Realizan manifestaciones en países de Asia, Europa, Medio Oriente y América Latina
Protestan millones contra la brecha salarial y la violencia de género
Una jornada histórica recupera la radicalidad feminista
Magdalena León T.
La jornada del 8M 2018 marca un antes y un después en la trayectoria contemporánea de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres en buena parte del mundo. La convocatoria a una huelga de mujeres, con un claro mensaje anticapitalista y antipatriarcal, contribuyó a recuperar el sentido histórico y la radicalidad de esta fecha, tras un período en que la banalización mercantil había avanzado ya demasiado y amenazaba con imponerse. La movilización feminista, no obstante su vitalidad, no lograba hacerse oír con la fuerza suficiente como para neutralizar el despliegue de flores, ofertas y frases asociadas con la celebración de un ‘feliz día’.
La propuesta de una huelga o paro de mujeres aglutinó causas y alcanzó una respuesta inédita en no menos de 70 países. España sin duda tomó la delantera en extensión y masividad: cinco millones de personas participaron en las movilizaciones y centenares de iniciativas, a cual más creativa, se desplegaron en su territorio. A la convocatoria de las organizaciones de mujeres se sumó la CGT, reforzando el tema del trabajo como eje en un país asolado por el neoliberalismo. Las mujeres de los medios, y algunos medios, pusieron también lo suyo para el éxito de la jornada.
En América Latina destacaron las movilizaciones en Argentina, cuyo potente movimiento de mujeres fue precursor de esta convocatoria en 2017, y en Brasil, donde la activación feminista ha sido crucial e incansable en la resistencia al gobierno golpista de Temer y su agenda ultra neoliberal. En México, sumido en una grave y compleja crisis, las voces se alzaron con igual fuerza contra el feminicidio, la precarización laboral, la represión y las privatizaciones. Mientras tanto, en Venezuela las ‘feministas, chavistas, bolivarianas, revolucionarias… hermanadas en en mismo clamor’, como dice su manifiesto, denunciaron ‘la guerra económica, el bloqueo financiero y la embestida política internacional dirigida desde el imperialismo norteamericano… que ataca fundamentalmente a las mujeres…’, pues supone más esfuerzos y trabajo para reproducir la vida cotidiana.
Si bien hay factores de la coyuntura que dinamizan o aceleran procesos, no se trata de una expresión espontánea o episódica. El pensamiento y la acción feministas han acumulado en lo que va del siglo experiencias novedosas, búsquedas, tejido organizativo, maneras de interpretar la realidad, resistencias, propuestas integrales para ‘cambiar el mundo’.
En América Latina el feminismo se ha expandido y consolidado, con matices propios, al calor de intensas décadas en que se han conjugado resistencias al neoliberalismo, búsqueda de alternativas sistémicas, experiencias progresistas. La posibilidad misma de aludir al feminismo en positivo y no como estigma se logra en medio de estos procesos, en los que la presencia de las mujeres crece y se diversifica, lo mismo que sus agendas que desbordan lo sectorial para plantear transformaciones de fondo, que se resumen pero no se agotan en las divisas anticapitalista y antipatriarcal.
Desde otro espacio y tiempo, el fenómeno mediático desatado con la campaña Me too, la ineludible atención noticiosa de los medios convencionales hacia las protagonistas de los espacios comerciales que comparten, contribuyó a instalar un clima distinto en los medios. Sea por ‘sensibilidad’ o sea por interés, el enfoque predominante fue de denuncia.
Algunos medios fueron más allá de este desplazamiento de foco de la banalización hacia la denuncia. En unos casos optaron por feminizar portadas, titulares y voces. En otros, por dispensar a las mujeres de su jornada laboral para que se sumen al paro. En algunos las mujeres tomaron posición y se sumaron a las movilizaciones con agenda propia.
En los más distintos lugares y contextos las razones para adherir al paro fueron múltiples: manifiestos y consignas aluden a discriminaciones y brechas, violencias, reclamo de igualdad y autodeterminación, en términos más amplios cuestionamiento a un sistema injusto, explotador y depredador, pero por sobre todo se expresó la necesidad de colocar el trabajo en el centro. El trabajo en su diversidad de formas, funciones y sentidos, el trabajo como motor del mundo y de la vida; el trabajo como campo de injusticias y desigualdades pero también como eje de las transformaciones para otro orden económico, social y cultural.
Desde esta perspectiva, queda en evidencia el sentido pro sistema de discursos y posturas que proponen ‘incluir’ mujeres sin alterar condiciones estructurales, incluso como garantía de continuidad o blindaje del sistema -en el sentido, por ejemplo, de lo que postula el FMI-.
