Chiguiros y tapires de hace menos de 20 millones de años
Los hallazgos de fósiles de peces en Castilletes fueron el insumo principal para la tesis de maestría del biólogo de la U.N. Gustavo Ballen. FOTO: María Camila Vallejo
Agencia de Noticias UN- Fósiles de chigüiros de más de tres millones de años, tapires y osos perezosos gigantes forman parte de la variedad de restos hallados en la península de La Guajira, que dan cuenta del bosque que debió existir hace no menos de 20 millones de años, en lo que ahora es desierto.
Un equipo de investigadores de la U.N. trabaja con el Instituto Smithsonian para rescatar los rastros de la naturaleza perdida.
De las más de nueve millones de hectáreas de bosques secos que llegaron a cubrir el territorio nacional, hoy solo queda el 8 %, lo que ubica a este ecosistema entre los más amenazados del país. Precisamente, uno de estos bosques predominaba en la Alta Guajira, donde hoy el paisaje está dominado por el desierto.
Una de las especies que habitó este lugar y que más llamó la atención dentro de los fósiles de mamíferos hallados, fue un chigüiro de aproximadamente 3,2 millones de años, que se convirtió en el primer registro de un fósil de esta edad en el país y en el más cercano al istmo de Panamá.
“Perteneció a un género extinto caracterizado por su gran tamaño, mucho mayor al de los actuales. Las diferencias más grandes radican en la dentadura y en algunos rasgos del cráneo, que permiten establecer que estamos tratando con una nueva especie”, afirma María Camila Vallejo, bióloga de la U.N. que hizo parte de la investigación.
Es importante tener en cuenta que, en la actualidad, en el país existen dos especies de chigüiros: el Hydrochoerus hydrochaeris, con distribución en los Llanos Orientales y el Amazonas, y el Hydrochoerus isthmius, que habita al norte de Colombia, Panamá y Venezuela. No obstante, hoy en la Alta Guajira colombiana no se encuentra ninguna de estas dos.
La aparición de esta nueva especie permite comprender cómo este grupo de roedores de gran tamaño se ha distribuido a través del tiempo, desde sus orígenes en Argentina, hace aproximadamente 11 millones de años.
La privilegiada posición geográfica de nuestro país, unido al istmo de Panamá, lo ha convertido en uno de los principales corredores de animales y plantas a través del tiempo geológico. Así, se puede pensar en Colombia como puerta de entrada y salida, un punto casi obligado para muchas especies que migraron de Norteamérica a Suramérica y viceversa.
Sedimentos acumulados
La Guajira alberga una secuencia muy espesa de sedimentos acumulados a lo largo de millones de años, lo cual abre la posibilidad de estudiar el cambio de esta zona, según los animales que vivían allí y las condiciones que debía tener este ambiente para soportar la vida de diferentes especies a lo largo del tiempo geológico.
Así lo explica Gustavo Ballen, estudiante de la Maestría en Biología de la Universidad Nacional, quien realizó su tesis sobre los hallazgos ictiológicos en Castilletes y hoy hace parte del equipo que investiga los restos, junto con otros egresados de la Institución.
Por ser una zona desértica, la roca se encuentra erosionada, debido al viento, al agua y a los cambios de temperatura. Allí, poco a poco, empezaron a aparecer restos de vertebrados muy grandes que llamaron la atención de los investigadores, por lo cual los han venido desenterrando.
Dentro de las especies halladas, se destacan los astrapoterios, ejemplares parecidos a los tapires, pero con dientes exteriores. También se encontraron gliptodontes, enormes mamíferos similares al armadillo; purussaurus, caimanes que podían llegar a medir hasta 13 metros de longitud; y perezosos gigantes.
También se hallaron restos de marsupiales —como las chuchas o zarigüellas—, ratones, aves serpientes y organismos similares a los venados.
Río caudaloso guajiro
Para que estos animales pudieran habitar allí, La Guajira ha tenido que cambiar mucho en estos 20 millones de años.
El biólogo Ballen indica que tenían que existir afluentes muy parecidos al Orinoco, aunque no de la misma magnitud. “Si bien había influencia marina, la presencia de agua dulce permitía la permanencia de ciertos animales, lo cual abre una gran incógnita: ¿por qué La Guajira actualmente no tiene ningún drenaje que permita la salida de un río grande?”.
Hay que tener en cuenta que este punto se encuentra en la mitad de dos drenajes: el lago Maracaibo y el río Magdalena, y que los peces de agua dulce que se han encontrado son de grupos que en la actualidad solo habitan en el Orinoco.
“Hay que pasar la Serranía de Mérida, en Venezuela, y la Serranía de Perijá, en Colombia, para llegar. Eso demuestra que tuvo que existir un río grande saliendo al Caribe por ese lado, no necesariamente el Orinoco, pero podría tratarse de un pedazo del drenaje Orinoco-Amazonas”, sostiene el experto.
Según los hallazgos, este ecosistema podría equivaler a bosques secos como los que se encuentran en el norte de Colombia, en la cuenca baja del Magdalena e incluso en la misma Guajira, al sur del departamento.
A pesar de que no hay respuestas con respecto a la modificación tan radical que experimentó la región, es probable que dicho fenómeno haya tenido que ver con el cambio climático de la época.
Para los investigadores, la desaparición de este bosque significaría que el clima cambió drásticamente en los últimos tres millones de años.
(Por:Fin/HESP/dmh/AC)N° 497
http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/ndetalle/article/chigueiros-y-tapires-habitaron-la-alta-guajira-hace-menos-de-20-millones-de-anos.html