Obama y Raúl Castro se saludan en la Cumbre de las Américas
Por Ap
Panamá, 10 de abril de 2015. En la Cumbre de las Américas los presidentes de Cuba y Estados Unidos, se encontraron por primera vez después del anuncio de la normalización de relaciones diplomáticas.
El presidente Barack Obama y el presidente cubano Raúl Castro intercambiaron saludo y un apretón de manos en la Cumbre de las Américas en la Ciudad de Panamá.
El extraordinario momento ocurrió cuando los dos líderes arribaron a la ceremonia de inauguración de la cumbre. Fue capturado en video por Telesur, un canal de televisión estatal de Venezuela.
Este sábado se entrevistarán los dos líderes en el contexto del encuentro de mandatarios del continente. Al evento asisten 34 de 35 jefes de Estado invitados; hecho sin precedente en este tipo de actosFoto Reuters
En el video, Obama y Castro se pueden ver saludándose en medio de una multitud de personas que esperan, entre los que estaban el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez. Los dos líderes se dan la mano mientras asentían y charlaban cómodamente.
El encuentro entre estos mandatarios es tal vez el más esperado en una Cumbre de las Américas. Castro y Obama anunciaron en diciembre su intención de restablecer las relaciones diplomáticas entre los dos países tras más de 50 años de distanciamiento.
Obama y Castro se dieron la mano por última vez en 2013 en el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica. Hablaron por teléfono en diciembre antes de anunciar el acuerdo, y de nuevo el miércoles, antes de que Obama partiera de Washington para su viaje a Panamá y Jamaica.
Reunión el sábado
El presidente estadunidense Barack Obama y el mandatario cubano Raúl Castro planean reunirse el sábado, un encuentro histórico en momentos que trabajan por reanudar las relaciones diplomáticas tras más de medio siglo de alejamiento entre los dos países.
El viernes se estaban afinando los detalles del encuentro, dijo Ben Rhodes, asesor de política exterior de Obama. Los dos líderes hablaron por teléfono el miércoles antes de llegar a Panamá el jueves por la noche con pocos minutos de diferencia para participar en la Cumbre de las Américas.
"Si Estados Unidos comienza un nuevo capítulo de las relaciones con Cuba, esperamos que se cree un ambiente que mejore la vida de los cubanos", dijo Obama en Panamá. "No porque nosotros, los Estados Unidos, lo impongamos, sino que se haga a través del talento y el ingenio y las aspiraciones y las conversaciones que la mayoría de los cubanos de todos los ámbitos de la vida, puedan tener para decidir cuál es el mejor curso es para su prosperidad".
"No tenemos una reunión formal programada para una hora determinada, pero anticipamos que se reúnan mañana", dijo Rhodes el viernes a los reporteros.
En otro paso importante, el jueves, Estados Unidos y Cuba tuvieron su encuentro diplomático de más alto nivel desde que rompieron relaciones en 1961. El secretario de Estado estadunidense, John Kerry, y el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, se reunieron a puerta cerrada en Panamá en una cita que, según el Departamento de Estado, fue prolongada y productiva.
Es muy probable que los nuevos encuentros diplomáticos impulsen los esfuerzos de Estados Unidos y Cuba por reanudar sus relaciones después de cinco decenios en que mandatarios estadounidenses trataron de aislar o derrocar al gobierno de Fidel Castro y su hermano. Antes de llegar a Panamá, Obama anunció que estaba a punto de tomar una decisión sobre sacar a Cuba de la lista norteamericana de países que patrocinan el terrorismo, algo que La Habana considera un importante obstáculo para un acercamiento.
Estado Unidos ha dejado de acusar activamente a Cuba de apoyar el terrorismo desde hace tiempo, y Obama ha dado señales de que está dispuesto a sacar a La Habana de lista desde que él y Castro anunciaron un acercamiento en diciembre. Pero Obama no ha tomado la decisión oficial en medio de indicaciones de que la Casa Blanca se mostraba poco inclinada a aceptar la solicitud de Cuba hasta que otros asuntos clave se solucionen, como las restricciones a la acción de los diplomáticos estadounidenses que se establezcan en La Habana, si se abre una embajada.
