"Era el elefante que nadie quiere ver": la enfermedad por la que morirán tres de cada cinco personas
La científica María Mittelbrunn explica en el 'A Vivir' las claves de la enfermedad silenciosa asociada al envejecimiento
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Reducir la inflamación puede alargar la esperanza de vida
Miguel Galindo, Cadena SER 28/10/2024
Madrid
La sociedad lleva años concienciada con diversas enfermedades como el cáncer, el Alzheimer o la diabates. Trastornos comunes que sufre mucha gente y que todos los años se cobran miles de vidas en nuestro país y en todo el mundo. Es esencial dar visibilidad a la lucha contra estas enfermedades, pero también conviene recordar las afecciones graves de las que no se habla tanto pero que afectan a muchísima gente.
María Mittelbrunn, investigadora principal del Laboratorio de Inmunometabolismo e Inflamación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (Leganés, Madrid) ha hablado en el A Vivir de la SER acerca del problema de la inflamación. Se calcula que, al menos, tres de cada cinco personas en todo el mundo van a morir a causa de una enfermedad relacionada con ella en los próximos años. Y es que, aunque cuando pensemos en la inflamación pensemos en un simple golpe, puede ser algo mucho más serio.
"Es muy importante distinguir entre los dos tipos de inflamación. La que se produce cuando hay un golpe, una quemadura o una infección es una inflamación que se caracteriza porque es local en un sitio concreto donde se ha recibido ese daño, está controlada en el tiempo y es muy aguda y protectora. Esa inflamación te va a proteger el tejido y reparar. Sin embargo, la inflamación crónica, que está asociada a muchas enfermedades, tiene otras características distintas", ha indicado Mittelbrunn sobre los diversos tipos de infecciones.
"Un nivel de inflamación bajo en vez de estar en un sitio concreto es sistémico, en todos los tejidos y en la circulación. No está localizado, no se controlan en el tiempo y es crónico, está ahí, persistente. En vez de de ser protectora se asocia a muchísimas enfermedades. Todas las enfermedades que aparecen asociadas a la edad, desde neurodegenerativas, cardiovasculares, la aterosclerosis, por ejemplo, enfermedades metabólicas, hipertensión... Todas las enfermedades asociadas a la edad tienen un componente común, que es esa inflamación", ha indicado la investigadora en A Vivir la ciencia.
Cuenta Mittelbrunn que en todos los años que ha ido a congresos sobre el envejecimiento la inflamación se asociaba a diversas enfermedades y se trataba como consecuencia de un problema, nunca como la causa de una afección. "Siempre estaba ahí, pero era como el elefante que nadie quiere ver. En la sala hablaba todo el mundo de que hay una inflamación asociada, pero no se le daba un papel causal en el envejecimiento y en las enfermedades asociadas. Y es un poco el punto este que estábais hablando antes de la creatividad de conectar conocimientos de distintos ámbitos lo que ha traído a empezar a ver que quizás esa inflamación que viene ahí, que estaba asociada, no es solo una consecuencia, sino que quizás podría ser una causa, o al menos puedes al menos interferir en esa inflamación y retrasar muchas enfermedades", ha reflexionado la investigadora.
¿Qué puedo hacer en mi vida diaria para evitar la inflamación crónica?
Para responder bien a esta pregunta, primero es importante diferenciar entre inflación aguda y crónica. "En la aguda tú sabes cuál es el detonante, en la crónica lo estamos estudiando. No sabemos todavía", ha indicado la investigadora, que ha enumerado las tres posibilidades que se barajan para su aparición.
"Una es que con el paso del tiempo las células acumulan daño y se vuelven células que llamamos de senescencia. La gente las llama células zombis. Tienen poco daño, pero no se mueren, acumulan. Empiezan a producir mediadores inflamatorios, citoquinas, quimio y eso puede ser una de las causas de esa inflamación. Otra causa puede ser el deterioro del sistema inmunitario, que nos protege del cáncer y las infecciones. Cuando esta arma empieza a cometer errores puede provocar la inflamación crónica. Y la tercera causa se establece también en cambios en la microbiota, en el intestino, donde viven millones y millones de bacterias que son el sistema inmune", ha explicado Mittelbrunn.
Lo que pasa es que, con la edad, estas barreras se deterioran, pudiendo causar inflamación crónica. "Nosotros tenemos en la hipótesis de nuestro laboratorio que toda esta inflamación crónica viene muy determinada por el deterioro del sistema inmunitario", ha apuntado la investigadora, que recomienda una dieta equilibrada para que el sistema inmune permanezca sano y joven.
"La dieta te va a determinar que haya una microbiota muy variada, que esa comunicación entre el sistema inmune y la microbiota sea en las dos direcciones. Si la microbiota función está mal o pierdes variabilidad, eso va a provocar que el sistema inmune también esté sobreactivado y causes inflamación", ha sentenciado la científica especializada en técnicas para retrasar el envejecimiento.
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