Un nuevo estudio cuestiona la viabilidad de la geoingeniería solar para salvar el hielo antártico
EMF/Redacción T21
Un estudio ha analizado lo que pasaría si atenuamos el impacto solar sobre la Tierra para prevenir el derretimiento de la Antártida y comprobado que, sin una paralización inmediata de las emisiones de gases de efecto invernadero, no solo no se evitaría el desastre, sino que podríamos agravar incluso la crisis planetaria. Un duro golpe para la geoingeniería solar.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Berna ha publicado un estudio en la revista Nature Climate Change en el que investigan si sería posible prevenir el derretimiento del hielo en la Antártida Occidental mediante la influencia artificial de la radiación solar. Sus conclusiones son desoladoras.
GEOINGENIERÍA
Los métodos técnicos que influyen artificialmente en el clima se han discutido durante algún tiempo bajo el término Geoingeniería. Sin embargo, la mayoría de los investigadores del clima han sido críticos con ellos debido a los altos riesgos y las consecuencias incalculables para las generaciones futuras.
La investigación liderada por Johannes Sutter, especialista en modelado de hielo, examina el posible desarrollo de la capa de hielo bajo diferentes escenarios futuros de gases de efecto invernadero y arroja resultados diferenciados: si las emisiones continúan sin control y la SRM (Gestión de la Radiación Solar) ocurre a mediados de este siglo, el colapso de la capa de hielo de la Antártida Occidental podría retrasarse un poco, pero no evitarse.
RADIACIÓN SOLAR
La Gestión de la Radiación Solar (SRM) es un término utilizado para describir varios métodos para bloquear la radiación solar con el fin de enfriar la Tierra. Una razón clave para el aumento del interés en la geoingeniería es evitar los puntos críticos en los que el clima podría cambiar abrupta e irreversiblemente.
La SRM aplica un conjunto de técnicas de geoingeniería para contrarrestar el cambio climático debido a las actividades humanas, incrementando artificialmente el reflejo de la luz del sol (radiación solar) de vuelta al espacio.
SRM abarca técnicas diversas, como usar “contaminación” reflejante para modificar la atmósfera, por ejemplo, añadiendo recubrimientos altamente reflectantes en grandes zonas del desierto. También propone aumentar la blancura de las nubes (su albedo) o bloquear la luz del sol con “pantallas espaciales”.
NUBES DE POLVO
La propuesta más promovida es crear nubes de polvo que de forma artificial imitan las nubes de ceniza que dejan las erupciones volcánicas. Se trata de crear “nubes volcánicas” artificiales, inyectando capas de partículas reflejantes como sulfatos en la estratósfera, una capa alta de la atmósfera.
Los autores de esta investigación señalan que, para conseguir el oscurecimiento del Sol en términos prácticos, sería necesario que una flota de aviones de altísimo vuelo esparciera millones de toneladas de aerosoles (partículas flotantes) en la estratosfera durante siglos para crear permanentemente esas nubes volcánicas artificiales.
Añaden que, si esta intervención se detuviera mientras la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera se mantuviera alta, la temperatura en la tierra aumentaría rápidamente varios grados.
El hielo antártico parece irremesiblemente perdido a pesar de la tecnología. /GENERADOR DE IMÁGENES DE LA IA DE BING PARA T21/PRENSA IBÉRICA, DESARROLLADA CON TECNOLOGÍA DE DALL·E.
POSIBLES PELIGROS
Las consecuencias de este impacto, señala Johannes Sutter en un comunicado, son solo uno de los posibles peligros que plantea SRM. Los posibles efectos secundarios aún no se han investigado lo suficiente y van desde un cambio en el régimen de los monzones, hasta cambios en la circulación oceánica y atmosférica. La acidificación de los océanos también continuaría.
En resumen, los resultados del estudio muestran que la influencia artificial no funciona sin descarbonización inmediata y que, además, conlleva altos riesgos.
ES INEVITABLE PARAR
Según un artículo de la revista Nature, publicado en 2021, no hay sustituto para los recortes agresivos en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Añade que algunos científicos se oponen firmemente a la geoingeniería solar, ya que podría salir mal de maneras impredecibles y, una vez iniciada, podría ser difícil detenerla de manera segura.
También hay preocupaciones de que incluso el movimiento hacia la investigación de la geoingeniería solar crea un "riesgo moral", lo que lleva a una confianza equivocada y distrae de los esfuerzos para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero, que es el verdadero problema.
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REFERENCIA
Climate intervention on a high-emissions pathway could delay but not prevent West Antarctic Ice Sheet demise. J. Sutter et al. Nature Climate Change (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41558-023-01738-w
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