"No queremos quedar prisioneros del pasado", dijo Obama el jueves en Jamaica, la primera escala de su viaje. "Cuando algo no funciona durante 50 años, uno no lo sigue haciendo. Se prueba con algo nuevo".
Es probable que ese encuentro ocurra el viernes o el sábado durante la Cumbre de las Américas en Panamá. Antes de dirigirse a la cita regional, Obama hizo un recorrido no anunciado al Canal de Panamá.
Estadunidenses y cubanos por igual recuerdan la profunda animosidad entre sus países durante la Guerra Fría, cuando incluso un intercambio casual y amistoso entre sus líderes hubiera sido impensable. Así que, aunque Obama y Castro no tengan planeado un encuentro oficial, un apretón de manos o un saludo en los pasillos probablemente sea objeto de análisis con el fin de identificar señales de que ambos países están listos para dejar atrás las hostilidades.
Obama tiene planeado reunirse con líderes centroamericanos antes de hablar en un foro de líderes regionales. Más tarde, la agenda indica que Obama se una a Castro y a otros líderes para cenar en la zona conocida como Panamá Viejo, donde hay ruinas arqueológicas que datan de los años 1500.
Las esperanzas de que se reabrieran las embajadas en La Habana y Washington antes de la cumbre no llegaron a materializarse. Estados Unidos sigue presionando a Cuba para que permita una mayor movilidad a sus diplomáticos en la isla, mientras que Cuba pide que se eliminen las sanciones que sólo el Congreso de Estados Unidos puede levantar.
En un reconocimiento a las preocupaciones estadounidenses sobre los derechos humanos y las libertades políticas, Obama planea asistir a un foro en que participarán tanto disidentes cubanos como representantes del establecimiento político de la isla.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/04/10/obama-y-castro-se-saludan-en-la-cumbre-de-las-americas-6820.html
El histórico saludo entre Obama y Castro
“Aquellos días en que Estados Unidos podía interferir con total impunidad (...) esos días terminaron”, destacó Obama.
Barack Obama y Raúl Castro se saludaron durante la inauguración de la Cumbre. Foto: Cortesía Presidencia de la República de Panamá
Sonrientes y distendidos, el presidente estadounidense, Barack Obama, y su par cubano, Raúl Castro, se dieron la mano y conversaron el viernes en la Cumbre de las Américas en Panamá, sellando el acercamiento entre sus países.
Acorralados por los flashes de las cámaras, se dieron un apretón de manos y conversaron brevemente, al iniciar el foro hemisférico en la noche del viernes en Panamá.
El diálogo refrenda el primer cara a cara de los presidentes desde que anunciaron, sorpresivamente el pasado 17 de diciembre, su decisión de avanzar hacia la normalización de relaciones entre sus países, rotas en 1961.
"Felicito al presidente Obama y al presidente Castro por el camino emprendido para normalizar sus relaciones", celebró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La imagen de ver a un presidente cubano y uno estadounidense vale más que mil palabras. Si bien los dos presidentes se saludaron brevemente durante el funeral de Nelson Mandela en 2013, el contexto entonces era muy distinto.
Este sábado, Obama y Castro se reunirán al margen de la cumbre para hablar más sobre el acercamiento entre sus países.
Obama quiere aprovechar esta cumbre para abrir una nueva era con América Latina, al cerrar uno de los últimos capítulos de la Guerra Fría en la región.
Hasta ahora Cuba había sido la principal piedra en el zapato en las relaciones de Estados Unidos con la región. Y fue durante años el epicentro del sentimiento antiimperialista en Latinoamérica.
"Aquellos días en que nuestra agenda en este hemisferio muchas veces se jactaba de que Estados Unidos podía interferir con total impunidad (...) esos días terminaron", destacó Obama antes de la cita.
