HOMENAJE:
“El Maestro debe
enseñar, pero enseñar bien…”
GLORIA ETERNA AL
MAESTRO JAIRO GARCÍA NAGLES
Inesperada como es la muerte, solapada succionando en las entrañas de un sistema ineficiente de salud, que hace pender los hilos de la existencia en un abrir de ojos, ésta la segadora, arranca de un tajo, como huracán demoledor de la vida, el suspiro alentador del visionario maestro de maestros, controvertido, luchador y polémico pedagogo, ateo y humanista. Escribidor, cultor y fundador de la Corporación Pedagógica educativa y de la revista Areté, solía cuestionarlo todo en forma fatua, sin ambages ni escrúpulos, por eso muchas veces incomprendido.
Solía enseñar con los clásicos de la pedagogía que es criminal aquel que promueve una educación fuera del tiempo, estaba convencido que “dejar ir la educación por los conceptos que la marginan de la verdad del conocimiento científico”, es un crimen.
Acostumbraba a decir que la forma más bella y respetable del esfuerzo humano es el paro de la educación porque “es la consecuencia de las condiciones necesarias por la lucha digna de un pueblo que se resiste a corromperse y desordenarse en la miseria”, debemos preferir ser dignos así sea peligroso que mantener una vida inútil.
Repetía, con sus a veces lúcidas extravagancias, que la educación debe tener un horizonte que no es más que la libertad humana encausada a través de la invención, la experiencia pedagógica que trascienda la ideología del opresor y restablezca la cualidad ejemplarizante del educador.
Al final de su existencia, quiso igualmente, enlazar los acontecimientos de la pandemia y la tragedia con el rescate de la reunión familiar, del recogimiento de las familias en un sin olvidar jamás el dialogo pedagógico enriquecedor. Así lo expresó con su vivencia y el reconocimiento de su progenitor, “Yo estoy entragado a avanzar en la escritura y organización de mi próximo libro que muy pronto usted va a conocer” y cuyo horizonte no era otra cosa que el debate pedagógico esclarecedor de las vivencias en familia: “Cuando yo entendí el trabajo de arriería de mi padre, luego su rol de agricultor y amaestrador de potros y mulas indómitas, hoy disfruto escuchándole sus historias maravillosas que su memoria tiene acumuladas con claridad histórica, en estos instantes en que mi progenitor se asoma al siglo de vida, (95 años de edad), tiene el encanto de narrar con furor sus propias hazañas y las de sus contemporáneos”.
Persistamos en la pedagogía del encuentro y el dialogo, en la aguda crítica, en el carácter formador, en la constancia por promover la cultura y el cambio social, entre otros, legado del maestro Nagles, frente a un capitalismo depredador y una demencial ideología capitalista de la cosificación, el egoísmo y lo antihumano.
Guillermo Molina Miranda
Emancipación
Los grandes hombres no mueren...ellos viven hasta la eternidad...buen viaje al maestro Nagles.
ResponderEliminarUn verdadero Maestro,en el corto tiempo que lo conocí dejó en mi una impronta de verdad y lucha.
ResponderEliminarMi mas sincero Homenaje póstumo al Gran Maestro, complaciente, generoso Amigo, su alto nivel cultural; su contraste de ser humano sencillo, probo, genio, alegre , respetuoso por las ideas y las personas, excelente jugador del ajedrez apacionado por el Gran Maestro 10-10 Universal. Es, en mi humilde opinión la imagen que JAIRO GARCÍA NAGLES (qepd) nos deja como buen recuerdo,un amigo así difícil encontrar; el hombre ejemplar admirable, incansable, luchador por las causas comunes, por el conocimiento y transmitir su sabiduría. Su gran misión plasmada en el legado de sus textos como autor, de hacer hombres sabios con el conicimiento,formando desde niño, al futuro adulto; a través de la educación, la enseñanza, disciplina y buenos ábitos desde el punto de vista integral. Nos deja este gran legado a todos y en especial a la familia de DOCENTES. Con mi amor infinito Paz en su ¡¡¡Tumba!!! Querido e inmortal "A M I G O" ...
ResponderEliminarMás que amigo, ejemplo de compromiso, fortaleza de Guerrero en las luchas sociales a través de su pensamiento, avance comprometido con la imposibilidad.
ResponderEliminarMucha luz para ese espíritu.