EE.UU. va por petróleo de Venezuela y justifica presencia militar norteamericana en Colombia con el pretexto de lucha contra el narcotráfico: Gustavo Petro
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Al gobierno de Estados Unidos en nada le importa la suerte de Colombia y Venezuela en caso hipotético de un enfrentamiento entre estos países vecinos y sus graves consecuencias sociales y económicas. En lo que está vivamente interesado Washington es en utilizar el territorio colombiano como plataforma para atacar al gobierno de Nicolás Maduro con el único propósito de controlar los cuantiosos recursos petrolíferos y gasíferos de la República Bolivariana. Y a ese protervo propósito de presta el obsecuente régimen del presidente Iván Duque, autorizando la operación de tropas norteamericanas en Colombia. Así sintetizó durante un debate virtual en el Congreso de la República, el senador y excandidato presidencial, Gustavo Petro Urrego, la violación flagrante de la soberanía colombiana por parte de la administración de Donald Trump.
Petro hizo un detallado análisis de la geopolítica mundial para explicar el afán de Estados Unidos, cuyo rol de hegemón viene en declive, por asegurarse el control de energías fósiles que puede garantizarle seguir manteniendo su alto nivel de vida su sociedad a costa del sacrificio de pueblos como los de América Latina.
Guerras fósiles y crisis climática
El congresista y principal referente de la oposición colombiana al gobierno de Duque sostuvo que el mundo ya no se enfrenta como a mediados del siglo XX a los riesgos de la bomba atómica y a una guerra nuclear entre el bloque rojo y el bloque capitalista que conllevó a la Guerra Fría. “Lo que hoy vivimos es el cuestionamiento de la existencia humana por nuestra propia economía, nuestro consumo y nuestra producción que ha generado la crisis climática”, precisó.
El cambio climático es la modificación química de la atmósfera en una potencialidad que puede extinguir toda la vida por el uso extensivo de los combustibles fósiles: petróleo, carbón y gas, fundamentalmente. En consecuencia, agregó Petro, “tenemos una geopolítica que se mueve alrededor de eso mediante unos poderes económicos viejos que tratan de mantener el statu quo a través del control de la reserva petrolera y carbonera”.
Dentro de este contexto, dijo, “Estados Unidos es una sociedad más adicta a la gasolina que a la cocaína. No puede mantener una forma de vivir que no sea a partir del uso intensivo, y por tanto, del control de los combustibles fósiles”. En esa misma lógica se encuentran China y Rusia, las dos grandes naciones que hoy han irrumpido como actores principales en el tablero mundial.
En contraste, prosiguió el líder del movimiento político Colombia Humana, “hay otro mundo que se resiste a eso, que quiere transitar hacia otro tipo de economía, que implica conocimiento, investigación, la promoción de la energía limpia, es el mundo de la resistencia”.
Desafortunadamente, por el control de los combustibles fósiles han estallado las guerras todas de lo que va corrido el siglo XXI y Estados Unidos ha sido el principal protagonista que hoy rivaliza con la Rusia petrolera y la China demandante de carbón y de petróleo. “Son guerras fósiles que han exterminado países como Siria, Irak, Libia, ese es el contexto de hoy”. Esa además es la razón por la que Estados Unidos quiera controlar las reservas de Venezuela, cuyo gobierno para enfrentar a Washington y defenderse de sus agresiones ha decidido consolidar una alianza con Rusia y China, precisó Petro.
Y para ello, agregó, “el gran pretexto es la lucha contra el narcotráfico y esta es la narrativa con que se vende la presencia de tropas norteamericanas en territorio colombiano”.
Fue categórico en señalar que a Washington lo que menos le importa y lo tiene sin cuidado es que haya una explosión bélica entre Colombia que utiliza de plataforma de ataque y hostigamiento, y Venezuela, puesto que su propósito es tomar el recurso petrolífero de este país. Recordó que el propio Donald Trump se manifestó en ese sentido para significar que lo que cuenta es apropiarse de esta riqueza no obstante la destrucción de los países y el costo en vidas humanas que ello podría conllevar.
La falacia de la lucha contra el narcotráfico
Petro develó la falacia que ha constituido la narrativa de la lucha contra el narcotráfico por parte de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, durante los últimos 40 años.
Entre más presencia militar estadounidense ha existido en Colombia, simultáneamente también se incrementa sustancialmente el tráfico de droga ilícita, afirmó el excandidato presidencial.
“¿Cómo un ejército puede destruir la necesidad social que existe por cocaína en Estados Unidos? ¿Cómo se destruiría la oferta en Colombia?”, se interrogó.
Explicó que la oferta de droga tiene que ver con unos elementos fundamentales que la estrategia militar que impulsa Washington con la aquiescencia del gobierno de Duque “no puede tocar y no le interesa tocar”. Por ejemplo, agregó, “la oferta de cocaína tiene que ver en primer término con una alianza estratégica entre el poder político y el narcotráfico. ¿Este ejército la va a romper? Pónganme 10 mil soldados norteamericanos a ver si rompen esa alianza política entre las clases tradicionales y los clanes del poder político colombiano con los narcotraficantes. Es por eso que el Senado de la República no interviene porque en esta corporación tiene asiento esa clase política”.
“Esa alianza entre política tradicional y narcotráfico controla en Colombia territorios y votos para perpetuarse en el poder y seguir concentrando sanguinariamente la riqueza. Y por otro lado, entre más desigualdad social se produce, entre más territorio y juventudes se excluyen, entre más se le niegue al campesinado la tierra fértil que se la tomaron los narcotraficantes, más hoja de coca se cultiva”.
“La progresión de la hoja de coca es la ausencia de la reforma agraria y ello se debe al poder sobre la tierra del narcotráfico. Esa desigualdad social es lo que da la base de la oferta de cocaína”, recalcó.
En contraste, dijo, “otra estrategia antinarcóticos haría lo contrario: pondría en marcha la reforma agraria, rompería la alianza entre políticos y se los llevaría extraditados entre generales y narcotraficantes, pero para eso no se necesita un ejército de Estados Unidos”.
“Una política así no la concibe el gobierno de Estados Unidos porque está pensando en el petróleo”, relievó.
Ante esta circunstancia, puntualizó Petro, “la alternativa es un camino latinoamericano: una salida política y pacífica, una asistencia militar entre ejércitos de la región con una visión muy diferente a la fracasada estrategia antinarcóticos impulsada por Washington y un tránsito de las sociedades fósiles como la venezolana y colombiana hacia economías productivas sustentadas en energías limpias. Ese es otro camino, no nos destruye la sociedad, ¿por qué ir entonces por el camino de la degradación, de la evaporación institucional y de la destrucción de nuestro territorio?”
La intervención completa del senador Petro en el siguiente video:
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