Fueron pocas las veces que América Latina aplaudió de forma unánime una medida de Estados Unidos. Pero la iniciativa para la normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU fue una de ellas.
Distensión con Venezuela
Sin embargo, las tensiones entre Caracas y Washington, que aumentaron luego de que Obama declaró en marzo a Venezuela como una "amenaza" para Estados Unidos, podrían empañar la celebración.
"Venezuela está en Panamá de pie y con dignidad", dijo el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, quien llegó a la Cumbre con la promesa de entregar a Obama 13,4 millones de firmas que asegura reunió contra ese decreto.
Maduro, quien visitó el populoso barrio El Chorrillo -bombardeado durante la invasión estadounidense a Panamá en 1989-, anunció que los presidentes de los gobiernos de izquierda ALBA -Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua- se reunirán al margen.
"Con la Cumbre de las Américas nuestra América va a hablar claro y alto, y estoy seguro que después de la Cumbre seremos más fuertes y estaremos mas unidos los pueblos de la America Latina y caribeña", manifestó Maduro.
Esta semana los dos países bajaron su retórica de confrontación: Obama reconoció que Venezuela realmente no es una amenaza, y Maduro dijo estar dispuesto "al diálogo".
La relación no cambiará de un día a otro
Raúl Castro entra por la puerta grande a un foro del que la isla comunista estuvo excluida desde la primera Cumbre de las Américas de 1994.
En una secuencia de acontecimientos que mejoraron notablemente el clima de la cita, Obama recibió el jueves la recomendación del Departamento de Estado de retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores de terrorismo, que integra desde 1982, según el senador Ben Cardin.
Sin embargo, Obama aún no ha tomado una decisión sobre ese asunto, indicó más tarde el asesor de la Casa Blanca Ben Rhodes.
Aunque el retiro de esa lista allanaría el camino para la reanudación de nexos diplomáticos, queda mucho por andar. Respaldada por América Latina, Cuba reclama el territorio de Guantánamo que ocupa la base naval estadounidense y el fin del embargo impuesto en 1962. Estados Unidos pide -de su lado- avances en derechos humanos.
"Nunca dije que todo se pueda transformar de la noche a la mañana", volvió a insistir Obama.
Sobre todo, que ninguna parte quiere dar la señal de haber sido la primera en ceder frente a los opositores al acercamiento que ambos tienen en sus países.
http://www.semana.com/mundo/articulo/cumbre-de-las-americas-comienza-historica-cumbre-de-las-americas-con-obama-raul-castro/423675-3
Cumbre de Las Américas
La Jornada
El presidente Barack Obama dejó en suspenso el anuncio más esperado en la Séptima Cumbre de las Américas que se realiza en la nación istmeña, al menos por hoy. En declaraciones ante un reducido grupo de periodistas con el que se reunió en Kingston, Jamaica, señaló que el documento de revisión que hizo el Departamento de Estado para retirar a Cuba de la lista de naciones patrocinadoras de grupos terroristas se encuentra en la fase final en su escritorio en la Casa Blanca. Pero aclaró que el equipo interministerial responsable de redactar la recomendación definitiva aún no le había enviado la iniciativa. Por esto hoy no haré el anuncio, dijo.
Con esta afirmación dejó abierta la posibilidad de que mañana o pasado mañana se produzca la que podría ser la noticia más importante de la reunión de mandatarios.
Al mismo tiempo, y con el ánimo de reparar agravios de Washington con la comunidad de países latinoamericanos, Obama envió hoy a Caracas al consejero del Departamento de Estado para asuntos hemisféricos, Thomas Shannon, quien se reunirá con el presidente Nicolás Maduro y la canciller Delcy Rodríguez con el afán de reparar el desaguisado diplomático que se generó la semana pasada con la llamada acción ejecutiva de la Casa Blanca, que declaró la crisis de Venezuela como una amenaza para su seguridad nacional.
Después de retractarse, Shannon se disculpó. Maduro declaró, antes de viajar a Panamá, que la rectificación parcial de Obama puede representar una nueva era en las relaciones con Estados Unidos, siempre y cuando Obama explique por qué firmó el decreto y reconozca el error. Finalmente, el ruido de sables entre los dos países cesó.
