En un artículo publicado por el diario El Común, el patriota argentino Rubén Darío Guzzetti advierte cómo el sistema imperial occidental, aunque esté en decadencia, continúa causando un grave daño al hemisferio occidental.
Subraya que los momentos de mayor angustia han coincidido con la decadencia de los imperios, como el actual fin de la dominación unipolar anglosajona.
Menciona el fracaso de la OTAN en Europa y los problemas creados por el genocidio en Gaza, así como las provocaciones contra China.
Y advierte sobre los intentos de recolonización del continente americano por parte del imperio occidental, que incluyen despliegue militar y operaciones de desestabilización en varios países.
En contraparte, Guzzetti destaca el desarrollo de otras partes del mundo, liderado por China, Rusia y países emergentes, los cuales están proponiendo un mundo de cooperación en lugar de uno de competencia salvaje.
Por Rubén Darío Guzzetti
Las etapas de mayor angustia, zozobra, incertidumbre y peligro que atravesó la humanidad en su historia casi siempre coincidieron con los periodos de declive de los imperios.
Ahora atravesamos la compleja transición del fin del dominio unipolar anglosajón de Occidente.
Es característico de estos derrumbes que las fuerzas que condujeron los destinos de la humanidad, en este caso por alrededor de 600 años, apelen a todo tipo de artimañas y métodos e inclusive vulneren los acuerdos, pactos, cartas orgánicas y todo tipo de marcos regulatorios establecidos por ellos mismos, en su momento, para favorecer su dominio. Es decir llevar al límite un razonamiento muy extremo: “si nosotros no controlamos el mundo y fijamos las reglas, entonces nadie lo hará”.
El imperio y su nave insignia, la OTAN, está recibiendo un duro revés en el este europeo, no consiguió ninguno de los objetivos buscados en la guerra forzada, que se podrían sintetizar en: debilitar y o desmembrar a Rusia para ir por China.
Ahora, ante el fracaso, prioriza la estrategia de los actos terroristas contra la población civil, llevando la situación al borde de un conflicto nuclear.
El propio profesor de la Universidad de Chicago y asesor de distintos gobiernos estadounidenses, John Mearsheimer reflexiona sobre el gravísimo error que cometió Occidente al expandir la OTAN e ignorar los reclamos de Rusia: “subestimamos a Rusia, pensamos que lo podíamos doblegar con facilidad”.
Asimismo, el bloque unipolar, en su afán de diseminar el caos y la guerra, está empantanado en la Franja de Gaza donde su aliado principal en Medio Oriente continúa el genocidio contra el pueblo palestino, pero enfrenta cada vez mayores dificultades, aislamiento y repudio internacional, para avanzar en su estrategia.
Los globalistas neoconservadores, en el gobierno de EE.UU., necesitan resolver el tema cuanto antes ya que las encuestas no le son favorables en vista a la elección del 5 de noviembre próximo.
Por lo tanto presionan a un Netanyahu en serias dificultades ya que su única opción de sobrevivencia política es redoblar la apuesta de guerra regional, léase contra Irán, cuando crecen las manifestaciones en su propio país para que respete un alto el fuego decidido por el CSNU, y rescate a los rehenes.
Mientras tanto, en el extremo oriente, alrededor de la isla de Taiwán, las complicaciones imperiales no son menores.
A pesar de la instalación de los cuerpos de élite del Pentágono, conocidos como boinas verdes, que están entrenando a las fuerzas armadas taiwanesas en las islas de Kinmen y Pescadores, como fue reconocido por Chiu Kuo-cheng, ministro de defensa de la isla, y las provocaciones a la República Popular que no cesan, China sigue creciendo, avanzando en el dominio de las nuevas tecnologías e irradiando su influencia comercial, económica, financiera y cultural.
Esto nuevamente quedó demostrado en la convocatoria del Foro Chino de Desarrollo, presidido por Xi Jinping, que acaba de reunir a los CEOS y representantes de las 300 empresas más poderosas del mundo.
Como si este panorama sombrío para las potencias occidentales no bastará acaban de reunirse en el marco del encuentro anual del Club Valdai, en Rusia, los expertos y ministros de finanzas de los BRICS plus para avanzar en la creación de una moneda alternativa o complementaria al dólar para ser utilizada por los países de la asociación, en principio, en sus intercambios comerciales.
Lo que anuncia un durísimo golpe a uno de los puntales del dominio anglosajón como es la moneda estadounidense.
En este declive indisimulable el imperio intenta recolonizar nuestro continente y dedica todas sus influencias y poderes para conseguirlo.
