Uno de los hechos más importantes y relevantes de este 2022 fue la entrega del Informe final sobre la violencia en Colombia, elaborado por la Comisión de la Verdad.
Dejamos atrás un desastroso gobierno de derecha que hasta sus últimos momentos se rodeó de fracasos, de desatinos, de mucha oscuridad
Ganó la ciudadanía que está apostando por el cambio y que tiene puestas sus esperanzas en temas como la reforma agraria, la reforma a la salud
Cerramos este 2022 que nos deja algunos sin sabores y una que otra alegría en esta Colombia esperanzada en el cambio, un cambio necesario y justo con una Nación que por décadas ha sufrido los embates de la violencia. Ya apostamos por el cambio, nos llegó la hora de sostenerlo y apoyarlo. Eso sí con el ojo avizor para que el camino no se tuerza y nos genere otra frustración.
Álvaro Ortiz Ramos
Editor Semanario Virtual Caja de Herramientas
¿Qué decir?, ¿cómo puede uno describir lo que fue este 2022? ¿acaso fue un año de triunfos? ¿acaso otro año de fracasos y desesperanzas? Son tantos y tan largos los periodos de desasosiego que hemos tenido que padecer los colombianos, que a veces ya nada nos sorprende.
Pero creo que esta vez la sensación es diferente… por lo menos desde el segundo semestre. Este 2022 que estamos dejando atrás nos trajo vientos de cambio y, porque no, de mucha esperanza.
Llevamos cinco meses con nuevo gobierno. Un gobierno diferente al que nos tenían acostumbrados. Se rompió la hegemonía de los malos gobiernos. Claro, aún es temprano para cantar ¡victoria!, pero las cosas van marchando –seguramente a paso lento– pero seguro. Ese es nuestro anhelo y el de todos los colombianos que le apostaron al cambio.
Dejamos atrás un desastroso gobierno de derecha que hasta sus últimos momentos se rodeó de fracasos, de desatinos, de mucha oscuridad. Un gobierno liderado –“liderado” es una inmerecida palabra, dejemos eso claro– por Iván Duque Márquez, un inexperto político que se encontró con la presidencia luego de unas, hasta ahora, no muy claras y transparentes elecciones.
Escándalo tras escándalo, los colombianos tuvimos que sufrir, padecer, la presidencia de este personaje puesto allí por los tentáculos del uribismo que quería su perpetuación en el poder.
Pero bueno, dejemos allí ese lánguido y triste episodio del pasado reciente de Colombia, porque si quisiéramos encaminar este artículo a sólo mencionar los desaciertos de Duque, necesitaríamos muchas cuartillas. No, esa no es la idea para este texto de despedida.
La idea de este espacio es, de alguna manera, resaltar las cosas buenas que nos pasaron durante este segundo año de la segunda década del siglo XXI.
En este orden de ideas, estaremos de acuerdo en que uno de los hechos más importantes y relevantes de este 2022 fue la entrega del Informe final sobre la violencia en Colombia, elaborado por la Comisión de la Verdad.
Sabiamente liderada por el padre Francisco de Roux, la Comisión escuchó cerca de 30.000 testimonios de víctimas, pueblos indígenas, afros, campesinos, militares, miembros de los grupos armados ilegales, políticos, empresarios, comunidad LGBTI e incluso a los expresidentes que desde los 90 han estado al frente del poder en Colombia.
No fue fácil el camino recorrido por la Comisión que tuvo que enfrentar las críticas más indolentes y descalificadoras en contra de los comisionados y del mismo informe al que catalogaron de sesgado y favorecedor de los victimarios. Pero la realidad es que se trató de un informe completo que desnudó la precariedad del respeto por los derechos humanos en Colombia y la crudeza de la guerra que por años tuvimos que padecer los colombianos sobre todo en las regiones más apartadas y olvidadas del país.
