lo demás para la formación de estrellas, según el artículo, alrededor del 27% de la materia bariónica del universo acabaría convirtiéndose en estrellas. Ésa es la mejor oportunidad que tendría la vida: un universo en el que se dieran las condiciones adecuadas para que el 27% de la materia formara estrellas.
Pero, según el modelo, eso no es lo que tenemos. En nuestro propio universo, sólo alrededor del 23% de la materia se convierte en estrellas, en gran parte porque tenemos algo menos de energía oscura de la que aparentemente es óptima para la formación estelar. Así que, en cierto modo, superamos las probabilidades. Las condiciones que experimentamos no son las óptimas para que se haya formado la vida.
“Comprender la energía oscura y su impacto en nuestro universo es uno de los mayores retos de la cosmología y la física fundamental”, afirma Daniele Sorini, autor principal del estudio, en un comunicado de prensa. “Los parámetros que rigen nuestro universo, incluida la densidad de la energía oscura, podrían explicar nuestra propia existencia. Sorprendentemente, sin embargo, descubrimos que incluso una densidad de energía oscura significativamente mayor seguiría siendo compatible con la vida, lo que sugiere que quizá no vivamos en el más probable de los universos”.
Dicho esto, no estamos lejos del “más probable”. La formación de estrellas aumentó con la materia oscura hasta cierto punto, en el que hubo demasiada energía oscura y se produjo un repentino y pronunciado descenso de la formación. Por tanto, en un gran número de multiversos -si es que existen- la vida tendría muchas más dificultades para nacer que en nuestro universo. Claro, algunos universos tendrían mejores probabilidades, pero no muchos.
Ahora bien, esto no abre de par en par el multiverso, ni garantiza nada sobre la vida extraterrestre. Pero sí proporciona un marco interesante a través del cual los científicos pueden llegar a comprender mejor cómo funcionan las vastas fuerzas que sustentan nuestro universo. “Será apasionante emplear el modelo para explorar la aparición de vida en distintos universos”, afirma Lucas Lombriser, coautor del estudio, en el comunicado de prensa, “y ver si hay que reinterpretar algunas preguntas fundamentales que nos hacemos sobre nuestro propio Universo”.
Jackie Appel
Associate News Editor
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Jackie is a writer and editor from Pennsylvania. She's especially fond of writing about space and physics, and loves sharing the weird wonders of the universe with anyone who wants to listen. She is supervised in her home office by her two cats.
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