Vendedores ambulantes defienden ocupación de la carrera Tercera
Desde el pasado 12 de septiembre que se dio inicio a la recuperación de las calles del sector del Centro, por la ocupación de los vendedores informales, las peleas entre el Esmad y los comerciantes se han tomado la carrera Tercera, ocasionando pérdidas a los propietarios del comercio formal.
Jéfferson Alexánder Leal, golpeado, al parecer por la Fuerza Pública en operativos adelantados por la Dirección de Espacio Público y la Policía. (Foto: JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA)
Sobre las 11:30 de la mañana de ayer, el comercio de la carrera Tercera se dispersó, los vendedores informales se aglomeraron en inmediaciones al edificio de la Caja Agraria y obligaron a los conductores a tomar vías alternas, como las carreras Cuarta y Segunda, para continuar su trayecto.
Con piedras, los vendedores taponaron la calle 15 para protestar por la medida expedida por la Secretaría de Gobierno de levantar el denominado reguero y reavivar el paso por los andenes de las calles 15 hasta la 19.
Sin embargo, la iniciativa no fue bien recibida por los trabajadores informales, quienes se enfrentaron a la Policía.
La ola de rechazo se fue extendiendo a sectores de la calle 12 y más vendedores en especial, jóvenes, bajaban para unirse a quienes ya estaban en la calle 15.
“Llegaremos hasta las últimas consecuencias”, advertían las voces rimbombantes de los vendedores.
En una de las esquinas, al menos 10 uniformados de la Fuerza Pública vigilaban a los manifestantes coléricos.
Los heridos
‘Vitorino’, representante del comercio informal, señaló que sus hijos fueron arrestados sin cargos por la Policía, y luego llevados a la Permanente.
Así lo expresó Jéfferson Alexánder Leal, quien recibió al menos dos golpes, al parecer, producto de la acción de algunos uniformados.
Leal fue trasladado en una turbo hasta la Permanente y permaneció allí retenido por al menos dos horas sin cargo alguno.
Según la versión del quejoso, fue arrestado cuando se disponía a evitar que el Esmad decomisara la mercancía y agrediera a una de sus familiares, quien presuntamente se encuentra en estado de gestación.
Los hechos a los que hizo mención Leal, ocurrieron contiguo al local comercial de Foto Japón, ubicado sobre la calle 15.
Por otro lado, Nelson Díaz Rengifo, un anciano de 78 años, resultó herido en su tobillo, producto de los gases lacrimógenos que la Fuerza Pública empleó para dispersar a los manifestantes, según lo narró.
“Estaba entre las calles 14 y 15 con Tercera y cuando me percaté me bombardearon. Quién va esperar que la Policía de Ibagué venga a bombardear en la Tercera. Hice el reclamo y lo que hacen es reírse”, dijo el abuelo.
Para él, si se desea acabar con el reguero en los andenes del Centro, se deben reubicar a los comerciantes, porque es innegable que estas personas tienen unas necesidades que deben ser suplidas.
Mariel Jackeline Ríos, presidenta del sindicato, Sintrainfordetol, afirmó que ya se han sostenido dos mesas de diálogo con el secretario de Gobierno, Gustavo Guzmán, en las que se llegó a la conclusión que quienes gozan de confianza legítima y pagan sus impuestos podrían vender en las calles.
Por eso no entiende por qué se tomó la decisión de recoger y agredir al sector, si accedieron a reducir las medidas de sus puestos para permitir el tránsito más fluido a los peatones.
Ríos reconoció que por la temporada hay muchos vendedores de otras ciudades en la capital.
“Nosotros no podemos pagar las consecuencias. Además, existe un fallo en donde se deja claro que mientras no exista una reubicación digna, podemos trabajar en las calles”.
Pérdidas comerciales
Claudia es una vendedora de accesorios en la calle 15, y ayer por acción de los vendedores ambulantes que los obligaron a cerrar las puertas de los locales, indicó, dejó de percibir en promedio un millón de pesos.
Con palos de escoba, los informales recorrieron toda las carreras Tercera y Segunda, amedrentando a los propietarios o personal a bajar las puertas, so pena de retaliaciones contra el inmueble.
Sobre la 1 de la tarde, almacenes de ropa, calzado, restaurantes y hasta juegos de azar permanecían cerrados.
“Si nosotros no podemos trabajar, los centros comerciales tampoco”, se alzaban algunas voces.
Al menos tres detonaciones, producto de gases lacrimógenos y lo que serían bombas caseras, fueron escuchadas ayer durante la revuelta.
Los incitadores lograron quemar papel y hasta un tronco, en la calle 14 con carrera Tercera.
Sin embargo, la acción del Esmad, logró que hacia las 2:30 de la tarde se recuperara la tranquilidad en el sector céntrico de Ibagué.
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