La erosión habría propiciado el surgimiento "en cadena" de estas depresiones
Una nueva investigación sobre un campo de “marcas de viruela”, que son grandes depresiones circulares en el fondo marino ubicadas frente a la costa del centro de California, ha revelado que poderosos flujos de sedimentos mantienen estas formaciones prehistóricas. / CRÉDITO: © 2019 MBARI.
Pablo Javier Piacente
22 MAY 2024
Las "marcas de viruela" son un conjunto de misteriosos agujeros que aparecen bajo el océano en gran cantidad en distintas partes del planeta. Un nuevo estudio en la zona de California, en Estados Unidos, sugiere que procesos erosivos que se producen durante los flujos intermitentes de sedimentos conforman el mecanismo que mantiene estas depresiones circulares durante cientos de miles de años.
Una investigación liderada por científicos del Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI), con la colaboración de especialistas del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y la Universidad de Stanford, revela que las huellas prehistóricas en el fondo marino frente a la costa de California, que se aprecian en forma de depresiones circulares, habrían surgido y se mantienen gracias a poderosos flujos de sedimentos.
Aunque estos extraños agujeros en el fondo de los océanos, denominados “marcas de viruela”, han aparecido en distintas partes de la Tierra, investigaciones anteriores no han logrado determinar su origen o la causa de su preservación, o incluso han llegado a conclusiones diferentes a las aportadas por el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Journal of Geophysical Research Earth Surface.
Procesos erosivos
Según una nota de prensa, la investigación de los científicos estadounidenses se centró en el campo Sur Pockmark, un área con un tamaño aproximado a la superficie de la ciudad de Los Ángeles, que se encuentra frente a la costa de Big Sur, en California. Este sector presenta más de 5.200 depresiones circulares: son formaciones de 200 metros de ancho en cada caso, aproximadamente dos campos de fútbol, y cinco metros de profundidad.
Investigaciones previas en otras partes del mundo han sugerido que grandes depresiones similares en el fondo marino se formaron y mantuvieron por el gas metano, que burbujeaba a través de los sedimentos. Sin embargo, los científicos concluyen en el nuevo estudio que el gas metano no estaría implicado en el mecanismo: por el contrario, flujos intermitentes de sedimentos habrían producido múltiples procesos erosivos, permitiendo que los agujeros se preserven a lo largo del tiempo.
“Recopilamos una enorme cantidad de datos, lo que nos permitió establecer un vínculo sorprendente entre las “marcas de viruela” y los flujos de gravedad de sedimentos. Hemos obtenido nuevos conocimientos sobre cómo y por qué estas características han persistido en el fondo marino durante cientos de miles de años”, indicó en el comunicado la científica Eve Lundsten, líder del equipo de investigación.
Surgimiento “en cadena”
De acuerdo a un artículo publicado en Science Alert, aunque aún no es posible determinar con certeza la forma en que se originaron en un primer momento estas depresiones, el análisis de algunos eventos arroja luz sobre el tema. Los científicos descubrieron que un gran flujo de sedimentos que se produjo hace 14.000 años en el talud continental que domina la zona, posiblemente por un terremoto o el colapso de una pendiente, generó un proceso erosivo que habría propiciado la aparición "en cadena" de los extraños agujeros. Este proceso podría haberse repetido previamente.
Los datos obtenidos mediante avanzados robots submarinos no solo aclaran en parte las causas del mantenimiento de estas depresiones prehistóricas, sino que además proporcionan información importante para guiar la toma de decisiones sobre el uso y gestión responsable del fondo del océano, incluyendo evaluaciones de sitios para el desarrollo de parques eólicos marinos como los que se proyectan en el área de California.
_______________
Referencia
Pockmarks Offshore Big Sur, California Provide Evidence for Recurrent, Regional, and Unconfined Sediment Gravity Flows. E. Lundsten et al. Journal of Geophysical Research Earth Surface (2024). DOI:https://doi.org/10.1029/2023JF007374
__________
Fuente: