Perder la cabeza puede volverte a la vida
Pablo Javier Piacente
Las babosas marinas se cortan la cabeza y regeneran por completo su cuerpo, incluyendo el corazón y otros órganos internos. Utilizan la capacidad fotosintética que incorporan de las algas en su dieta para sobrevivir el tiempo suficiente para la regeneración.
Científicos de la Universidad de Mujeres de Nara, en Japón, han comprobado que dos especies de babosas marinas tienen la capacidad de regenerarse por completo, luego de cortar previamente su cabeza. En alrededor de tres semanas renuevan íntegramente su organismo, incluyendo el corazón y el resto de los órganos internos. En el proceso es vital la capacidad fotosintética que adquieren de las algas, que garantiza su supervivencia hasta completar la regeneración.
La autotomía es el desprendimiento voluntario de una parte del cuerpo, siendo un proceso común en animales como artrópodos, anfibios o lagartos, entre otros. Este ciclo vital incluye generalmente la regeneración de algunas partes del cuerpo, como por ejemplo las colas u otras extremidades.
Según una nota de prensa, el hallazgo de los investigadores japoneses marca una variante en este tipo de procesos. Es que la autotomía observada en las babosas marinas presenta la regeneración total del cuerpo, incluyendo los órganos internos. Hasta el momento, los estudios previos habían documentado este tipo de fenómenos abarcando solamente la renovación de alguna parte específica del cuerpo.
Las fases del proceso
Los científicos informaron en su estudio, publicado en la revista Current Biology que el descubrimiento fue casual, mientras observaban otras características de las babosas. En un momento apreciaron que la cabeza de un ejemplar se movía en forma independiente, ya separada del corazón y del resto del cuerpo. «Pensamos que moriría rápidamente sin un corazón y otros órganos importantes, pero nos sorprendió nuevamente descubrir que regeneraba todo el cuerpo», indicó Sayaka Mitoh, autor principal del estudio.
El proceso continúo en distintas fases. En principio, la herida existente en el sector posterior de la cabeza como producto del corte se cerró luego de algunos días. A las pocas horas, las cabezas independientes ya se estaban alimentando con algas. Según los científicos, este dato es vital porque las algas les proveen sustancias para obtener la capacidad fotosintética que les permita sobrevivir hasta completar el proceso de regeneración.
En alrededor de una semana, los especialistas constataron el comienzo de la regeneración del corazón. Aproximadamente a las tres semanas, el cuerpo se había renovado por completo. La cabeza había extirpado un cuerpo aparentemente inútil para la babosa y lo había regenerado íntegramente. Por el contrario, el cuerpo arrojado no regeneró la cabeza.
Los misterios a resolver
¿Por qué las babosas marinas realizan este proceso de renovación de sus cuerpos? Aunque las causas concretas aún no están claras para los investigadores, creen que pueden existir células madre en el sector donde se produce el corte, que iniciarían la regeneración. También es probable que el proceso ayude a eliminar parásitos internos que inhiben la reproducción.
Como el cuerpo de la muda suele estar activo durante meses, los investigadores creen que será posible estudiar el mecanismo y las funciones relacionadas con este proceso utilizando órganos vivos, tejidos o incluso células. Sostienen que avanzar en la investigación de este nuevo tipo de autotomía extrema puede ser clave para comprender en profundidad cómo estas especies logran regenerarse de manera independiente.
La naturaleza sigue aportando nuevas sorpresas a la ciencia y poniendo a prueba nuestra curiosidad. Descubrir nuevos aspectos del mundo y los seres vivos que nos rodean parece ser crucial para el ser humano: le brinda renovadas perspectivas e inspira cambios que, quizás en un futuro, podrán repercutir de forma positiva en su propia vida.
____________
Referencia
Extreme autotomy and whole-body regeneration in photosynthetic sea slugs. Sayaka Mitoh and Yoichi Yusa. Current Biology (2021).DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2021.01.014
Foto:
La cabeza y el cuerpo de Elysia cf. marginata, una de las especies de babosas marinas estudiadas, un día después de la autotomía o desprendimiento voluntario de partes del organismo. Crédito: Sayaka Mitoh.
Video: Sayaka Mitoh / Scitech Daily.
_________
Fuente: