Colombia, en franca desventaja en el TLC con EE.UU
Un estudio de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales determinó asimetrías en las condiciones del TLC firmado por Colombia con los Estados Unidos.
Agencia de Noticias UN-
Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales.
En una negociación realizada entre dos países inmersos en diferentes tipos de relaciones, como es el caso de Colombia y Estados Unidos, es posible que dadas las condiciones iniciales, una parte haya incidido en la toma de decisiones de la otra, lo que predetermina los resultados de la negociación misma, comenta el abogado de la U.N., Diego David Aldana Carrillo.
El estudio a este acuerdo se presenta en su trabajo Tratado de Libre Comercio entre Colombia y los Estados Unidos desde el Análisis Económico del Derecho.
“Desde el inicio de este gran debate se había puesto presente que el propósito de crear una zona de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos resultaba inicialmente desigual, desnivelado o desequilibrado, dadas las evidentes asimetrías comerciales que caracterizaban el intercambio bilateral,” explica el experto.
El TLC entre Colombia y Estados Unidos es un acuerdo comercial que se empezó a negociar en 2003 y se firmó en 2011. Podría entenderse como una zona de comercio común regida por reglas especiales, en procura del fomento y la facilitación del comercio entre Colombia y EE.UU, explica la página web del Ministerio de Industria y Comercio.
Sin embargo, dice la investigación, dicha construcción normativa representaría una seria desventaja comparativa y competitiva con respecto al tamaño y al alcance de las dos economías, que afectaría a la colombiana.
Al respecto, explica el abogado Aldana Carrillo, “era necesario manifestar las ostensibles desventajas existentes entre las partes con el fin de exigir un tratamiento diferenciado para Colombia, objetivo que en realidad nunca se logró en el Acuerdo”.
Para el analista “resulta imposible negar que las asimetrías existentes entre las partes, sobre todo en las capacidades de influencia de los países ricos en las políticas internas de aquellos con los que negocia, y el poder que estos detentan (representado por el nivel de desarrollo económico, la capacidad política global, las dotaciones y el manejo de recursos), pueden influir positiva o negativamente en el proceso de negociación y terminar desequilibrando los resultados que inicialmente buscaba una de las partes”.
Además, la anomalía inicial se relaciona con las condiciones del acuerdo, pues se ve que –por la necesidad de firmar el tratado–, primero, no hubo un debate realmente democrático y, segundo, se aceptaron condiciones que significaban desventajas serias, sostiene el académico.
Dichas desventajas consisten, básicamente, en que por el adelanto tecnológico de los Estados Unidos, además de su fuerte influencia política, Colombia firmó un tratado en cierta medida desventajoso, porque no contamos con las herramientas suficientes para competir en términos comerciales con la potencia norteamericana, dice el estudio.
Hay sectores incluidos en el TLC que no pueden competir con los Estados Unidos, especialmente en asuntos agrarios, como lácteos, avicultores, así como productores de maíz y arroz, por ejemplo, señala el profesor Aldana.
A su vez, el desarrollo tecnológico es quizás el punto más ventajoso para el coloso del Norte, pues Colombia no cuenta con la infraestructura industrial suficiente para competir con los productos originados allá. De ahí la afectación de la agricultura, toda vez que allá se produce a mayor escala, con más tecnología y eso hace que al llegar aquí dichos productos sean más baratos.
En relación con el sector agropecuario, la investigación plantea que deberán tomarse medidas urgentes para preparar a los pequeños productores frente a la competencia internacional; de lo contrario, la crisis del sector se verá agudizada paulatinamente a medida que se efectúa la desgravación de los productos sensibles, como los agrícolas ya mencionados, con lo cual aumentan los perjuicios para las familias campesinas.
Por otro lado, el estudio destaca que Estados Unidos aprovecha en mayor medida los beneficios del acuerdo. Las cifras presentadas demuestran que las importaciones desde ese país han aumentado de forma significativa, y en algunos casos inclusive podría decirse que de forma exponencial, mientras que las exportaciones desde Colombia no han crecido a ese mismo ritmo e incluso han disminuido en términos totales, agrega el investigador.
Para llegar a estos resultados, el análisis partió de delimitar los aspectos técnicos, legales y económicos del Tratado y luego diferenciar, desde el análisis económico del Derecho, los principales elementos asimétricos de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Colombia.
El trabajo analítico concluye que “Los Estados Unidos lograron imponer sus condiciones en la negociación en el TLC, dado que Colombia no pudo acordar mecanismos de trato diferenciado que permitieran equilibrar o nivelar las asimetrías que se presentaban entre las partes. Este fenómeno determinó de antemano los resultados de la negociación y en últimas los mismos resultados del acuerdo, pues no puede negarse que la influencia de los Estados Unidos en las políticas internas de Colombia afectó la toma de decisiones”.
Por: Fin/DFBN/MLA/CA)N° 333
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