Apoyado en la restitución de la cuarta flota, a partir de 2008, el comando sur, las emblemáticas embajadas, por las decenas de bases militares diseminadas en el continente y la complicidad de gran parte de las clases oligárquicas locales aspira a lograr un control absoluto de nuestras riquezas que le permitirían enfrentar el desafío de los emergentes con alguna posibilidad de éxito.
El imperio trabaja en todos los rincones de nuestro continente y en todos los frentes imaginables, sin embargo, últimamente concentró sus esfuerzos en cuatro países de nuestra región.Siempre Cuba, la revolución que el imperio nunca pudo digerir.
Después de 62 años de impiadoso bloqueo Washington renueva su odio y trata de estimular divisiones en la sociedad a favor de dificultades objetivas, muchas de ellas agravadas luego de la Covid 19.
Con su arrogancia y prepotencia el país líder de la “democracia” y la “libertad” desconoce la decisión de la Asamblea General de Naciones Unidas que por más de 20 años consecutivos exige el fin del bloqueo, con guarismos que promedian los 185 votos a favor y solo dos en contra EE.UU. e Israel.
Hoy más que nunca llamamos a redoblar la solidaridad con el heroico pueblo cubano y “nuestra” revolución que sigue siendo el faro de hermandad, solidaridad y socialismo en el continente.
Hace 25 años que los centros de pensamiento anglosajones no duermen para ver cómo se pueden apropiar de la mayor reserva de petróleo del mundo y poner de rodillas a un pueblo que se animó a sostener una revolución a pesar de la muerte-asesinato de su líder.
Hoy la revolución bolivariana vuelve a ser atacada ferozmente y está nuevamente en el foco de la tormenta. Después de lograr un éxito resonante con los sectores de oposición, en octubre de 2023, en los acuerdos de Barbados, iniciadas en 2021 en Méjico y supervisadas por Noruega y la Unión Europea, el país marcha a las elecciones del 28 de julio.
Dichas elecciones, la número 31 en 25 años de revolución, se darán en un marco donde están inscriptos para participar 12 candidatos de partidos de oposición y la alianza que lidera el Partido Socialista Unificado de Venezuela que llevará en su boleta a Nicolás Maduro, que intentará su reelección.
No obstante todo lo anterior los medios de comunicación monopólicos de Occidente generaron un gran escándalo por la proscripción de María Corina Machado.
A esta dirigente golpista, quién en 2019 pedía la intervención de fuerzas estadounidenses en su país, y a su designada, a última hora, Corina Yoris, que no contaba con los avales de los partidos políticos, se les denegó la autorización a participar en las elecciones por no cumplir ninguno de los requisitos que exige la constitución del país para ser candidata, es decir ser representante nominada por alguna organización política o reunir el 5% de las firmas del padrón de donde intenta candidatearse.
La intención de la derecha es deslegitimar las elecciones y golpear al gobierno de Maduro, después de varios intentos de magnicidio, además de generar un conflicto con Guyana por el territorio del Esequibo, con la evidente complicidad del Departamento de Estado.
Enfrentando todas estas provocaciones el pueblo de Venezuela se mantiene firme y unido para seguir desarrollando el sueño chavista en beneficio del pueblo.En las últimas horas del viernes 5 de abril las fuerzas policiales ecuatorianas ingresaron, rompiendo puertas, a la embajada de Méjico en Quito.
Secuestraron impunemente al ex vicepresidente del país, Jorge Glas, durante el gobierno de Rafael Correa y parte del de Lenin Moreno, hasta que denunció su traición. Un hecho inédito en la historia de la diplomacia.
El gobierno de Daniel Novoa vulneró los acuerdos de la Conferencia de Viena de abril de 1961, puesta en ejecución en abril de 1964, donde en sus artículos 22 y 29 determina que será inviolable el territorio de cualquier embajada y respetará la integridad del personal a cargo.
La irrupción y el secuestro mereció el repudio de los gobiernos de la región, aun los de extrema derecha, así como del Mercosur, el Grupo de Puebla y la CELAC y del mundo en general, además de la ruptura de relaciones de parte del gobierno de AMLO y el de Nicaragua.
El Departamento de Estado emitió un tenue comunicado llamando a las partes a resolver el diferendo pero sin condenar lo sucedido.
Ecuador es un país tomado por las fuerzas militares de EE.UU. Desde el anterior gobierno del banquero Guillermo Lasso y afirmado por el actual, las autoridades han firmado numerosos acuerdos de cooperación con los militares estadounidenses para “colaborar” en el control de la violencia desatada en el país.