La lista negra
La lista de naciones que a criterio del Departamento de Estado apoyan organizaciones terroristas ha funcionado durante décadas como instrumento de presión de Washington contra gobiernos antagónicos. La inclusión de Cuba en esta virtual lista negra es un legado del periodo de George Bush que Obama no se atrevió a desafiar durante su primera administración.
El gobierno de Cuba, que desde hace años reclama que se le retire de esta infamante relación, ha puesto como condición para avanzar en la apertura de embajadas de ambos países en La Habana y Washington ser excluido de la lista negra.
Según autoridades del Departamento de Estado, la diplomacia estadunidense estudia desde hace seis meses revaluar la clasificación del gobierno revolucionario isleño.
En sus declaraciones en Kingston, en escala previa a su desembarco en Panamá, Obama aseguró que el informe del Departamento de Estado está basado estrictamente en hechos. Aseguró que su gobierno quiere que la lista antiterrorista siga siendo, como hasta ahora, una herramienta poderosa para aislar a los países que efectivamente patrocinan al terrorismo. A la fecha hay cuatro estados clasificados: Siria, Irán, Sudán y, hasta ahora, Cuba. Obama no descartó que este viernes o sábado aproveche los reflectores de la Cumbre de las Américas para soltar la que pudiera ser la noticia más importante del encuentro. Por lo pronto, hay un gesto. Falta que se concrete en palabras y medidas.
Esta medida, por otra parte, sigue siendo uno de los obstáculos más significativos para la apertura de embajadas en los dos países. Según Obama, el proceso está evolucionando como estaba previsto. Nunca pensé que el cambio se podía dar de la noche a la mañana. Esto tomará algún tiempo.
Reconoció que aún hay diferencias significativas con Cuba debido a su sistema político. Consideró que el proceso podría completarse en el curso de este año o a principios del próximo.
Venezuela, los lazos rotos
En contraste, en la medida en que se aceleraba la distensión de este viejo foco de conflictos entre la Casa Blanca y el gobierno revolucionario de la isla, la víspera la relación de la potencia norteamericana con Venezuela alcanzó un nuevo nivel de crispación política.
Había trascendido que hasta hace pocos días la elaboración de un borrador de declaración final de la Séptima Cumbre estaba trabado ante la insistencia de la delegación venezolana en incluir un extrañamiento por la más reciente andanada de acciones hostiles de Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro. Una de ellas fue la imposición de severas sanciones comerciales (en el contexto de una muy complicada situación económica del país bolivariano). Pero la gota que derramó el vaso fue la acción ejecutiva de Obama, que calificó a Caracas de amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.
Ante a esta declaración, Maduro se preparó para llegar con la espada desenvainada a Panamá, respaldado por un pronunciamiento de solidaridad con su gobierno firmada por 10 millones de ciudadanos.
En esta ocasión el respaldo de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que usualmente se alinean con Caracas como uno de los suyos, fue más cauteloso. Para Brasil, Argentina, Bolivia y Ecuador es una situación incómoda. Por una parte, no querrían dar la espalda a Maduro; por otra, dejar que el diferendo Caracas-Washington empañe la reunión restaría peso al alto perfil con el que llega el presidente de Cuba, Raúl Castro, a su primera participación en una Cumbre de las Américas. Sólo el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, se ha decantado con una postura crítica ante la crisis política que enfrenta el mandatario de Venezuela.
Y el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, mantuvo hasta el último minuto en suspenso su decisión de asistir. Hoy, finalmente, resolvió viajar a la cumbre.
En las últimas horas esta situación dio un viraje con el explícito reconocimiento del asesor de Obama en temas hemisféricos, Ben Rhodes, de que Washington en realidad no considera a Venezuela una amenaza para su seguridad nacional, sino que se trató de una declaración pro forma (una especie de no quise decir lo que dije). Fue el comienzo de una operación pro distensión.
