En medio de secretos, firman EU y 11 países acuerdo transpacífico
Reuters, Ap, Notimex y Afp
La Jornada
Un pescador pasa con su bote frente a refinerías de petróleo cerca de terminales portuarias de Singapur. El ATP tendrá efectos en 40 por ciento de la economía mundial. La ronda final de negociaciones se había estancado por diferencias sobre por cuánto tiempo debería permitirse un monopolio de medicamentos biotecnológicos de última generación, hasta que Estados Unidos y Australia superaron el desacuerdo. Foto Reuters
Los ministros de Comercio de 12 naciones del Pacífico, entre ellas México, alcanzaron un acuerdo sobre un amplio pacto comercial que reducirá las barreras arancelarias y establecerá estándares comunes, informó un alto cargo cercano a las negociaciones. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reaccionó de inmediato a la noticia y expresó, según el portal Rusia Today (RT): No dejaremos a países como China escribir las reglas de la economía global.
En México, el presidente Enrique Peña Nieto celebró la conclusión de las negociaciones del ATP, al calificarlo de acuerdo de vanguardia con el que México fortalece su integración comercial con el mundo.
A través de su cuenta de Twitter @EPN, el mandatario escribió: El Acuerdo de Asociación Transpacífica se traducirá en mayores oportunidades de inversión y empleo bien remunerado para los mexicanos.
A su vez, Obama declaró: No podemos permitir que países como China escriban las reglas de la economía global. Nosotros debemos escribir esas reglas, abriendo nuevos mercados a los productos estadunidenses, estableciendo altos estándares para la protección de los trabajadores y preservando nuestro medio ambiente, citó RT.
El mandatario señaló que la asociación transpacífica elimina más de 18 mil impuestos sobre las mercancías procedentes de Estados Unidos, garantiza el empleo y la protección de medioambiente.
El gobierno de Obama ha promovido el acuerdo como parte de una estrategia para aumentar la influencia estadunidense en las zonas de gran crecimiento en Asia y para contrarrestar la influencia creciente de China, que ahora no forma parte del acuerdo pero podría incorporarse más adelante.
El ambicioso pacto, que trasciende las barreras comerciales, define normas laborales y ambientales y protege la propiedad intelectual de las corporaciones multinacionales. Se propone estimular el comercio entre Estados Unidos, Canadá, México, Chile, Perú, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Brunei, Malasia, Singapur y Vietnam.
El acuerdo podría remodelar industrias e influir desde los precios del queso hasta el costo del tratamiento para el cáncer. El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (ATP) tiene efectos en 40 por ciento de la economía mundial y podría presentarse como un legado del presidente Obama, si es ratificado por el Congreso.
Obama dijo en Washington que el acuerdo nivelará el campo de juego para los trabajadores y empresas de su país. Aseguró que los estadunidenses tendrían meses para prepararse para el pacto antes de que lo promulgue.
Aplaudió las conclusiones del acuerdo y destacó que incluye compromisos laborales y ambientales más fuertes que cualquier otro acuerdo, promueve una Internet abierta y refuerza las relaciones estratégicas con sus socios y aliados en la región.
La Casa Blanca destacó asimismo que el ATP promoverá los más altos estándares de transparencia y anticorrupción de la historia, pues obliga a los países a ratificar o aceptar la Convención de Naciones Unidas Contra la Corrupción.
A su vez, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, anticipó que el ATP generará ganancias significativas en comercio e inversiones globales, aunque señaló que es necesario conocer todos los detalles antes de emitir una evaluación integral.
Aunque consideró necesario conocer todos los detalles del ATP antes de emitir una evaluación integral, Lagarde dijo esperar que el acuerdo facilite el camino a "una nueva generación de esfuerzos de integración comercial profunda.
Aliento a otros países a renovar sus esfuerzos para completar las negociaciones actuales y a la comunidad internacional en general para rencender las iniciativas comerciales multilaterales para asegurar un sistema de comercio global congruente, señaló.
Pacto controvertido
El ATP ha sido motivo de controversia debido a lo secreto de las negociaciones que se han realizado en los últimos cinco años y la amenaza percibida por una serie de grupos de interés, desde los trabajadores de la industria automotriz en México a las granjas productoras de leche en Canadá.