Los resultados del informe y sobre todo las recomendaciones, son el legado más importante e invaluable para esta nación que trata de enderezar el camino y apartarse de la violencia fratricida que por décadas afrontamos los colombianos. Ahora nos corresponde preservar, difundir masivamente y poner en marcha esas recomendaciones para que la historia no se repita.
Otra de esas grandes satisfacciones que tuvimos este 2022 fue el trabajo de la Jurisdicción Especial para la Paz – JEP, el componente de justicia del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, creado por el Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las Farc – EP. Recordemos que su función es administrar justicia transicional y conocer de los delitos cometidos en el marco del conflicto armado que se hubieran cometido antes del 1 de diciembre de 2016.
Gracias a la JEP hemos podido conocer los casos más escabrosos de los falsos positivos, el reclutamiento forzado, secuestros, desplazamientos forzados y todo tipo de violencias cometidas por los actores del conflicto.
Cabe mencionar aquí que la JEP también ha generado resquemores y duras críticas de quienes se oponen a esta figura de la justicia transicional, cuya existencia –afortunadamente– no podrá ser superior a 20 años.
Buena y larga vida a la JEP.
Expectativas de paz
A trancas y mochas y luego de la firma de la paz en noviembre de 2016 entre el gobierno y las extintas guerrillas de las Farc, la paz ha tenido bajones y desalentadores episodios en contra de la anhelada paz duradera. Durante el gobierno de Iván Duque poco se pudo avanzar, sobre todo en lo concerniente a la implementación del Acuerdo de Paz.
Con la llegada de Gustavo Petro al poder se está hablando de nuevo sobre la paz. Esta vez denominada Paz Total, una ambiciosa propuesta que pretende que su búsqueda, la paz, sea una política de Estado.
Ya se dieron las primeras puntadas sobre esa búsqueda de la paz por parte del gobierno al retomar los diálogos de paz con el ELN, al tiempo que se han venido dando acercamientos con integrantes de algunas bandas criminales.
Sin duda la esperanza de la paz verdadera o la paz total, está más viva que nunca y con ella la ilusión de todo un país que espera que no le hagan “conejo” y que gobierno y actores del conflicto depongan sus intereses personales y, entre todos –porque la paz es asunto de todos los colombianos– saquemos adelante los procesos que se necesiten para alcanzar la paz. Es algo que le debemos a los millones de víctimas del largo y tedioso conflicto colombiano.
Finalmente, y no menos importante, debemos señalar que nuestro país, nuestra fracturada y no tan estable democracia, tuvo un interesante debate electoral este 2022 que termina. Los resultados ya conocidos por todos, nos dejan un Congreso con alguna renovación. Liberales y conservadores –los tradicionales gamonales políticos– perdieron terreno al igual que el Centro Democrático.
Ganó mucho terreno el Pacto Histórico que además logró la primera magistratura.
Ganó la ciudadanía que está apostando por el cambio y que tiene puestas sus esperanzas en temas como la reforma agraria, la reforma a la salud, solo por mencionar algunos temas de orden nacional que requieren de la urgente atención del gobierno.
¡Amanecerá y veremos¡
Queremos agradecer a nuestros lectores y colaboradores su constancia con el Semanario Virtual Caja de Herramientas. Esperamos seguir contando con cada uno de ustedes en el 2023 para hacer de este su principal medio alternativo de comunicación.
Una feliz navidad y un próspero año cargado de buenos augurios. Hasta siempre.
Nota: Mención especial para nuestros deportistas que siempre dejan muy en alto el nombre de Colombia. A Sara López, la tiradora con arco que ya ajusta 24 mundiales y 12 récords. Igualmente a las selecciones de fútbol femenina que nos representaron en los torneos sub 17 y sub 20. Y por supuesto a la selección de Futsal femenina que se consagró como campeona mundial en el torneo realizado en Mosquera – Cundinamarca.
Edición 808 – Semana del 17 de diciembre a enero 2023
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