Para recomponer el daño del error diplomático de Estados Unidos, el consejero para asuntos hemisféricos del Departamento de Estado, Thomas Shannon, viajó a Caracas para reunirse con el presidente Nicolás Maduro y la canciller Delcy Rodríguez. Es una operación cicatriz que permitiría que la histórica Séptima Cumbre de las Américas concluya con una declaración a la altura de su significado.
http://www.jornada.unam.mx/opinionviicumbredelasamerica-
Maduro visita barrio panameño empobrecido que sufrió invasión estadounidense en 1989
En su primera actividad en Panamá, el presidente de Venezuela, hizo una emotiva visita a El Chorrillo, un barrio postergado de la capital que sufrió con mayor dureza que el resto del país la violencia ejercida por las tropas estadounidenses en la invasión del 20 de diciembre de 1989.
Maduro fue recibido con cariño y colorido por unas 200 personas que lo aguardaron durante más de dos horas bajo un sol impiadoso en el mediodía panameño, y se llevó de allí unas 2.000 firmas para el petitorio que presentará ante EEUU por el controvertido decreto de sanciones a Venezuela y una carta abierta de las víctimas de la invasión para que le entregue al presidente Barack Obama, con un pedido de reparación histórica.
Del acto participaron hombres y mujeres de todas las edades y condición humilde que lucían remeras y banderas con las leyendas “Venezuela no es una amenaza; somos una esperanza” y “#Obama deroga el decreto ya”, en alusión a la medida tomada por el mandatario norteamericano de sancionar a funcionarios venezolanos y considerar al estado bolivariano una inusual y extraordinaria amenaza para su seguridad interna.
En su mensaje Maduro no hizo alusión concreta al entredicho que mantiene con Washington, pero aseveró que “en esta Cumbre América va a hablar claro y alto, y después estaremos más unidos y más fuertes los pueblos de la América latina y el Caribe”.
Otra enorme bandera, colgada en todo un costado de un “diablo rojo”, como se llama aqui a unos colectivos muy coloridos, decía: “OBAMA: Panamá pide JUSTICIA por las víctimas de la invasión”.
El Chorrillo fue la zona de Panamá más afectada por la invasión norteamericana de 1989 que desalojó del gobierno a Manuel Noriega, debido a que se encuentra próximo a varias áreas militares.
La invasión ocasionó unos 3.500 muertos -la mitad probablemente de El Chorrillo- pero muy pocos cuerpos pudieron ser recuperados: la mayoría fueron enterrados en fosas comunes cuya localización nunca fue revelada, dijeron a Télam representantes de la asociación que nuclea a los familiares y amigos de las víctimas.
En nombre de esa organización se leyó una carta abierta para Obama que Maduro se comprometió “con el alma” entregar en mano al mandatario estadounidense durante esta cumbre, en la que se le reclama “una disculpa pública por los abusos y violaciones a los derechos humanos cometidos durante la invasión, y una reparación económica”.
El jefe de gobierno bolivariano, que estuvo acompañado por su esposa Cilia Flores y la canciller Dalcy Rodríguez, colocó una ofrenda floral en el monumento que recuerda a las víctimas de la invasión y pidió que “nunca más haya invasiones militares en América latina”.
Maduro garantizó además que “el pueblo en la calle derrota las mentiras y manipulaciones de la CNN y otras cadenas de medios concentrados”, en una reiterada referencia a la televisora estadounidense.
También anticipó que, si el presidente panameño Juan Carlos Varela está de acuerdo, propondrá que la ALBA envíe a El Chorrillo misiones sanitarias destinadas a asistir a los sectores de menores recursos.
La visita del líder venezolana causó una enorme expectativa en la postergada barriada panameña, donde pudo verse también a algunos vecinos con distintas discapacidades físicas producto de la invasión.
La mayoría de las casas están construidas en material y fueron levantadas luego de la intervención militar externa, ya que el ataque destrozó literalmente las viviendas precarias que estaban emplazadas allí antes de 1989.
Telam
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