La ronda final de negociaciones en Atlanta, que comenzó el miércoles, se había estancado por la interrogante sobre cuánto tiempo debería permitirse un monopolio de medicamentos biotecnológicos de última generación, hasta que Estados Unidos y Australia alcanzaron una solución. Los equipos negociadores han estado enfrentados sobre el periodo mínimo de protección de los derechos de datos utilizados para producir medicamentos biológicos.
Estados Unidos buscaba un lapso de 12 años de protección para alentar a las farmacéuticas a invertir en costosos tratamientos biológicos, como para combatir el cáncer. Australia, Nueva Zelanda, y grupos públicos de salud querían cinco años para reducir los costos y la carga de programas médicos subsidiados por el Estado.
Por separado, Estados Unidos, México, Canadá y Japón también concordaron en las normas que rigen el comercio de vehículos, que dictan cuántas partes de un coche deben ser fabricadas dentro del ATP para calificar con el estatus de libre de impuestos.
El Acuerdo de Asociación Transpacífica fue convenido después de negociaciones maratónicas en Atlanta durante el fin de semana. Creemos que contribuye a definir las reglas del curso para la región Asia-Pacífico, afirmó el representante comercial estadunidense Michael Froman.
El primer ministro japonés Shinzo Abe saludó el acuerdo básico como una política visionaria para todas las naciones participantes que comparten valores y tratan de crear una zona económica libre y justa.
El acuerdo todavía debe ser aprobado por el Congreso de Estados Unidos, donde existe fuerte oposición. El presidente Barack Obama debe aguardar 90 días después del acuerdo para firmar el pacto y solo entonces el Congreso empezará a debatirlo.
Se lograron balances adecuados en temas sensibles: Guajardo
México logró los balances adecuados en los temas sensibles para la industria del país durante las negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (ATP), que concluyeron este lunes en Atlanta, aseveró el titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal.
El funcionario declaró: México logró los balances adecuados entre los intereses ofensivos y las sensibilidades en áreas como la cadena autopartes-automotriz, textil-vestido y productos agropecuarios como arroz, productos cárnicos, y el sector lácteo, temas que habían demorado la conclusión de las conversaciones entre los 12 ministros de los países integrantes del ATP.
Señaló que cada uno de los gobiernos representados en Atlanta mostró voluntad política, pragmatismo y flexibilidad en las conversaciones. México y las 11 naciones restantes hicieron historia al concluir un acuerdo con un nivel de ambición, amplitud y estándares nunca antes alcanzados.
Para México, según el secretario de Economía, el acuerdo abre oportunidades de negocio para el sector productivo en seis mercados de Asia-Pacífico (Australia, Brunei, Malasia, Nueva Zelandia, Singapur y Vietnam), la región que tendrá el mayor crecimiento económico en los próximos 25 años.
ESTADOS UNIDOS SELLA UN AMBICIOSO ACUERDO DE LIBRE COMERCIO CON ONCE PAISES DEL PACIFICO
Un tratado que disputa el poder chino
La incorporación al Tratado de Asociación Transpacífico supone sumarse a la estrategia de contención y balance de la influencia de Beijing en la región asiática, advierten los expertos. México, Chile y Perú se sumaron al acuerdo.
Estados Unidos llegó a un consenso con once naciones del Pacífico para implementar un ambicioso tratado de libre comercio. El acceso preferencial a un mercado de 800 millones de personas es el plato fuerte que esperan saborear los países del Tratado de Asociación Transpacífico (TTP, por sus siglas en inglés), cuyo grupo se completa con Australia, Brunei, Canadá, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam, mesa a la que fueron invitados tres países latinoamericanos: México, Chile y Perú. La negociación final, que llegó a buen puerto después de que Estados Unidos y Japón, las dos mayores economías del grupo, lograran acortar la brecha entre sus intereses, sienta las bases para aprobar el pacto transpacífico, alianza resultante de las negociaciones que tienen lugar, desde el miércoles en Atlanta, Georgia, donde se esperaba dar forma a los últimos detalles para poner en marcha el convenio.