Con la excusa de la lucha contra las bandas violentas y el narcotráfico el país está controlado para detectar y eliminar dirigentes sociales que se opongan a la política ultra neoliberal del gobierno, como viene ocurriendo.
Nadie puede suponer que el avasallamiento a una embajada con el significado que tiene tal decisión haya sido ejecutado por un gobierno sometido a Washington sin el consentimiento de la “embajada”.
La jugada es a varias bandas; evitar una derrota del gobierno ecuatoriano en la compulsa convocada para fin de este mes donde las encuestas le son adversas para aprobar leyes sobre seguridad interna, azuzando el fantasma de la inseguridad, tratando de mostrar a una administración dispuesta a combatirla, ya que la excusa que dio el ejecutivo para ingresar a la embajada fue la presunta fuga de Glas.
Por otro lado el imperio busca debilitar y desgastar al gobierno de Morena en Méjico ante el inminente triunfo de la sucesora de AMLO, Claudia Sheinbaum, y por último la movida cierra estimulando la división y el enfrentamiento entre países hermanos de nuestra América golpeando la CELAC y dificultando la restitución de UNASUR.
Lo ocurrido nos revela hasta donde está dispuesto a llegar un poder imperial con tal de intentar resolver sus desafíos.El caso argentino. Donde un presidente dispuesto a renovar las relaciones carnales 2.0 sueña con ser el mejor alumno de un poder en declive, toma una serie de decisiones para someternos a un ultraje neocolonial.
Entrega el control, dragado y navegabilidad de la principal vía fluvial de comunicación al cuerpo de ingenieros del ejército de EE.UU.
Autoriza la salida al mar como única opción por el puerto de Montevideo, anulando la habilitación del Canal Magdalena.
Permite que la Generala Laura Richardson, comandante del Comando Sur de EE.UU., volar y supervisar el predio donde personal de la CONAE junto con científicos chinos mantienen y utilizan la base espacial de Neuquén, como si fuera territorio estadounidense.
Se desplaza, en forma urgente, hacia la provincia austral para desagraviar a la generala que horas antes había sido declarada persona no grata, en un acto de dignidad, por el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella y anuncia la construcción de una base naval integrada en conjunto con el país del norte, aunque esto para concretarse deba pasar por el congreso.
De concretarse EE.UU. tendrá el control del paso bioceánico y el flujo antártico articulado con la base de la OTAN en Monte Agradable, Malvinas.
Dice que “no hay plata” y gastará U$S 300 millones en la compra de 24 aviones F 16 a Dinamarca, con más de 40 años de antigüedad con el agravante que muchas de las piezas que lo componen son de origen británico lo que garantiza que de necesitarlas, como ocurrió con los misiles exocet en la guerra de Malvinas, no las tendremos a disposición.
El poder imperial aprovecha la circunstancia y avanza en nuestro país a favor de un gobierno anarco capitalista dirigido por fanáticos y mesiánicos dispuestos a entregar la soberanía, bajo la mirada atónita de una población que todavía no alcanza a dimensionar las consecuencias de tal renunciamiento a nuestra independencia.
En definitiva el imperio en declive busca afirmarse y lograr el control absoluto de nuestros recursos y eliminar una parte “sobrante” de habitantes de ABYA YALA. Asistimos a una ofensiva brutal del poder financiero y guerrerista que no duda en pulverizar la democracia y las instituciones en aras de defender “su” libertad.
Mientras tanto, hay otra parte del mundo que continúa desarrollándose expresada por el BRICS plus, la ASEAN y sus socios, la iniciativa de la “Nueva Ruta de la Seda” y todos los acuerdos alcanzados por los países emergentes, anunciando un “nuevo mundo con futuro compartido”.
En definitiva lo que está ocurriendo es una reacción brutal de un capitalismo agotado, como ocurrió en otros momentos de la historia, cuando se ve amenazado, que no soporta tener que compartir con otras civilizaciones el diseño de la sociedad futura.
La diferencia es que en esta instancia a su creciente debilitamiento se le suma un arrollador frente de desarrollo encabezado por China, Rusia y varios países emergentes que ya no toleran la tutela y el matonaje occidental y proponen un mundo de cooperación en lugar de una salvaje competencia, es decir reemplazar el troglodita “el que gana se lleva todo”, por el “ganar-ganar”.
Parafraseando al ex presidente Bill Clinton diríamos “es el Capitalismo compatriotas”, que así como nació chorreando sangre y lodo, según la expresión de Carlos Marx, insiste en extinguirse de la misma forma.
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