Actualmente, son solo las hembras de mosquito las que 'chupan sangre'. Pero todo era muy distinto en la era Cretácica, descubre un nuevo estudio.
Sarah Romero
Periodista científica
Sabemos que en nuestra era moderna, los mosquitos hembra son los que se alimentan de sangre, los que necesitan las proteínas de esa picadura para poder producir huevos. Este líquido carmesí es imprescindible para este propósito (si no encuentra sangre, no podrá huevos), aunque no para sobrevivir, ya que los mosquitos pueden vivir alimentándose de néctar de flores (ambos, machos y hembras). Sin embargo, los machos no beben sangre, ni humana ni animal. Pero, ¿ha sido siempre así? Los científicos han descubierto que en el Cretácico, los mosquitos macho también eran 'chupadores de sangre'.
Mosquitos fosilizados de hace 130 millones de años revelan una sorprendente diferencia con los actualesMidjourney/Sarah Romero
Evolución de los mosquitos
Hace entre 140 y 100 millones de años, el panorama era mucho más incómodo para una era en la que los dinosaurios vagaban por la Tierra, ya que no solo los mosquitos hembra chupaban la sangre de los animales, sino también los machos, a tenor de un nuevo estudio que ha encontrado dos mosquitos machos fósiles del Cretácico Inferior que presentaban piezas bucales alargadas, perforadoras y chupadoras, que actualmente solo se encuentran en las hembras, las únicas que muerden/pican. Esto demostraría que los mosquitos machos antiguos probablemente se alimentaban de sangre.
El descubrimiento, publicado en la revista Curren Biology, es "un descubrimiento importante en la historia evolutiva de los mosquitos", según el paleontólogo principal del equipo. Y es que, los mosquitos macho que viven hoy día sobreviven a base de néctar de plantas porque sus piezas bucales perforadoras (la probóscide) no son lo suficientemente fuertes como para perforar la piel. Como los mosquitos machos modernos no pican, no transmiten enfermedades como lo hacen las hembras.
Los dos insectos, que están muy bien conservados en piezas de ámbar, son dos machos de la misma especie con piezas bucales perforantes. Realmente es digno de mención porque, entre los mosquitos modernos, sólo las hembras son hematófagas.
“El ámbar libanés es, hasta la fecha, el ámbar más antiguo con inclusiones biológicas intensivas, y es un material muy importante ya que su formación es contemporánea con la aparición y el comienzo de la radiación de las plantas con flores, con todo lo que sigue de la coevolución entre los polinizadores y plantas con flores”, explica Dany Azar, del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing de la Academia China de Ciencias y de la Universidad Libanesa.
Uno de los mosquitos fosilizadosDany Azar
¿Cuándo se volvieron los machos 'veganos'?
La hematofagia es la capacidad que tienen los insectos de chupar la sangre de otros animales. Se cree que este cambio evolucionó desde un cambio hacia el uso de piezas bucales perforadoras y chupadoras para extraer fluidos de plantas en lugar de animales. Pero esta evolución ha sido más difícil de rastrear por los científicos, en parte debido a lagunas en el registro fósil de insectos.
Este ámbar es una resina de árbol fosilizada y los depósitos en el Líbano son algunas de las muestras de ámbar más antiguas conocidas que contienen rastros de seres vivos, incluidos insectos y según los investigadores, puede cerrar “brechas entre linajes fantasma”, o una cadena de ancestros que normalmente no aparece en el registro fósil.
Los investigadores escriben en el estudio que los mosquitos machos podrían haberse alimentado de sangre durante el Cretácico temprano para hacerlos mejores voladores y más propensos a aparearse con éxito, pero de ser así, no está claro por qué detuvieron este comportamiento.
Flor conservada en ámbarPoinar, G. y Poinar, G. 2018.
Mediante análisis filogenético o estudiando su árbol genealógico, los investigadores descubrieron que estos mosquitos representan un linaje que divergió antes que Burmaculicinae, reduciendo la brecha entre el linaje fantasma y proporcionando información sobre la paleodiversidad de los culícidos mesozoicos. Así, cuando estos dos mosquitos machos quedaron atrapados en la savia de los árboles que eventualmente se volvió ámbar, según el análisis de Azar y sus colegas, las plantas con flores comenzaban a florecer por primera vez en el paisaje del mundo Cretácico.
"La datación molecular sugirió que la familia Culicidae surgió durante el Jurásico, pero anteriormente el registro más antiguo databa del Cretácico medio", aclaró André Nel del Museo Nacional de Historia Natural de París (Muséum National d'Histoire Naturelle de Paris). "Aquí tenemos uno de principios del Cretácico, unos 30 millones de años antes".
El equipo de científicos espera investigar en futuros estudios por qué ser hematófago era tan beneficioso para los mosquitos macho del Cretácico y por qué ya no se alimentan de sangre.
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Referencias:
“The earliest fossil mosquito” by Dany Azar, André Nel, Diying Huang and Michael S. Engel, 4 December 2023, Current Biology. DOI: 10.1016/j.cub.2023.10.047
Landis, G., & Berner, R. (2018). Analysis of gases in fossil amber. American Journal of Science, 318, 590 - 601. https://doi.org/10.2475/05.2018.06.
Green, O. (2001). Preparation of Amber Specimens Containing Fossils. , 234-241. https://doi.org/10.1007/978-94-017-0581-3_23.
Heinrichs, J., Feldberg, K., Bechteler, J., Regalado, L., Renner, M., Schäfer‐Verwimp, A., Gröhn, C., Müller, P., Schneider, H., & Krings, M. (2018). A Comprehensive Assessment of the Fossil Record of Liverworts in Amber. , 213-252. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-813012-4.00012-7.
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Fuente: