La propuesta inconducente planteada por los mandatarios de Colombia y Brasil, Gustavo Petro y Lula da Silva respecto de la situación postelectoral en Venezuela que le hace el juego a la posición injerencista de Washington
“Ofende propuesta de presidentes Petro y Lula porque da por cierto que hubo fraude en elecciones venezolanas”: REDH, capítulo Argentina
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha apartado de la insólita propuesta de sus colegas de Colombia, Gustavo Petro y Brasil, Lula da Silva respecto de las recientes elecciones en Venezuela en que fue reelegido el mandatario Nicolás Maduro.
Un categórico pronunciamiento hizo la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH), capítulo Argentina, respecto de la sorprendente propuesta hecha por los mandatarios de Colombia y Brasil, Gustavo Petro Urrego y Luiz Inácio Lula da Silva, según la cual en Venezuela deben repetirse las elecciones presidenciales y paso seguido integrar un “gobierno de cohabitación” con el fascismo financiado directamente por Washington y representado por los impresentables María Corina Machado y Edmundo González Urrutia.
“Ofende la propuesta de ambos Presidentes porque da por cierto que hubo fraude en las elecciones venezolanas, lo cual es una acusación irresponsable además de injusta y que no por casualidad sintoniza plenamente con el proyecto de Washington”, señala la declaración de la REDH de Argentina.
Los términos del pronunciamiento son los siguientes:
Una mediación sospechosa
Sorprendente, por decir lo menos, la propuesta inconducente planteada por los mandatarios de Colombia y Brasil, Gustavo Petro y Lula da Silva respecto de la situación postelectoral en Venezuela que le hace el juego a la posición injerencista de Washington.
Los presidentes Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula de Silva proponen un insólito «gobierno de cohabitación transitorio y nuevas elecciones libres» en Venezuela para calmar su incomprensible impaciencia por conocer los resultados definitivos de la elección presidencial. Si ambos esperaron dos meses y medio para conocer el resultado definitivo de la elección presidencial en México debido a la impugnación planteada por Xóchitl Gálvez en nombre de la derecha de ese país, ¿qué les pasa ahora? ¿Por qué no aguardan que se cumplan los plazos que manda la ley y que le otorgan al Consejo Nacional Electoral hasta 30 días después de celebrada la elección para dar a conocer los resultados definitivos? Ignoran acaso que éstos no pudieron publicarse de manera inmediata y desglosada debido al masivo ataque cibernético sufrido por las plataformas de transmisión del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Además, a causa de toda la campaña mediática de la derecha fascista y la provocadora proclamación de Edmundo González Urrutia como el ganador de las elecciones, el tema tuvo que judicializarse y ahora radica en la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia que tiene todas las actas presentadas por el CNE y las organizaciones políticas y habrá que esperar que aquella máxima instancia judicial comunique su decisión.
Ofende la propuesta de ambos Presidentes porque da por cierto que hubo fraude en las elecciones venezolanas, lo cual es una acusación irresponsable además de injusta y que no por casualidad sintoniza plenamente con el proyecto de Washington. El presidente Joe Biden ya ha manifestado su respaldo a la propuesta de ambos presidentes sudamericanos y apoya la realización de nuevas elecciones en Venezuela, maniobra ésta que supone el desconocimiento de la legitimidad del presidente Nicolás Maduro y abre las puertas para designar en ese “gobierno de transición” a un Guaidó 2.0 y así lograr el ansiado “cambio de régimen” en Venezuela, paso previo para apoderarse definitivamente de la mayor reserva petrolera del mundo.
Además, ¿un gobierno de cohabitación? ¿Cómo sería eso? ¿Por qué no lo propuso Lula cuando las hordas de Jair Bolsonaro tomaron Brasilia por asalto diciendo que les habían robado la elección? No lo hizo por muy buenas razones, que son las mismas que ahora abandona al exigir un “gobierno de transición y nuevas elecciones” en Venezuela. En esta misma línea, ¿por qué Petro no invita a Álvaro Uribe Vélez a compartir el gobierno y así lograr la demorada pacificación de Colombia? Para ilustrar las bondades de su propuesta el Presidente colombiano invoca la experiencia del Frente Nacional (1958-1974), el pacto entre conservadores y liberales que dio origen precisamente a la lucha armada y a la violencia en Colombia.
Tanto Lula como Petro deberían saber que un gobierno de coalición entre un fascismo neocolonial y destituyente y las fuerzas chavistas sería un disparate, un auténtico ejercicio contra natura, como decían los antiguos, cuyo desenlace la historia enseña que no sería otro que una guerra civil. Algo que nadie desea para la tan canallescamente acosada y agredida República Bolivariana de Venezuela. Es por eso por lo que en un gesto que lo distingue como estadista el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha dicho que esperará el veredicto de las autoridades electorales venezolanas antes de adoptar una decisión.
PÁGINA /12 / Buenos Aires.
15 agosto, 2024
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