Una celebración que crece en alcance y complejidad, que no deja de estar en disputa, pero ahora con una clara hegemonía del feminismo anticapitalista y antipatriarcal.
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- Magdalena León es economista ecuatoriana, integrante de la Red de Mujeres Transformando la Economía, REMTE.
Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/191507
Día Internacional de la Mujer
Realizan manifestaciones en países de Asia, Europa, Medio Oriente y América Latina
Protestan millones contra la brecha salarial y la violencia de género
En Buenos Aires, decenas de miles de argentinas realizaron una manifestación que culminó frente al Congreso Nacional para demandar la igualdad de géneroFoto Ap
Cientos de miles de mujeres participaron en las protestas en España contra la brecha salarial, la precariedad laboral y la violencia machista. En la imagen, en la Plaza del Sol, en MadridFoto Ap
Realizan manifestaciones en países de Asia, Europa, Medio Oriente y América Latina
En el Día Internacional de la Mujer, millones de mujeres en América, Asia y Europa participaron en marchas y protestas contra la brecha salarial, por la despenalización del aborto, por el reconocimiento del trabajo no remunerado y contra la violencia de género.
España fue escenario de las movilizaciones más numerosas. Unas 5.9 millones de españolas se manifestaron con una histórica huelga y paros parciales en varias ciudades para protestar contra las brechas de género, la precariedad laboral y las violencias machistas, de acuerdo con datos de los dos sindicatos mayoritarios.
La jornada comenzó pasada la medianoche con una cacerolada en la céntrica Puerta del Sol de Madrid. Uno de los datos más repetidos en España fue que las mujeres cobran 14.2 por ciento menos que los hombres por un trabajo similar, una brecha inferior a la media de la Unión Europea.
Y también por la diferencia en la tasa de ocupación, que es de 65 por ciento para las mujeres con hijos y 21 puntos menos para los hombres.
Mareas de mujeres vestidas de color lila abarrotaron con ambiente festivo las calles de Madrid y Barcelona; también hubo importantes concentraciones en Valencia, Sevilla, Bilbao y Palma de Mallorca.
El combate por la igualdad de derechos continua: Merkel
En Alemania, la canciller federal Angela Merkel afirmó por medio de un video: "El combate de las mujeres por la igualdad de derechos continúa", al considerar que aún queda mucho por hacer "para que tengan los mismos derechos y también (que haya) nuevas tareas para los hombres".
En Francia, el diario Libération se vendió 25 por ciento más caro a los hombres que a las mujeres para simbolizar la desigualdad salarial entre los sexos, al tiempo que el primer ministro, Edouard Philippe, anunció una serie de medidas con la finalidad de terminar con las desigualdades entre géneros en el mundo laboral.
En Oslo, capital de Noruega, una réplica de la célebre Niña sin miedo (de Fearless Girl) que se enfrenta al toro de Wall Street fue develada frente a la sede del Parlamento.
En Estados Unidos, el diario The New York Times publicó la necrología de 15 mujeres "notables", acerca de las cuales no se difundió nada cuando murieron: la novelista británica Charlotte Brontë (1855), la poeta estadunidense Sylvia Plath (1963) y la fotógrafa Diane Arbus (1971).
Las autoridades de Canadá emitieron un billete de 10 dólares con la imagen de la activista social y defensora de los derechos civiles Viola Desmond, quien se convirtió en la primera mujer afrodescendiente que aparece en el papel moneda de ese país.
En países de América Latina también se realizaron manifestaciones para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
En Argentina una masiva marcha en el centro de Buenos Aires exigió igualdad de derechos para las mujeres y la legalización del aborto.
En El Salvador miles de mujeres demandaron también la despenalización del aborto.
Protestas en Irak y Afganistán
Las movilizaciones se extendieron a Asia. Filipinas, India, Corea del Sur y Myanmar fueron escenario de manifestaciones.
En Afganistán cientos de mujeres que habrían tenido miedo de salir de casa durante el régimen talibán se reunieron en la capital para recordar a sus líderes que queda mucho trabajo por hacer para darles voz, garantizar su educación y protegerlas de la creciente violencia.
En Mosul, la segunda ciudad más importante de Irak, recuperada en julio tras estar bajo control del grupo yihadista Estado Islámico, unas 300 mujeres se sumaron a la conmemoración.
El Museo Egipcio de El Cairo expuso de manera excepcional tres tesoros que ilustran el papel de la mujer en el antiguo Egipto, entre ellos un busto de cuarcita de la reina Nefertiti, quien ejerció un papel político y religioso fundamental hace más de 3 mil 300 años junto a su esposo, el faraón Akenatón.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2018/03/09/politica/005n1pol