El ministro japonés de Política Económica y Fiscal, Akira Amari, y el representante de Comercio de Estados Unidos, Michael Froman, participaron en las conversaciones que levantarán las barreras al comercio entre las principales economías del Pacífico. El acuerdo del TPP, cuyas negociaciones comenzaron en 2008 y fue remarcado como una señal de la importancia de la región Asia-Pacífico, alcanza al 40 por ciento de la economía mundial.
Si bien las puertas de buena parte del Pacífico quedarán abiertas de par en par para los socios del pacto, liderado por Washington y Tokio, cierto es que más allá de que los gobiernos involucrados celebraron el histórico convenio –del cual China quedó excluido–, también existen sectores que disparan algunas alarmas. Asuntos como la propiedad intelectual, patentes de medicinas y la posibilidad de que empresas demanden a los Estados cuando sientan que sus intereses son perjudicados (así como menores requisitos en las reglas de origen en la industria automotriz, un sector muy importante para México), son los que generan ciertas inquietudes.
Ulises Granados, coordinador del programa de estudios Asia-Pacífico del Instituto Tecnológico Autónomo de México, manifestó que existe una posición de mucho optimismo, a nivel oficial, en Chile, Perú y México. "Ninguno de los tres gobiernos creo que hablará públicamente sobre los grandes peligros", señaló el especialista.
El presidente estadounidense, Barack Obama, que presionó para que avanzase el acuerdo del TPP, y otro con la Unión Europea, alcanzó una victoria esta primavera al conseguir que el Congreso aceptara tramitar sendos pactos comerciales por la vía rápida, con lo que sólo podrán aprobarlos o rechazarlos, pero no enmendarlos. No obstante, no se espera que el pacto pueda someterse a voto en el Congreso hasta por lo menos el próximo año.
Por el momento no se conocen los detalles del acuerdo anunciado ayer, después de siete años de negociaciones que tuvieron lugar en la más absoluta de las reservas y entre reclamos de mayor transparencia por parte de organizaciones de la sociedad civil.
Para la economista colombiana Alicia Puyana, doctora por la Universidad de Oxford y académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en México, es muy difícil pronosticar cuáles serán los efectos del TPP, porque no se conocen todavía los detalles. "Se negoció con mucho secreto", dijo. Sin embargo, estudios sobre distribución de beneficios estiman que, por el lado de la liberalización comercial, no es mucho, porque ya prácticamente todos los países tienen aranceles sumamente bajos.
De hecho, Chile y México figuran entre los países del mundo con mayor número de tratados de libre comercio con otras naciones. En el caso de Chile, ya tenía acuerdos con todos los países del TPP. Para la industria automotriz mexicana, que exporta mayormente a Estados Unidos, un tema clave es si se van a rebajar los requisitos de origen en importaciones desde otros países. "El sector está realmente preocupado", señaló Granados. Durante las negociaciones, productores de acero de México, Estados Unidos y Canadá pidieron que el TPP no otorgue ventajas a productores cuya principal cadena de suministro esté fuera de la región del TPP, por ejemplo, en el rubro de las autopartes. Para Puyana, todo indica que los efectos más importantes se sentirán en la industria de la propiedad intelectual, patentes y, por sectores, en agricultura, donde ganaría algo Estados Unidos, y consideró que los países que compiten con el país del Norte en el sector agrícola se van a perjudicar.
Hace dos años, antes de ser funcionario, el actual ministro de Agricultura de Chile, Carlos Furche, señaló los alcances del acuerdo en el documento "Chile y las negociaciones del TPP: análisis del impacto económico y político". Furche consideró que, más allá de lo comercial o los temas de propiedad intelectual e inversiones, el pacto podía tener consecuencias políticas y estratégicas. "No se trata de una iniciativa políticamente neutral. La incorporación al TPP supone sumarse a una estrategia más global de contención y balance de la influencia de China en la región asiática, impulsada por Estados Unidos", consideró entonces.
http://www.jornada.unam.mx/2015/10/06/economia/017n1eco