La Unión de Cafeteros de Colombia anunció que entrará en paro por la compleja situación económica que atraviesa el gremio, así como la falta de soluciones ofrecidas por la Federación Nacional de Cafeteros y el Gobierno.
Redacción Economía
Manifestación de cafeteros. Foto: Corte
“Les recordamos que no somos limosneros, somos cafeteros”, es parte del mensaje que dio en las últimas horas la Unión de Cafeteros de Colombia al describir la compleja situación económica por la que atraviesan.
Según lo descrito por los voceros de la unión, hay un desequilibrio económico entre la producción del grano de café y los productos derivados que se comercializan.
Para demostrar su punto, integrantes de esta unión se reunión en una tienda de Juán Valdéz para, con factura en mano, decir que lo que vale un tinto no se compara con lo que pagan a los productores por una libra del grano.
“Acabamos de pagar $45.000 por diez tintos, que no hacen justicia con la libra de café que nosotros vendemos a $4.000. Esa es la injusticia y eso es lo que estamos viendo en Colombia”, señalan.
En su manifestación, la unión de cafeteros informó que decidieron aplazar el paro que tenían programado, no porque los malestares en el gremio se hayan superado, sino porque han depositado sus esperanzas en el trabajo que puedan hacer sus representantes en el Congreso.
“El paro cafetero se aplaza, pero sigue la decisión de hacerlo. Los líderes nacionales cafeteros reunidos en Pereira, en atención de las bases cafeteras que nosotros representamos manifestamos al país que: atendiendo a la situación de la recogida de la cosecha cafetera, los sucesos de las elecciones regionales y el debate que los representantes a la Cámara de la región cafetera harán en el Congreso de la República, hemos decidido aplazar el paro cafetero hasta que transcurran estos eventos, no sin antes advertir que seguimos firmes en la decisión de convocar un paro cafetero ante la desatención del gremio para la que se han puesto de acuerdo la federación y el gobierno nacional”, se lee en el comunicado.
La unión también calificó como “paños de agua tibia” las respuestas a sus peticiones sobre la resolución de la crisis cafetera.
“No hemos recibido un peso de apoyo al precio interno, ni protección ante la importación masiva de café, ni tampoco la voluntad para atender nuestras exigencias de cara una restructuración de fondo a nuestra Federación de Cafeteros; que ha sido tomada por 15 burócratas, directivos del gremio que llevan más de una década atornillados allí, y algunos ni cafeteros son, quienes desde su posición cómoda de representación pagada por los miles de millones que nos sacan de contribución cafetera ponen gerentes de bolsillo y proyectan costos de producción a la baja”, concluyen.
Velar por brindar una remuneración justa a los productores de café hace parte de los mayores retos por los que pasa el mercado colombiano. En parte, por la competencia que está significando el grano importado, los precios internacionales y los desafíos ambientales enfrentados y los que se vienen, como el de El Niño.
Por Redacción Economía
El Espectador.
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